El fantasma de Baker street (Sherlock Holmes y Tú)

El juicio

A la mañana siguiente, Greg me acompañó al juzgado para declarar lo que había ocurrido.
Sabía perfectamente que nadie creería mi historia pero John también estaba allí para apoyarme.

Cuando entré en aquella sala llena de gente, todas las miradas se dirigieron a mí como cuchillos afilados que traspasaban mi cuerpo.
Me senté en el estrado y John bajó corriendo de las gradas.
-Por favor- dijo él -trata de no ser otro Sherlock ¿Si?-
-John- dije -lo de Moriarty es cierto-
-Cállatelo- dijo él -no queremos que te envíen a New Bedlam-
-No pienso guardarme las mentiras John- dije seriamente.

Narra Sherlock

Hoy era el día del juicio hacia (T/N)_____ y no pensaba dejar que la ingresasen en el Psiquiátrico o en la prisión.

Me puse uno de mis disfraces y fui a visitar a mi querido hermano al club Diógenes.
Anthea intentó cortarne el paso pero logré escabullirme y entrar en el despacho de Mycroft.
-Lo siento Mycroft- dijo ella -este hombre se ha colado-
-Dejale hablar- dijo él -puede que sea interesante-
-Si señor- dijo ella marchándose de la sala y cerrando las puertas.

Nada de aquel despacho había cambiado.
Los mismos sofás, los mismos libros, las mismas lámparas... y todo en el mismo lugar.
Lo único que estaba cambiado era mi hermano, el cual había engordado desde la última vez que le ví.
-Siéntese caballero- dijo él -¿Qué viene ha ofrecerme?-
-No voy a ofrecerle nada- dije con una sonrisa ladeada -vengo a pedirte un favor Mycroft-

Me quité la barba postiza dejando ver mi máscara y el sombrero que cubría mis ojos.
Al verme claramente, Mycroft empalideció casi tanto como una sábana.
-Hola querido hermano- dije con una sonrisa ladeada.
-Sherlock...- dijo él atónito -No.... no puede ser real... esto es un sueño-
-No lo es Mycroft- dije levantándome -sigo vivo pero oculto de la sociedad-
-Todos te creían muerto- dijo él.
-No lo estoy- dije seriamente -aquello no fue como Lazarus Mycroft. Aquello sucedió inesperadamente-
-Lo siento Sherlock- dijo nervioso -debí de haberme dado más prisa-
-No hubieses evitado aquello- dije -y en vez de un monstruo... seríamos dos-
-¿A qué te refieres?- preguntó confuso.
-Bajo esta máscara- dije -hay otro lado de mí... mi lado oscuro... el lado donde Moriarty dejó su marca-
-Muéstramelo- dijo él.

Lentamente y con molestia, despegué aquella pieza de porcelana de mi rostro dejando ver mi deformidad.
Las manos de Mycroft taparon su boca y sus ojos me observaban con horror, en ese momento tenía muy claro que ya no era el mismo Holmes de antaño.

Volví a cubrir mi rostro y le miré fijamente.
-necesito que me ayudes Mike- dije.
-¿Qué necesitas?- dijo él.
-Lo que (T/N)_____ dijo es cierto- dije seriamente -Jim Moriarty sigue vivo así como yo lo estoy-
-Es imposible- dijo él.
-No- dije -le estuvimos siguiendo la pista y ahora ella es su juguete, sabes como funciona su juego Mycroft-
-Claro que lo sé, tengo muy buena memoria- dijo Mycroft -pero a estas alturas de las circunstancias no puedo irrumpir en el juicio-
-Mycroft- dije comenzando a molestarme -si la ingresan en el Psiquiátrico, Moriarty tendrá el camino libre-
-Si lo hacen- dijo con una sonrisa ladeada -Jim atacará y se dejará ver en público por lo que haré que la saquen de allí inmediatamente-
-Está bien- dije molesto -lo haremos a tu modo pero no debes decir que sigo vivo-
-Sherlock...- dijo curioso -esta preocupación repentina por ella... tu actitud... No estarás enamorado ¿Verdad?-
-No- mentí -Es una gran detective que ha sabido estar a la altura de mi intelecto-
-¿Cómo puedo estar en contacto contigo querido hermano?- dijo él.
-Cuando quieras lo sabré- dije -vigila tu ventana porque allí dejaré mis mensajes-

Salí de allí y volví a casa pensando en lo que (T/N)______ estaría sufriendo.

Narras tú

Los miembros del jurado salieron después de reunirse para dar el veredicto.
Mi pulso comenzó a acelerarse, mis manos sudaban y mi estómago se hizo un nudo de los nervios.
-Bien- dijo el juez -¿Cuál es su veredicto?-
-Hemos decidido- dijo el portavoz -Que (T/N)______ (T/Apellido)_______ sea ingresada en el Psiquiátrico de New Bedlam hasta que se demuestre que lo que ha dicho es cierto-
-Caso cerrado- dijo el juez dando un golpe con el mazo.

Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos como dos cascadas.
John corrió a mi lado y me estrechó entre sus brazos con fuerza.
-Tranquila- dijo sollozando -demostraremos la verdad. No te voy ha abandonar-
-John...- solloce -búscale-
-¿A quién?- dijo confuso.
-A Sherlock- dije con las lágrimas derramándose en mi rostro -Rosy sabe como hay que contactar con él-
-Entonces...- dijo él -¿Sigue vivo?-
-Así es- dije antes de que me agarrasen dos enfermeros del psiquiátrico - encuéntrale-

Una suave sonrisa apareció en el rostro de John mientras yo me alejaba acompañada de dos orangutanes.
Me subieron a un furgón y me pusieron la ropa del psiquiátrico.
Aquella tela raspaba y picaba a horrores pero ahora tendría que acostumbrarme a esas cosas.

Poco a poco sentía como mi corazón se quebraba, ya que perdería toda mi reputación después de aquello.
Todo por lo que había luchado se esfumaba entre mis dedos como el humo cuando se trata de atraparlo con las manos.
Moriarty había logrado su objetivo, humillarme ante todo el mundo haciéndoles creer que estaba loca.

El trayecto fue largo, supongo que por el tráfico.
Cuando abrieron las puertas del furgón, la luz me cegó por unos instantes pero al abrir los ojos vi a un médico y dos enfermeras con una silla de ruedas.
Bajé del furgón y me senté sin decir ni una sola palabra, ya que no diría nada durante mi estancia en aquel lugar.

El ambiente que se respiraba allí dentro era horrible.
Olía a medicinas, se oían gritos de los enfermos en las celdas de castigo, insultos a los médicos de los lunáticos... ciertamente acabaría siendo una de ellos si pasaba demasiado tiempo allí encerrada en el mundo de los locos llamado New Bedlam.