Amores del verano

2) ¡SILENCIO!

Después de otra hora en el avión del sufrimiento, llegamos a Madrid. El plan era este:
Estar una semana en Madrid y el domingo salir disparados hacia el campamento. Lo bueno: Relax una semanita. Lo malo: No poder hablar con Jodie, ni con Marta, ni con Penélope, ni con Nuria...también que el viaje hasta el campamento son 5 horas en el coche. ¡5 horas!
-Aquí estamos.- dijo mi madre orgullosa.
-¿Por qué estas orgullosa?-
-Por que después se haber estado una hora caminando por todo Madrid buscando el hotel, al fin hemos llegado.- explicó ella.
-A, sí, se me había olvidado.-
-También se te olvidó él mapa...¡tu eras nuestra guía!-
-Todo el mundo, sin querer pone el mapa al revés y se guía así...-
<<Todos los retrasados, claro>>
Mi madre no contestó.
Entramos al hotel. Todo era tan bonito, tan frágil y delicado, que mi hermano nada más entrar por la puerta del hotel, rompió un garrón.
-¡César!- mi madre gritó y mi padre corrió a intentar juntar el jarrón.
Un guardia que se encontraba allí fue y apartó a mi madre y a mi padre.
-Señores, tendrán que pagar el jarrón.- el guardia extendió la mano para coger el dinero.-60 €.-
Mi madre pagó y el guardia dijo:
-Gracias, ahora han de pagar...-
Mi madre lo interrumpió cogiendo las maletas y gritando:
-¡A la habitación señores, no pagaremos nada más, familia corred!-
Corrimos dejando al mayordomo con la palabra en la boca y corrimos hasta la habitación 128.
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Han pasado dos días y ya estoy harta de pasear por Madrid. Sólo quiero hablar con mis amigas. Necesito hablar con Jodie y Penélope. Dos muy buenas amigas mías que ahora mismo están a kilómetros de aquí. Vida, ¿por qué eres así conmigo?
Tengo que decirles qué va a ser, un viaje del horror. Penélope y Jodie son morenas y tienen el mismo carácter, ¿serán hermanas?
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La semana ya había pasado y ya nos estábamos subiendo al coche para ir al campamento.
-¿Quién lleva el mapa?- preguntó mi madre.
-Yo no, a menos que queráis que os vuelva a perder...-
-Me encargo yo, vuestro padre irá al volante y yo seré la guía.-
Arrancamos el coche y nos pusimos en camino.
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-¡SILENCIO!-
Llevábamos cuatro horas en el coche y todavía faltaba una.
Silvia tenía la música a tope, César hacía ruidos con la boca y mis padres cantaban la típica canción qué dura horas y horas y que, al final, prefieres tirarte por la ventana.
-Oh venga, canta con nosotros.- me animó mi madre.
-Prefiero tirarme por la ventana.-
-Eres una exagerada.- mi madre volvió a cantar.
-No, no lo soy-
Para colmo, paramos en una gasolinera y mi madre compró varias chocolatinas, unos refrescos y varias revistas.
-¿Y mi Coca Cola?- pregunté.
-Toma.-
Mi madre me dio el refresco y una chocolatina. A mis hermanos, también.
-No os lo comáis del tirón, esperad un poco.- sugirió mi madre.
Yo ya iba por la mitad de mi refresco, Silvia ya se había comido su chocolatina y César estaba rompiendo una revista de mamá.
-¡Dios, sois tal para cual!- se quejó mi madre.
-Ya sabes el dicho: de tal palo...-
-Tal astilla.- dijeron mis hermanos a la vez.
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Hola, siento mucho la espera...
No he podido editar nada por que he estado muy ocupada.:)
¡Siento si he echo esperar demasiado a alguien!
Lucilu16