1) Como odio los aviones.

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¿Sabéis cuándo vuestros padres os obligan a viajar a sitios que no querrías visitar? Ese es mi caso.
Vivo en las Islas Canarias y este verano mi familia planea ir a la Península Ibérica a pasar dos semanas.
Nos vamos hoy.
-Mamá no podemos irnos, ¿y si el avión se cae, o si se le acaba la gasolina; y si se le cae un motor?-
-Anda Celia, cállate ya y ayúdame a llevar las maletas al coche.- dijo mi madre.
-¡Mamá!-
-¿¡Qué?!- grito ella soltando las maletas.- Deja ya de ser una niña pequeña, tienes 17 años, a demás al avión no le pasará nada; ¡tu padre es piloto!-
-Que sea piloto de aviones no significa que no le pueda tener pánico...- dije por lo bajo.
-Son sólo dos horas de vuelo hasta Madrid, encima vas con tus hermanos.-
-Si, eso me alegra más.- dije con ironía.
-¡César!- Silvia, mi hermana de 8 años bajaba corriendo las escaleras.- ¡Suelta esas tijeras!-
César la seguía moviendo unas tijeras con las manos. El tiene 4 años.
-César, deja las tijeras.- dijo mi padre bajando las escaleras cargado de bolsas.
-Papá, ¿ahí es en dónde está mi móvil?- señalé a una bolsa de color negro.
-Deja de pensar en el telefónito y sube al coche.- mi padre me lanzó una bolsa de color verde y me obligó a subir al coche.
<<Vaya asco de viaje.>>
-Papá, ¿no me puedo quedar con la abuela?- pregunte ya dentro del coche.
-No, de todas formas, ya tenemos los pasaportes.-
Ya, todos subidos en el coche, arrancamos motores y mi padre dijo:
-Madrid, allá vamos...-
***********************
-Su reloj, su collar, su cinturón, sus aparatos electrónicos, si lleva algunos en la bolsa y sus pendientes.- dijo una chica.
Todo lo que dijo, lo deposité en una caja de plástico.
Pasé el control y ninguna luz roja pitó. Luego fui a coger mi caja.
-Ok, mi móvil, mi collar, mi reloj y mi pendiente...¡¡mi pendiente!!.- grite.- ¿Donde está mi otro pendiente?.-
Mire en todos lados, en la bolsa verde, en los bolsillos de mis vaqueros, en mi chaqueta...nada.
Mire a mi madre, que estaba con la chica. Y lo vi:
A la dependienta meterse MI pendiente en un bolsillo.
<<Puto aeropuerto, me tiene que pasar todo a mi.>>
Caminé hasta ella y le toqué en la espalda.
-Disculpa, tienes mi pendiente, ¿me lo das?- dije tranquila. Bueno, no estaba tranquila, esa zorra me había robado mi pendiente.
-Lo siento, yo no tengo tu...-
-¡¿Cómo que no lo tienes?!- grité- Te he visto con mi pendiente, ¡te lo has metido en un bolsillo!-
La gente nos estaba mirando y mi madre se acercó y preguntó:
-¿Celia, que está pasando aquí?-
-Que está perra me ha robado MI pendiente.- señalé el bolsillo donde había metido el pendiente.- Lo tiene aquí.-
Mi madre metió la mano y rebuscó mientras la chica decía:
-¿Quiénes son ustedes para meter la mano en mi bolsillo, allí tengo cosas.-
-Si, y está cosas es de mi hija.- mi madre sacó un pendiente de color rojo coral.
In your face bicht.
Recogimos nuestras cosas, salimos de allí, mientras le enseñaba un dedo especial a la chica.
**********************
-Mamá, ¡¡me voy a morir, me voy a desmayar, me va a dar un ataque!!- dije mientras me abanicaba con las instrucciones  del avión.
-Mamá esta delante.- dijo una voz aguda.
-Oh, se me olvidaba, gracias Silvia.-
<<Malditasea, porqué no me tocó con César>>
-¿Por qué te va a dar un ataque?-
-Por nada, nada déjame dormir.- dije mientras me recostaba sobre el asiento.
-Vale, pero que conste que si nunca te despiertas es que a el avión le ha pasado algo y tu has muerto.-
-¡Silvia!- grite- Joder, voy al baño.-
Era el único lugar en donde no había ni ninguna Silvia ni ningún César....
Camine por el pasillo del avión en dirección al baño. La gente veía películas, o jugaba con su Ipad o dormían. Mientras que a mi no me dejaban tocar mi móvil. Pero mis padres no han dicho nada de que en el baño no pueda...
Entré en el baño de chicas y saqué mi móvil del bolsillo.
Me apoyé en la pared y me puse a chatear por whatapp.
-Mierda, no hay WiFi.-
En ese momento, el piloto habló por el altavoz:
-Señores pasajeros, estamos atravesando una zona de turbulencias, por favor quédense en sus asientos y ajústense los cinturones.-
Fui a abrir la puerta, pero esta no se abría. Entonces el piloto volvió a hablar:
-Señores pasajeros, les informamos de que estamos empezando el servicio a bordo.-
<<Fuck el carrito, seguramente es el que está atrancando la puerta. Y en efecto, escuchaba a las azafatas poner el agua, las chocolatinas y hablar entre ellas, el carrito impedía que abriese la puerta...y BOOM, mi cara chocó contra el suelo. Dolorida y furiosa me levanté y comprobé si mi móvil estaba vivo; y lo estaba. Luego empecé a golpear, pegar patadas y chillidos.
La puerta se abrió y salí disparada contra la puerta del baño de chicos y allí pensé:
<<COMO ODIO LOS AVIONES>>

Amores del veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora