LO PEOR

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Me puse a pensar detalladamente lo que me dijo Daisuke, ya que era demasiado para procesar, pensé sobre lo del orbe, me lo había sacado y ahora podrían hacer las paces con Rumis, nadie quisiera eso, al menos no tanto como yo, me preguntaba cada vez el porqué de mí vida, por qué mi vida era tan miserable, cada vez me volvía más llorona, más sufrida, ya no era fuerte, necesito a mis amigas porque yo no soy nada sin ellas, que es de mi sin ellas, desearía desaparecer, solo trato de protegerlas incluso de mí ya que soy lo más peligroso de este mundo, no debí nacer y después de todo solo fui una escoria y lo sigo siendo, quisiera llorar desconsoladamente pero no podía, debía ser fuerte por mi mamá, mi hermano, por mis amigas.........y por él, eso fue lo último que pensé antes de que alguien me hablara:

-Hola Megumi, no quiero ser repetitiva ni nada por el estilo, pero no quiero que te acerques a tus amigas ya que si lo haces, no solo estallaras aunque no te importara, estallara Rinka y Karina, tu hermano y Daisuke.

-¿Qué quieres de mí?-pregunté enojada y a punto de llorar-.

-Que las ataques en donde y cuando yo te diga, si no obedeces usaremos el veneno que hemos puesto en ellas, es un veneno instantáneo, tan poderoso como para debilitar a Rumis en media hora, ya sabes lo que significa; ah! Casi se me olvida, no puedes mostrar dolor ni compasión, tampoco puedes hablar con ellas, puedes vivir en el consejo pero estarás en constante vigilancia todo el tiempo; prepárate ya que hoy será tu primer ataque a las nueve en punto, ellas estarán en el campo de entrenamiento, adiós Megumi.

En ese momento sabía lo que debía hacer, era correr y que todos murieran, o atacar para salvarlos, me aliste antes de partir, recuerdo que eran las siete, con el tiempo que tenía empecé a hacer armas, hice una espada cualquiera, no tenía nada en especial pero podía transmitirle mis sentimientos, con eso no ganaba nada pero me sentiría más segura de pelear contra ellas, unas bombas de humo y unas redes que debilitan los poderes, con eso no les haría tanto daño, solo espero que su débil entrenamiento haya rendido frutos, no debo resistirme a atacar, debo hacerlo con todas mis fuerzas.

Eran las nueve en punto, caminaba tranquilamente pero mi mente no estaba acorde a mis movimientos, en ese momento mi aspecto cambió, recordé que mi raza khajiita hace que puedan cambiar mis ojos, cabello y formas de pensar, además del a transformación de la raza que por decirlo así, sería como la raza de una gato, una gata mitad humano, como no me he transformado no sé qué raza de gato sería , pero eso no me importa por ahora, solo en protegerlas aunque eso signifique atacarlas.

Cuando llegué al campo de entrenamiento ellas voltearon a mirarme, parecían felices de verme, pero no pude verles a la cara, aunque seguía en mi frialdad, pero Karina me interrumpió diciendo:

-Megumi, ¿Dónde has estado?, todas se han vuelto más fuertes, el entrenamiento funcionó.

Me quede en silencio, solo desenvaine mi espada y con toda la rapidez del mundo corrí dispuesta a atacar a la más débil quien era Lumi, di muchas estocadas mientras ella las esquivaba con dificultad, hasta que la deje malherida, hice lo mismo con todas excepto con Karina, ya que su nivel es tan fuerte como el mío, me iba a ir de allí pero Karina me preguntó:

-Megumi, ¿por qué haces esto?

-Karina, yo........-Fui interrumpida-.

Clarise apretó el botón cuando le quise deicr algo, ellas empezaron a desfallecer, en tres minutos sus vidas acabarían, tuve que golpear con fuerza a Karina para que Clarise apretara el botón de nuevo y se desactivaría el veneno, en efecto pero sentí algo raro al golpearla, fue un recuerdo muy profundo, antes de ir a la tierra, tenía un año y estaba jugando con mi mis padres y mi hermano, recordé que dije que amaba a Rumis, eso fue todo lo que recordé.


EL DIARIO DE MEGUMI(HISTORIA REABIERTA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora