2.

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Era lunes, un día no tan normal para Mouque. Caminaba relajadamente por los pasillos de la solitaria escuela.
Era raro que él llegara primero, aunque normalmente cuando tienes el corazón roto, no sabes ni lo que haces.

Llego hasta el salón vacío, y se sentó en el fondo de la primera fila. Se quedo viendo a la nada.

De hecho, recordó el diario, acordándose de las palabras que había leído el viernes. Esa misma tarde se quedo pensando.

¿Qué más da seguir leyendo?

No habría nada de malo, ¿o si?

Definitivamente, esto lo tenia mas que inquieto.

Una pelirroja entro al salón, exactamente era Lia, la tipa que le rompió el corazón.

Nada peor que encontrarse a tu ex, solo tres días después del rompimiento.

—Bry... —susurró ella, pero él mantendría su orgullo en alto—. Bryan... Yo quiero hablar contigo.

—No hay nada que decir, Lia... —le dijo, mas bien tratando de ser fuerte.

—Si lo hay, Bryan escucha —Mouque se rindió, su orgullo perdió y la miro—; Te extraño.

—Lia, basta por favor...

—Estoy diciéndote la verdad, Bry...

—Solo pasaron tres asquerosos días, te metes con cualquiera y vienes así como si nada diciendo que "me extrañas" —Mouque estaba tan enojado en ese momento, pero no la miraría a los ojos, esos bonitos ojos grises, ¡no, claro que no!

—Bryan, no me trates así, en verdad quiero empezar de nuevo.

—¿Cómo puedes decir tal cosa, cuando tu terminaste conmigo? —le grito, al borde de las lágrimas. Era verdad ella termino de una manera cruel con él.

—Bry...

—¡No me llames así! ¡Lárgate de mi jodida vida! —Mouque salio rápido del salón, se veía algo cliché cuando se dirigió al baño.

Se metió a un cubículo y se sentó en el inodoro, comenzó a sollozar.

¿Quién tendría tal valor, como para llegar así como lo había hecho ella?

Y entonces lloró, lloró como si fuese lo único que supiera hacer.

Unos toques en la puerta, y una voz diciendo un apenas audible: "te encuentras bien".

Salio del cubículo, encontrándose con un chico casi de su estatura, con cabellos alborotados.

—Sí, estoy bien. No importa —Mouque miro al chico de manera rara. Se abrió paso alejándose de aquel chico raro (como lo había clasificado él), no era la primera vez que lo veía por ahí, yéndose de ahí.

Pero para Leyva, fue como morir e ir al cielo. ¡Bryan le hablo!
Y se preguntó en ese momento: "¿Estará leyendo el diario?" y con el simple hecho de que por su mente pasara el no se puso triste.

Mouque caminaba rápido, definitivamente no entraría de nuevo a la clase.

En cambio, salio de la escuela, se dirigió al patio de este mismo.

Debajo de un árbol se sentó, este lugar desde hoy sería como su pequeño secreto para llorar.

Puso su mochila frente a él, saco el diario, así es lo llevo por si acaso, lo tomo entre sus manos y lo abrió.
Paso sus dedos por la fina hoja, vio la letra tan fina y legible.

Y como si aún no se la creyera, suspiro pesadamente.

Día dos.

Bryan, hoy te vi. Pero no fue tan genial como pensé que seria verte.
Ibas con una chica de cabello rojo. Era muy bonita, me duele aceptarlo. Tienes unos gustos geniales.

A veces quisiera ser mujer, para que me vieras como la veías a ella.

Duele saber que eso es imposible, tanto como el que me hablarás.

Quisiera tantas cosas, me gustaría decirte algunas:

1. Que tan solo me miraras.

2. Que me abrazaras.

3. Que me miraras a los ojos.

4. Que me digas te amo.

5. Que tomaras mi mano.

Son tantas cosas, que seguro si las enumerará llegaría hasta al final y con segundo diario.
Tal vez exagero un poco, pero si serian muchas.

Pero este no es el caso.

El caso es que: si algún día esa chica no te valora, aunque no lo sepas yo estaré para ti. Secare tus lágrimas, seré el primero en enterarme y seré el ultimo que se quede contigo.

Bryan, mi amigo dice que estoy loco, que esto ni siquiera es amor.

Pero se que dentro de , lo hay. Y espero que también de ti.

Bryan Mouque, ten en cuenta de que siempre, siempre, siempre estaré para ti, pase lo que pase, cueste lo que cueste.

Por que así es esto, puedo esperar una eternidad por tu amor. O incluso puedo esperar a que acabes este diario.

Ten seguro que yo estaré cerca, por muy acosador que suene así será. Te lo prometo, cariño.

Te amo, Bryan.

-F.L.

—¿Por qué no estas justo ahora?

Esa simple pregunta quedo en el aire. Nadie hasta ahora podría contestarla.
Mouque estaba tan triste ahora que aún dudaba de todas estas palabras.

Buscándote. ||BM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora