El fantasma de Baker street (Sherlock Holmes y Tú)

No me importa

Al despertarme, noté como alguien acariciaba mi cabello.

Lentamente, abrí los ojos y contemplé como Sherlock me observaba.
-Hola- dije adormilada para estirarme.
-Buenos días- dijo con una sonrisa ladeada -¿Qué tal anoche?-
-Bien- dije sentándome sobre el colchón -cuando volví te habías quedado dormido-
-Si- dijo él -lo de Moriarty me tiene de los nervios-

Escuchar aquello hizo que mi corazón se parase durante unos segundos.

Mostré una sonrisa y acaricié sus rizos con suavidad.
-No te preocupes Sherlock- dije sonriendo -pronto le tendrás acorralado-
-He averiguado algo- dijo con una sonrisa ladeada.
-¿El qué?- dije intentando ocultar mi nerviosismo.

Sherlock me miró directamente a los ojos con cierta molestia.

En aquel momento supe que sabía todo lo que había pasado anoche.
-El arte del disfraz te permite camuflarte de tal manera que  nadie sabe que eres tú- dijo serio.
-No sé de que hablas Sherlock- dije seria.
-Lo sabes perfectamente- dijo él -anoche cenaste con él-
-Sigo sin saber a que te refieres- dije.
-No me mientas- dijo agarrando mis mejillas con sus fuertes manos -sabes que te conozco bien-

De pronto, un sentimiento de tristeza inundó todo mi cuerpo haciendo que las lágrimas brotasen de mis ojos.

Recordar todo lo de Moriarty y yo me hacía sentir culpable de muchas cosas.
Sherlock me abrazó con suavidad haciendo que mi rostro se ocultase en su pecho.
-Lo siento Sherlock- lloré -no debí ocultártelo-
-¿Por qué lo hiciste?- dijo.
-Porque...- dije sollozando -no quería que Moriarty supiera que aún estás vivo-
-¿Me has...- dijo extrañado -...protegido todo este tiempo?-
-Si- dije quitándome las lágrimas -no quiero que  Moriarty sepa nada de ti-
-¿Por qué?- dijo él -tiene que haber una razón para que no quieras que me encuentre-
-No quiero que te haga daño- dije -sabes que te estuve dando pistas siempre Sherlock pero en esta ocasion no he podido-
-Lo sé- dijo él -pero me resulta extraño que me protejas-

Miré al suelo aún con lágrimas en mis ojos, ya que no quería que Sherlock me viese llorar de nuevo.

Lentamente, Sherlock tomo mi barbilla con suavidad mientras una dulce sonrisa aparecía en su rostro.
Cuando mis ojos se clavaron en los suyos, no me había dado cuenta de lo cerca que estábamos en uno del otro.
Solo Unos centímetros más y podría entrar en contacto con los sensuales labios de Sherlock.
-Ya pasó- uniendo su nariz con la mía -no tienes que llorar-
-Lo siento Sherlock- dije con tristeza.
-No hace falta disculparse- dijo él -jamás podría estar molesto contigo-

De pronto, sus labios estaban sobre los míos fundiéndose en un dulce beso.

Sin darme apenas cuenta, estaba con las manos enredadas en su cabello mientras seguía su juego.
El beso cada vez era más intenso y nuestro pulso era muy elevado.

Sherlock bajó a mi cuello donde depositaba besos y mordiscos que me hacían gemir con suavidad.
Me tumbó sobre el colchón y se puso sobre mí mientras volvía a devorar mis labios otra vez.
Sus ágiles dedos de violinista, se deshicieron rápidamente de mi pijama haciendo queme quedase en ropa interior.
En sus ojos se reflejaba la lujuria y el deseo de una forma que jamás había visto en otro hombre.

Mis manos se deslizaron a su camisa para poco a poco ir descubriendo su hermoso torso.
Una mueca de tristeza apareció en sus labios cuando terminé de quitarle la camisa.
Se sentó en el colchón y miró a otro lado con vergüenza.
-¿Qué ocurre Sherlock?- dije -¿Pasa algo malo?-
-No te mereces a alguien como yo pequeña- dijo el contemplando sus quemaduras del brazo -esto no es para alguien como tú-
-Sherlock- dije con una suave sonrisa -no me importan tus quemaduras. Lo que me importa eres tú-
-Sé que no es cierto- dijo con pena -nadie querría acortarse con un monstruo como yo-
-A mi no me importaría- dije sentándome sobre su regazo rodeando su cintura con mis piernas -es más... te dan un toque sexy-
-(T/N)________- dijo él seriamente -no intentes mentirme-
-No lo estoy haciendo- dije sonriendo susurrando en su oreja.

Bajé a su cuello donde deposité pequeños besos y mordiscos que hacían que Sherlock gimiese con suavidad.

Sus labios volvieron a unirse con los míos yen pocos minutos ambos estábamos sin ropa.
Cuando me penetró, no pude evitar soltar un suave gemido que hizo queSherlock sonriese.
Poco a poco iba aumentando el ritmo de sus embestidas y yo le ayudaba moviendo las caderas para facilitarle la tarea.
Ambos gemíamos, nuestras lenguas jugaban entre ellas y poco a poco nuestro cuerpo se iba impregnando de sudor.
Nuestros gemidos eran intensos pero los acallábamos devorando nuestros labios una y otra vez.

Llegamos juntos al orgasmo, fue una sensación increíble.

Sherlock salió de mí con cuidado para no hacerme daño y depositó un suave beso en mi frente.
Me abracé a su cintura, apoyé  mi cabeza en su pecho y sonreí.
-No sé que me has hecho (T/N)______- dijo Sherlock acariciando mi cabello -antes yo no era... así-
-¿Así cómo?- dije mirándole.
-Antes no era feliz- dijo él -vivía en aquella cloaca, ocultándome de todo el mundo, observando a mis amigos desde las sombras-
-Sigues ocultándote Sherlock- dije apartando el pelo de su frente -pero siempre estaré a tu lado-
-Gracias- dijo con una suave sonrisa antes de abrazarme.

Mi teléfono sonó con un mensaje de texto, era Jim otra vez.

Me incorporé con suavidad para vestirme y leí su mensaje.

"¿Has dormido bien? Anoche me lo pasé de maravilla y espero volver a repetirlo. Por cierto, dile a Lestrade que nunca llegará hasta mí con facilidad -J.M-"

Solté un suave gruñido y metí el móvil en mi bolsillo antes de que Sherlock saliese del baño totalmente vestido.
-¿Quién era?- dijo Sherlock revolviendo su cabello.
-Era Moriarty- dije -al parecer le agradó mucho verme y cree que no le pillaremos-
-No seréis vosotros los que lo hagáis- dijo Sherlock con una sonrisa ladeada mirándose al espejo -yo mismo lo voy a hacer-