Quemaduras

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Maratón 2/3

Al día siguiente, me desperté con muchas ganas de encontrarme con Jim Moriarty.
Habíamos quedado a las 4 de la tarde en un brunch que se daba a las afueras de Londres.
Era un sitio muy refinado donde solo unos pocos personajes podían acudir sin ningún problema.

No tenía mucho que hacer aquella mañana, por lo que el aburrimiento era inmenso.
Todos los casos que me había dado Greg estaban terminados y no había nada nuevo con lo que poder entretenerme.
Ahora comprendía muy bien a Holmes cuando se aburría, era odioso no tener trabajo que hacer.
La señora Hudson estaba jugando al Bridge con sus amigas en un pub, por lo que tuve que hacerme yo la comida.

No se me daba mal cocinar pero lo poco que sabía me salía delicioso.
Después de comer, me dí una buena ducha y me arreglé para mi encuentro con Moriarty.
Siguiendo los consejos del "Fantasma" decidí ponerme unos pitillos de color negro con una americana a juego, una camisa de color blanco y unos zapatos de tacón negro.
Alisé mi cabello y me maquillé de la forma más natural posible, que era como solía ir siempre.

Llamé a un taxi y cuando llegó eran las tres y media, justo como había previsto.
Llegué con cinco minutos de tiempo antes de encontrarme con Jim, el cual ya estaba sentado en su mesa.
Tenía unas prendas muy parecidas a las mías pero su traje era un Westwood.
Además, llevaba el lado izquierdo de la cara tapado por una máscara lo que me hizo volver a sospechar sobre la identidad de aquel ser que me visitaba durante la noche.

Cuando llegué a su lado me miró con una sonrisa ladeada.
-Eres muy puntual- dijo con un suave tono de voz -siéntate-
-No me gusta hacer esperar a la gente- dije tomando asiento frente a él -¿Por qué me has citado aquí Jim?-
-Querida- dijo con una risilla -tenía ganas de volver a verte-
-Yo a ti no la verdad- dije seria sin mostrar ningún tipo de sentimiento.
-¿Sigues molesta conmigo por matar a tu novio en aquel accidente?- dijo con una risa -me aburría y necesitaba jugar-
-No- dije seria aunque en verdad me dolía recordar aquel suceso -eso es agua pasada. ¿Por qué estoy aquí?-
-Tengo entendido- dijo él -que ese estúpido de Lestrade te ha pedido averiguar cosas sobre el caso Holmes que también es sobre mí ¿Correcto?-
-Así es- dije -pocas veces te equivocas-
-Pues quiero darte información sobre como logré sobrevivir- dijo él.
-No me interesa- dije -lo que quiero saber es por qué mataste a estas tres personas-

Saqué unos documentos sobre el caso que estaba investigando y claramente tenían las pistas de haber sido asesinadas por secuaces suyos.
Jim mostró una sonrisa ladeada al verlos, aquella sonrisa hacía que se viese aterrador.
-Eran parte de mi juego- dijo él -pero me cansé de jugar con ellos-
-¿Por qué has vuelto?- dije.
-HE vuelto a por ti- dijo él -siempre me has pertenecido preciosa-
-Nunca seré tuya Jim- dije seria -te lo dije-
-Claro que lo serás hermosa- dijo tomando mi mano para besarla con suavidad -y lo vas a ver muy pronto-
-¿Por qué llevas esa máscara?- dije.
-La explosión- dijo él -ha deformado mi rostro pero pronto me van a reconstruir las heridas para dejarlo como estaba antes-
-¿Puedo verlo?- dije interesada, ya que aquel tipo de heridas me encantaban -resulta fascinante ver ese tipo de quemaduras-
-Claro- dijo llevándose la mano a la máscara.

Cuando se quitó aquella pieza de porcelana del rostro me quedé paralizada, nunca había visto un rostro así.
Apenas tenía piel, su ojo estaba medio cerrado, perdió parte de su labio haciendo que se pudiesen ver algunos dientes, casi no tenía cabello en la mitad del cráneo... era horrible pero fascinante al mismo tiempo.
Jim volvió a ponerse la máscara y mostró una leve sonrisa ante mi fascinación.
-Que sepas que no pararé porque tú me lo pidas- dijo él -tengo todo perfectamente planeado-
-Tranquilo- dije -te atraparé y estarás en la cárcel-
-Lástima que tengo que viajar fuera del país para operarme- dijo él -me agradaría tanto la compañía de una mujer como tú-
-Lo siento Jim- dije apartando su pie de mi pierna -no lograrás convertirte en mi pareja. No me van los chicos problemáticos-
-Es una pena- dijo él -nos veremos pronto señorita (T/A)______-

Moriarty fue el primero en abandonar el lugar y a continuación lo hice yo.
Justo en la entrada del local me esperaba un coche con los cristales tintados y una mujer de cabello ondulado también.
Era la ayudante del señor Holmes.
-¿Todo bien?- dijo ella mirando la pantalla de su móvil.
-Perfectamente Anthea- dije con una sonrisa ladeada subiendo al coche después de ella.
-Mycroft te espera en su despacho- dijo ella -tienes toda la información  ¿Verdad?-
-Por supuesto- dije sacando una grabadora de mi bolsillo -soy mejor que Junior-
-Ya lo veremos- dijo ella con una sonrisa.

Al llegar al club Diógenes, se respiraba una paz inmensa.
Todo era tranquilo y silencioso, no me explicaba como el señor Holmes aguantaba aquella atmósfera.
Subí por unas escaleras hasta la planta superior, ya que allí se encontraba el despacho de Mycroft.

Estaba al final de un largo pasillo con algunas obras de arte colgando de sus paredes.
Toqué dos veces en la puerta y escuché una voz masculina cediéndome el paso.
Entré y vi al señor Holmes en su butaca con una sonrisa.
-Eres muy puntual querida- dijo con una sonrisa -me gusta que no me hagan esperar-
-Gracias Mike- dije sentándome y sacando mi grabadora del bolsillo -aquí tienes todo lo que querías-
-Perfecto- dijo él -¿Sabes dónde se va a operar?-
-Fuera del país- dije -supongo que una clínica especializada en la reconstrucción facial de Estados Unidos-
-¿Cómo lo sabes?- dijo él.
-Sencillo- sonreí -en el bolsillo de su chaqueta se podía ver un billete con destino a Washington, por lo que supongo que se operará allí-
-Increíble- dijo él -mi hermano estaría fascinado por tu asombrosa inteligencia-
-Si necesita algo- dije -ya sabe donde buscarme-
-Por supuesto querida- dijo él -que tengas un buen día-

Abandoné el local y llamé a un taxi para volver a mi hogar.
Durante el trayecto, no podía dejar de pensar en Moriarty y cual sería el pérfido plan que estaba tramando sin que nadie lo supiese.

El fantasma de Baker street (Sherlock Holmes y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora