Gemay Daysi charlaron animadamente durante todo el camino hasta elregistro civil. Tanto mejor. Harry no tenía ganas de hablar. Era eldía de su boda. De su segunda boda. Trató de concentrarse enpensamientos positivos. No estaba enamorado de Louis ni se hacíailusiones sobre aquel matrimonio. Louis no había tratado de fingirque sería algo más que un matrimonio de conveniencia por el bien de Daysi.
—Estás muy callado, papi —observó Daysi finalmente cuando Harry salíacon piernas vacilantes de la limusina que Louis les había mandadopara que los recogiesen.
—Los nervios del día de la boda —comentó Gema alegremente. —Ojala note hubieras puesto ese traje negro —dijo Daysi frunciendo el ceño.
—Es elegante —murmuró Harry.
—Pero pareces que vas a un funeral.
—Como puedes ver, papá se siente abrumado —barbotó Daysi—. Son los nervios... no es mieditis ni nada parecido.
—¿Ó sea que no trataste de huir en el último minuto por la ventana del baño?—murmuró louis suavemente a oídos de Harry.
—Signor Tomlinson... —dijo Louis llevando la mano de Harry, frío como elhielo, a sus labios para besarlos.
—Pensé que habías salido corriendo —confesó con total serenidad—. Has tenido suerte de no hacerlo. Habría llamado a la policía...
¿A la policía? —repitió Harry horrorizado.
—Cuando te supera tu sentido de la tragedia, es muy probable que te arrolleun autobús — bromeó con voz ronca—. He conocido a gente que se ha enfrentado a la muerte con más entereza que tú a nuestra boda, pero ha sido una experiencia memorable y te lo agradezco desde lo más profundo de mi corazón. He estado extasiado desde que entraste tambaleándote en el registro civil vestido completamente de negro.Cada uno de tus suspiros lacrimosos y de tus estremecimientos me ha tenido hechizado.
—¿Cómo dices? —inquirió Harry ruborizándose y cuadrándose de hombros.—Oh, no dejes de ir cabizbajo —suplicó Louis observándolo con animados ojos celeste —. Me hace sentirme tan increíblemente macho y medieval. — ¡No voy cabizbajo! —exclamó Harry con indignación.
—Y pareces tan increíblemente masculino y frágil cuando lo haces que siento un verdadero impulso erótico —añadió mirándolo con repentina apreciación sexual.
—Ese comentario estaba fuera de lugar —acertó a decir en un tono que esperaba resultase de desaprobación—. Esto es un matrimonio de conveniencia.
—¿Y cómo defines la palabra conveniencia? ¿O no has llegado a tanto todavía? —inquirió
—¿Barry?—inquirió Louis paralizado.
- Vino a verme para desearme buena suerte —dijo Harry poniéndose rígido. Barry había felicitado a Harry por la buena boda que iba a hacer y había insinuado que le debía un favor por su buena fortuna ya que Louis, después de todo, había sido su cliente. —Tal vez quisieras casarte tú con él en mi lugar —le había dicho Harry. Barry había pro rrumpido en carcajadas y pronto había revelado el verdadero motivo de su visita.
—Tiene miedo de que algún niño en el autobús no haya visto la limusina—gimió Harry avergonzado.
—Es feliz —replicó Louis—, y eso es todo lo que importa.
—¡Que paséis una luna de miel maravillosa! —les despidió con alegría.— ¿Qué luna de miel? —gimió Harry cuando la puerta se cerró.—Vamos a tomar un vuelo directo a Italia —le in formó Louis—.Gema te ha metido unas cuantas cosas en la maleta.
ESTÁS LEYENDO
El Engaño
RomansaHarry siempre recordaría su fugaz matrimonio con Louis Tomlinson siendo aún un adolescente. Louis se cansó de él pocos meses después de la boda, así que Harry lo abandonó para dar a luz a su hija en soledad. Louis volvió a irrumpir en su vida y Har...