Capítulo 3.

260 54 11
                                    

—Y publicar. —Dije mientras sostenía en mis manos mi iPhone, acababa de escribir la excusa de ayer del porque no subí capítulo, espero que sea creíble.

Terminé de tomar mi taza de café y deje mi móvil en el escritorio, iré por algo de comer; después responderé y revisaré los mensajes y las notificaciones de Wattpad, me espera un largo trabajo.

Abrí la puerta de mi habitación y salí; mi casa no era de dos plantas era de un sólo piso así que para mi suerte, la cocina quedaba a escasos metros, sólo debía cruzar el pasillo, la sala y llegaba a mi hermoso destino. No tengo que subir ni bajar escaleras, punto para Judkins.

Entré a la cocina devorando mentalmente toda la comida que por mi mente pasaba y que suponía que habría en el refrigerador; sin embargo el mundo confabula en contra mío.

El. Refrigerador. Esta. Vacío.

Quizás, debí imaginármelo; mamá aún no va de compras al supermercado y toda la comida ayer quedo arruinada en el suelo, que en paz descansé la pobre e inocente.

En momentos así quisiera tener un novio que con sólo escribirle me trajera una pizza para mi sola, luego recuerdo todas las consecuencias malas de tener uno y se me pasa. Quizá algún día cambie mi filosofía... ¿A quién engaño? Jamás en mi vida he tenido un novio y no me veo en la necesidad de querer o tener uno, así sola estoy más que bien.

Volviendo a la realidad, cerré la nevera y arrastrando mis pies, volví a mi habitación con hambre, mucha hambre.

Entré a mi habitación, volví a tomar el móvil en mis manos y en cuanto entré a la aplicación naranja en la que tanto gastó tiempo de mi vida, me convertí en Leyla, la "gran" escritora de Wattpad dejando de ser Laura, la chica normal e insegura que esconde su verdadera identidad detrás de un usuario falso.

Abrí la aplicación y esta tardo unos segundos en procesar, siempre pasaba igual. Eran tantas las notificaciones que llegaban que ponía un poco lento el sistema de mi cuenta, aunque siendo sincera ya me acostumbre a sus pequeñas demoras.

Abrí los mensajes, estimo unos 250 mensajes nuevos y eso que apenas empieza el día.

Spam, spam, spam y más spam.

Empecé a borrar los mensajes que no eran más que Spam, seamos sinceros hay una posibilidad entre un millón de que alguien vea tu novela por medio del Spam.

Mensajes de desilusión porque no publique capítulo, una que otra amenaza o insulto y mensajes de cariño y felicitaciones.

Leía la mayoría y respondía los que podía en un régimen de lo posible, claro ya que son demasiados para mi sola.

Y así fue como transcurrió mi interesante día, revisando las notificaciones y los mensajes de Wattpad.

Escritora anónimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora