Capítulo 2

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-¿Hyomin...? - pregunté desde abajo, pero al ver que no respondía decidí subir. Era la habitación de ella la que se encontraba abierta, mire desde afuera, todo parecía estar en orden así que ingresé. Al entrar, la puerta se cerró de golpe y escuché esa ronca voz en mi oído, algo comenzó a tocarme el cuello, intenté gritar pero no podía ni moverme.

-¿Me extrañaste? Ahora serás mía... - dijo riendo.

-¡Amiga despierta! ___ estás soñando... - sentí unas manos estremecerme y fue cuando desperté, era sólo una pesadilla - amiga estabas soñando.

-Me estoy volviendo loca - dije con la cara sudada.

-Espera aquí, te traeré un refresco para que se te pase el shock - dijo Hyomin y bajó por él.

Me sentía inquieta, miré por la ventana, todo parecía estar en orden. Sentí la puerta abrirse y me sobresalte por completo, pero la calma volvió hasta mí cuando vi que era Hyomin.

-Aquí esta amiga, ten... - me dio una soda, la cual tomé. Más tarde, con ella a mi lado, fui hasta el baño y tomé un calmante para los nervios. Volví hasta la cama, me desplomé en ella y quedé dormida en minutos.

Me levanté y fui a la ducha, dejé caer el agua por mi cuerpo, esta vez me lavé el cabello, me vestí y baje hasta la cocina. Preparé el desayuno de Hyomin y mío, unas tostadas con tocino, huevo y leche. Los puse sobre la mesa y vi como ella bajo alegre, me dio un beso en la mejilla y se sentó enfrente de mí.

-Se ve delicioso - dijo mirando el desayuno.

-Eso sólo lo sabrás si lo comes - dije. Ella no perdió más tiempo y se destinó a comer. Al terminar, hicimos algunos oficios en la casa con algo de música, pues no teníamos clase, era sábado.

-Salgamos en la noche - me propuso ella, yo negué - oh vamos ___ no te encerrarás toda la vida, ni dejarás tu vida atrás sólo por un perdedor que anda tras tuyo, tómalo con calma.

-No, en serio ve tú. Yo me quedaré en casa, veré una película y luego me iré a dormir.

-Ni para qué te insisto - dijo bufando.

Subió hasta su habitación y yo seguí con algunos jarrones limpiando. Cuando por fin acabé, me fui hasta el jardín a regar las plantas. Se hizo de noche y Hyomin salió, dejándome sola en casa. Fui a la cocina por un refresco y preparé palomitas, busqué una película, "Amor entre dos mundos" fue la escogida. La coloqué y comencé a ver, al cabo de media hora me quedé dormida, pero me despertó un ruido, me sobresalté de inmediato, no había luz en la casa, así que fui por una linterna. Cuando la hallé, fui a mi habitación por mi celular, pero no lo encontraba y fue cuando me di cuenta, por la claridad de afuera, que en las demás casas había luz menos en la de Hyomin.

Decidí ir abajo a revisar el panel de luz y me llevé la sorpresa de que los cables estaban totalmente rotos, aún chispeaban, me entró el pánico. Tomé el teléfono para llamar a la policía, pero no tenía señal, maldije por eso, además no encontraba el celular. Intenté calmarme y salir, pero todo estaba cerrado y no podía abrir ¡qué demonios!

-¿A dónde vas mi reina?... -escuché su voz. Volteé y la linterna se me cayó, miré a oscuras, la linterna alumbró sus pies, me agaché para recogerla, pero el lugar de donde provenía la voz ya no se encontraba nadie. Mis nervios no me ayudaban, fui hasta la cocina corriendo y tomé un cuchillo, sentía estropicios en todos lados y además su risa.

-¡¡Vete de aquí!! ¡¡Déjame en paz!! - grité. Sentí un silencio absoluto, hasta que uno de los sartenes cayó al suelo. Corrí escaleras arriba y me encerré en mi cuarto, la puerta comenzó a azotarse - ¡¡Lárgate!! maldito... - dije entre lágrimas. ¿Y ahora? ¿hacia dónde corría? el baño... Entré en el y le puse seguro, de repente los ruidos secaron, ya no los oía, pero tal vez intentaba distraerme.

En el baño había una pequeña ventana, así que sería mi última salida, estaba abierta. Trepé en ella y subí como pude, caí del otro lado muy feo, pero con los nervios que tenía no sentía dolor alguno y seguí corriendo. Vi unas personas a lo lejos, corrí lo más rápido que pude hasta la salida de la casa, pero me había tumbado, caí de boca en el césped.

-¡Ayúdenme...! - grité y sentí un pañuelo en mi cara. Traté de no respirar, pero era inevitable si no me ahogaría, pronto comencé a sentirme débil, trataba de moverme, pero mis músculos se sentían muy débiles, en eso, escuché su voz.

-Ya casi nena... - fue lo último que escuché y luego todo se volvió oscuro por completo...


ACOSADA ~Seungri~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora