CAPITULO 4
Una agradable calma inunda el departamento de los Ruiz, acompañado de los canticos infantiles que parten de los labios de Sofía, quien se encuentra arrodillada en la sala, mientras colorea un dibujo de las princesas de Disney en la mesa. Evangeline por el contrario se encuentra leyendo una de sus novelas favoritas sin descuidar a la niña que tiene enfrente.
¿Qué ha pasado desde la famosa tacita de café? Los días. Ya que han pasado dos semanas desde esa platica que tuvo con Gerardo. Ninguno volvió a tocar el tema de lo que les sucedió en el pasado, por el contrario, ninguno abre la boca si no está la niña de por medio. Los dos lo prefieren de esa manera.
La explicación para ese acuerdo mutuo que hicieron sin ponerse de acuerdo es simple. No les ha pasado que cuando te desnudas delante de una persona —y no me refiero en el ámbito físico, para que no piensen mal de ella —sino cuando desvelas tus secretos, tus problemas delante de alguien más, sientes que ya te ha visto en paños menores y temes verlo a la cara. Pues de esa manera se encuentran nuestros dos queridos protagonistas, desnudos el uno con el otro.
— ¿Cómo se llama el libro que estás leyendo? —le pregunta la castaña sin dejar de pintar de azul el vestido de Aurora.
—Bajo el sol de Kenia —le responde cerrando el libro para prestarle toda su atención a la niña que se encuentra frente a ella.
—Vas a decir que soy una completa burra —la rubia abre los ojos al escucharla decir eso —, ¿pero dónde se encuentra Kenia?
—Bueno, en primera no eres ninguna burra por decir eso —toca fugazmente la nariz de la niña —. Cuando yo estaba un poco más chica, creía que Beijín estaba aquí en el país, cuando por su nombre tenía que darme una idea de que no era así —se encoge de hombros —. Y respondiendo a tu pregunta, Kenia se encuentra en el continente africano.
— ¿África? —Sofía se pone de pie para tomar asiento en el sillón a lado de ella con entusiasmo —. ¿Es donde vive Simba, Mufasa, Scar y Pumba? —una risa brota de los labios de la rubia.
—Hipotéticamente hablando, sí. Allí viven todos esos animales.
—Solo que yo no entiendo porque todos aborrecen a Scar, si es de mis personajes favoritos —la niñera queda pasmada por el comentario de la niña. Sin duda le hace falta ver más veces la escena en donde arroja a Mufasa para comprender al resto del mundo.
—Será porque es el villano de la historia —alza la mano para evitar que la niña replique —. No te voy a negar que tiene su humor, al igual que Hades en la de Hércules, pero no deja de ser villano —la chiquilla resopla al oír eso.
—En lo que estábamos —en un santiamén le quita el libro de las manos para hojearlo un poco —. Muchas páginas —murmura al ver el número del final —, ¿de qué trata?
—Más que nada habla de la independencia de Kenia, y del racismo —Sofía parpadea sin dejar de mirarla. Por lo visto sabe que hay algo más —. Y de algunas historias de amor que transcurren ahí. De cómo un chico de color se enamora de una mujer blanca.
— ¿Se enamoran? ¿Entonces eso significa que se dan miles de besos y muchos abrazos a escondidas? —se abraza a si misma con los ojos cerrados —. ¿Al igual que en las películas? —las mejillas de Evangeline se tiñen de inmediato de rojo al escuchar esas preguntas por parte de una niña.
—Te está quedando precioso —le dice al ver su dibujo casi terminado y de esa manera poder cambiar de tema, ya que si llega Gerardo y escucha hablar a su hija de esa forma, no va a haber ayuda divina para salvarla —. ¿Te gusta mucho la princesa Aurora, verdad?
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Un Nuevo Comienzo
Roman d'amourToda historia tiene un final... pero en la vida, cada final es un nuevo comienzo. Que la historia termina al ver la palabra fin en los libros, o en los créditos musicalizados en las películas es solo una broma de mal gusto que nos han enseñado. Pues...