Calor familiar

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Oscuridad, era todo lo que podía sentir, absoluto silencio era todo lo que podía escuchar, y todo lo que podía ver era ese espacio negro, mi cabeza. Usualmente divagaba por mi cabeza en mi tiempo libre, pero este día no quería entrar, por aquella voz.

— "Saldremos de esta, ¿Verdad?" —Escuché aquella dulce voz, mi mejor amiga, Rinka.

—¿Quién sabe? Al fin y al cabo, yo no sé leer el futuro—Dije en aquél espacio.

Vaya, Vaya...¿Qué tenemos aquí? —Dijo aquella fastidiosa voz, la parte oscura de mí, mi locura- ¿Cuándo fue la última vez que visitaste tu cabeza?

- No lo sé...tal vez hace unos meses-Respondí sin darle mucha importancia.

¿Por qué no peleas conmigo?-Preguntó la voz con sorpresa.

-No tengo motivos para hacerlo...-Dije, un poco aturdida por su actitud.

¿Por qué?-Preguntó, con un tono algo asustado— Yo te mentí, maté a tu padre y te he hecho sufrir en varias ocasiones...¿Por qué...?-Se notaba su desesperación, pero su tono de voz empezó a cambiar, pareciéndose a mi voz.

—He dicho que no tengo motivos para enfadarme contigo-Dije, con una honesta sonrisa— Eres parte de mí, ¿no es así? Te acepto como tal.

Inmediatamente después de que dije aquello, el espacio en el que me encontraba empezó a distorsionarse, cambiando de forma aleatoria y abstracta. En ese momento me di cuenta de que debía seguir diciendo lo mismo, tal vez de esa forma descubriría algo nuevo.

—Antes creí que me odiabas, pero al parecer quieres lo mejor para mí...sólo que el fin justifica los hechos— Dije con confianza— No tienes que esconderte en una capa de aparente maldad, sé lo que quieras.

¡Deja de decir estupideces! — Empezaba a impacientarse, y cada vez el escenario se ponía peor, al igual que el ambiente.

En ese momento visualicé una pequeña luz a lo lejos, y a la vez tan cerca. Esa luz parecía que se sentía sola sentía un aura muy seca; Sin embargo, se me hizo familiar. Aquella luz era esa parte de mí que se siente sola, corrí en ese negro espacio intentando atraparla.

-¡No huyas más!-Grité con todas mis fuerzas—Tú necesitas a alguien, sólo deja que tu orgullo se rinda y podremos volar alto, ¡Yo creo en ti! —Logré gritar, a la vez que atrapaba esa luz.

Cuanto la toqué, sentí una repentina explosión, que me sacudió un poco. Esa luz había explotado, convirtiéndose en algo más; Había una figura en frente mío, era yo, pero era la mitad era de color blanco y la mitad de color negro.

—¿Quién eres? —Pregunté inconscientemente.

—Soy tú, y a la vez no lo soy—Dijo con una sonrisa, extendiéndome la mano.

—Eres mi locura— Respondí, a la vez que tomaba su mano.

En ese momento, mi locura cambió su expresión a uno de un poco más de seriedad, y dijo:

—Parece que he hecho mal, ¿No es así? —Dijo con un triste tono—De todas formas, Tu madre quiere hablar contigo.

—¿Mi madre...?—Pregunté desconcertada— ¡¿Te refieres a MI mamá?!

—Por supuesto, ¿Quién más? — Dijo con una leve risa — Nos vemos después.

Después de decirlo, su forma cambió a la de una mujer hermosa, realmente hermosa. Era muy alta, y su figura era muy notable, sus ojos eran de color verde oliva y su cabello era de un color rosa un poco intenso.

—¿M-Mamá...?— Pregunté, acercándome lentamente — ¿En serio eres tú?

Ella sólo se limitó a sonreír, para después acercarse a mí y abrazarme con mucho cariño. Me sentía muy a gusto en su regazo, no quería irme de ahí nunca.

—¿Siempre estuviste aquí? ¿Por qué nunca me hablaste hasta ahora? ¿Sabías desde el principio sobre todo esto?

—Megumi, siempre estuve dentro de tu corazón, nunca me alejé de ti ni un momento. No estabas lista en aquél entonces, siempre he visto TODOS tus avances...he estado observándote todo el tiempo...te he visto madurar, y me alegra la persona en que te has convertido.

—¿Puedes contarme la historia de papá y tú?

-Por supuesto que sí...

"Hace muchos años, cuando era joven y hermosa como tú, era una princesa. Era la legitima hija del rey anterior, por lo que yo tomaría el cargo de heredera del trono, y me prepararon desde los doce años. Todos los días iba a revisar el entrenamiento de los caballeros, y entre ellos, estaba tu padre. Tu padre era un caballero promedio, pero siempre se esforzaba al máximo, y, por alguna razón me atraía. Hablábamos seguido, él sonreía y me hacía sonreír, incluso reír. Un día, caminaba por el bosque, y una criatura me atacó; Por suerte, tu padre llegó a tiempo para salvarme...y ahí me di cuenta de que me había enamorado de él."

—Es una bonita historia...¿Podrías ahora contarme la historia del planeta?

—De acuerdo...

­­­­­­­­­­­­"Cuando eras tan sólo una bebé, ocurrió el peor ataque a nuestro mundo. Nuestro reino anteriormente estaba escaso de impuestos, ya que el comercio no iba nada bien porque esa temporada no daba buenos frutos. Para salvar al pueblo, tu padre aceptó un trato con personas desconocidas, y eso era someter su cuerpo a varios experimentos. Al final, no le dieron nada...ellos no nos atacaron, sino otro planeta, con el cual teníamos una deuda. Al no pagar esa deuda, decidieron tomar medidas drásticas. Y aquí estamos, creciste en la tierra, y yo me quedé cuidándote desde las sombras."

—Ya veo...

—Megumi, eso era lo que te tenía que decir. Yo en realidad, aunque te haya estado cuidando desde tu corazón, mi forma física está muerta...Y yo ya voy a descansar en paz, porque sé que ya puedes cuidarte sola...no siempre estaré ahí para ti, ¿sabes?

—Lo entiendo, pero...¿No puedes quedarte un poco más?

—Desearía, pero no es mi decisión...es decisión del tiempo

Después de pasar otro rato más juntas, ella empezó a desaparecer cada vez más y más, dejándome sola. Cuando ya habían pasado unos minutos, mi locura, la cual la empezaré a llamar "Riina" regresó. Empezamos a hablar un poco, y decidimos que era hora de despertar de este sueño, y volver a la realidad para regresar con ellas.

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⏰ Última actualización: Sep 10, 2016 ⏰

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