El fantasma de Baker street (Sherlock Holmes y Tú)

Medianoche

Narra John

Los días pasaron desde que internaton a (T/N)______ en el psiquiátrico.

Cuando le conté a Rosy que su tía necesitaba la ayuda de Sherlock, ella accedió a llamarle bajo sus condiciones.
Debía de guardar el secreto de que seguía vivo, hacer lo que le pidiese y comprarle un unicornio nuevo.
Obviamente accedí.

Aquella noche, dormí con Rosy en su habitación y al caer la media noche escuché un ruido.
Noté una sacudida en mi cuerpo, era Rosy.
-Papi despierta- dijo ella -el tío Sherlock está aquí-
-Hola John_ dijo Sherlock con una sonrisa ladeada.

Abrí los ojos y me sobresalté al ver el rostro de Sherlock a centimetros del mío y con una máscara cubriendo la otra mitad.
-¡Por Dios bendito Sherlock!- dije molesto -¿Quieres matarme del susto?-
-Lo siento- dijo él.
-¿Por qué no me avisaste Sherlock?- dije -dos veces ya...-
-Esta vez- dijo él -no quería que nadie más supiese de mi existencia-
-¿Por qué la máscara?- dije confuso.
-LA explosión- dijo con voz cortada -ha deformado mi rostro-
-Puedo ayudarte...- dije -dejame ver tus heridas-
-No John...- dijo alejandose un poco de mí -no quiero que huyas...-
-Tío- dijo rosy agarrando su mano -papá no se va ha marchar. Ninguno lo haremos ¿Acaso yo me fuí cuando me lo enseñaste?-

Sherlock soltó un suspiro y se sentó en una silla que Rosy tenía en su escritorio.
Con cuidado, despegué la porcelana de su rostro para no hacerle daño.
Sus heridas eran horribles, pero estaban muy limpias debido a los buenos cuidados que había tenido de ellas.
-La porcelana fue una buena idea- dije -y las has cuidado bien. Pueden reconstruirte perfectamente el rostro si quieras-
-Jim lo hizo...- dijo él -se fue a otro país para ello-
-¿Por qué no hacerlo tú?- pregunté -no tendrías problemas...-
-Porque es mi nuevo yo- dijo -una parte de mi que pocos conocen-
-¿Quién conoce por completo a Sherlock Holmes?- dije con una sonrisa ladeada.

Sherlock rió ante aquel comentario.
Verle de nuevo causaba en mí cierta alegría al igual que emoción.

Pronto recordé lo que (T/N)_____ me había pedido.
-Sherlock- dije -no sé si lo has escuchado ya... pero (T/N)____ está en el Psiiquiátrico-
-Sabía que lo harían...- suspiró -ya hablé con Mycroft pero tardaremos un tiempo-
-Mientras la saquemos de allí todo estará bien Sherlock- suspiré -si no lo hacemos...-
-Acabará como uno de los enfermos- dijo bajando la mirada.

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Narras tú

Los meses pasaron en aquel infierno.
Me encerraron varias veces en ls celdas de castigo por haber golpeado a los médicos cuando me querían sacar sangre o por morder a las enfermeras cuando me intentaban dar la medicación.

En aquel tiempo solo recibí las visitas de John y Mary, lo cual me hacía estar tranquila pero necesitaba verle a él.
Sherlock era el único que podía sacarme de allí y restaurar mi reputación con ayuda de Mycroft.

Aquella mañana estaba en los jardines sentada en una silla de ruedas con mi habitual camisa de fuerza, ya que los doctores tomaron precauciones desde la última vez que les golpeé.
De pronto una enfermera se acercó a mí y se arrodilló a mi lado.
-Hoy es tu día de suerte- dijo con una sonrisa -han venido a sacarte de aquí-
-¿Qué?- dije confusa.
-Si- dijo ella llevándome mi habitación -arreglate y pasa por la taquilla a recoger tus pertenencias-
-Está bien- dije cerrando la puerta cuando me quitó la camisa.

Tomé una ducha y me arreglé.
Me sentía muy confortable en mi antigua ropa y sentía como mi piel ya no picaba tanto.
Cuando terminé de arreglarme, pasé por la taquilla para recoger mis cosas y comprobé que estaba todo.

Me encaminé hacia la puerta de entrada del psiquiátrico y por primera vez en mi vida sentí pánico de abandonar aquel lugar.
Tenía miedo de la prensa, de la opinión de la gente, de mi reputación... pero sobretodo tenía miedo de Moriarty.
Ya había destruido mi reputación y podía volver a hacerlo sin problemas.

Cuando aquellas puertas se abrieron, los flashes de las cámaras me cegaron.
Toda la prensa británica se encontraba allí para verme salir del hospital Psiquiátrico pero solo me importaba una cosa.
Sherlock estaba allí esperándome junto a John y con el rostro oculto por una barba.

Me abrí paso entre las cámaras haciendo caso omiso a sus preguntas.
Cuando me libré de todas corrí a sus brazos y le abracé con fuerza comenzando a llorar.    
Sentir sus brazos rodeando mi cuerpo hacía que todos mis miedos se disipasen.
Entramos en el coche de John y pude tranquilizarme.
-Gracias- dije estrujando a Sherlock aún con lágrimas.
-No me lo agradezcas- dijo él secando mis lágrimas -no es algo que me debas agradecer-
-No sabes como lo pasé ahí dentro Sherlock- dije -es un infierno-
-Lo imagino- dijo besando mi cabello -ahora céntrate en los casos-
-Si- dije con una sonrisa -aunque supongo que ya no trabajaré con Lestrade-
-No estaría tan seguro de eso- dijo John parando en el 221B -ya hemos llegado-

Me bajé del coche con Sherlock y John acomppañándome.
Ver de nuevo aquella puerta hacía que un cosquilleo recorriese todo mi cuerpo.
Tomé la mano de Sherlock con fuerza aún sin creerme que aquello era real y no un sueño del que pronto me despertarían.

Subimos las escaleras hasta mi piso y lo que ví hizo que se me saltasen las lágrimas otra vez.
La señora Hudson, Lestrade, Mary y Rossy estaban esperándome con una tarta que ponía "Bienvenida de nuevo".
Soplé la pequeña vela que Rossy había puesto y les abracé con fuerza.
-¡Tia!- gritó Rosy a la cual agarré en brazos y estruje al mismo tiempo que ella lo hacía conmigo -Te extrañé mucho-
-Y yo a ti mi princesa- dije acariciando su pelo con una sonrisa para luego besar su frente.
-Tío Sherlock- dijo ella -¿Le has contado la sorpresa?-
-Rose- dijo Mary -eso era para el final-
-¿Qué sorpresa?- dije dejándola en el suelo -¿Sherlock?-
-Verás...- dijo -ahora vivo aquí-