-¡¡TENGO SUEÑO!!- grité.
-Vamos, Celia levántate y vístete. Hay que ir a desayunar.- dijo mi padre.
-¿Qué hora es?-
-Las nueve y media; mamá, Silvia y César ya se han ido a desayunar.-
Me levanté y me vestí poniéndome un pantalón vaquero corto y una camiseta vieja que podía ensuciar.
Salí por la puerta pensando en si en el primer turno estaría Alex, Alejandro o Álvaro.
Cuando entré en el restaurante, estaba casi lleno pero pude ver a mi madre guardando una mesa.
Y a la izquierda estaba Alex con su familia. Otra vez aquella mirada extraña.
-Por fin te has despertado...- dijo Silvia.
-Calla...- fui interrumpida por Omar que se subió a una silla.
-Buenos días, las actividades por la mañana empiezan a las 10 y acaban a las 1.-
<<Ahora también tengo que ir a hacer esas mierdas por la mañana.>>
Omar se volvió a sentar y entonces por una puerta vi a Alejandra entrar y mirar a Alex de una forma extraña.
<<¡Es mío!>>
Wow, me siento egoísta.
Desayuné y me fui a poner el bañador. Al salir vi pasar a Álvaro y Alejandro que supongo que iban a desayunar, ya que eran del segundo turno. Y los dos me guiñaron el ojo.
<<LOL>>
*************************************
-Rocodromo, tiro con arco, piscina y tirolina.- esas eran las cuatro actividades de la mañana que habían apuntado en un papel que colgaban en un cristal de la zona de niños.
Justo al llegar a la piscina nos dividieron en cuatro grupos y a mi me tocó con Raquel y Alejandra.
<<Seguro que son unas pijas...>>
A nosotras nos tocó primero tiro con arco. La cola era insuperable.
Delante mío estaban ellas dos, que por lo que parecía ellas ya se habían echo amigas.
Pero entonces Alejandra se giró hacia mi y me dijo:
-Hola, yo soy Alejandra y ella es Raquel, ¿cómo te llamas?-
-Celia.- contesté.
-Ahhh...la canaria...-susurró.
-¿Perdón?-
-¿Por qué pides perdón?-
<<Subnormal, se llama ironía.>>
-Jajajaja, es una broma, el monitor no debió de decir eso, eres de España igual que nosotros, aunque tu acento sea distinto eres del mismo país que todos los que hay en este campamento. Fue un imbécil y un idiota.-
<<LOL, esta tía ya me cae bien.>>
-Ya, no le di tanta importancia.-
-Tanta como para largarte de allí maldiciendo a todo el mundo...- dijo Raquel.
-Estaba enfadada...-
-Vaaa, es normal, si a mi me dijeran que soy una contestona por ser sevillana y se rieran en mi cara le estamparía una pala en la cabeza.- dijo Alejandra.
-¿Eres de Sevilla?-
-Si.-
-¿Y tú?- señale a Raquel.
-Yo vengo de Madrid.-
-Cinco horas en coche, ¿no?-
-Siiiiiiiii- dijo ella.
-Me caéis muy bien, no sois como me esperaba.-
-Ya sabes, las apariencias engañan.-
****************************
-Bien, ¿quien va primero en la tirolina?-
En la tirolina habíamos conseguido coincidir con los chicos y el primero fue Álvaro. Vimos como subía con el arné puesto y el casco. Había que cruzar la piscina, el bar y el aparcamiento para llegar al sitio en donde nos tiraríamos.
Se veía a Álvaro desde lo alto de una plataforma y de repente lo vimos caer. La cuerda recorría el ancho del lago de forma de que si estirabas las piernas podías tocar el agua del lago. El arné de Álvaro se frenó bruscamente y casi se entrompa contra una colchoneta azul que estaba pegada a un palo.
<<Ok, esto no es normal, si me pidieron ser su amiga, ¿por que no me hablan?>>
Y era verdad, desde ayer ninguno de los tres me había dirigido la palabra.
Luego siguió Alejandro y luego el último fue Alex. Cuando Alex se bajó de la tirolina, supuse que los tres se irían, pero por lo que Alejandro susurró supe que no se irían:
-Quedémonos hasta que Celia se tiré. Para verla.-
<<Cada vez me siento más acosada>>
-¡¡Ahora yo!!- grité.
Me pusieron un casco que pesaba un montón y un arné que pesaba el triple.
<<Ahora a correr sin parar con este peso.>>
Cuando llegué a la plataforma me entró vértigo.
-Ah no, no, yo no me tiro por aquí.-
-Tarde.- y el monitor me empujó haciendo que cayera.
-AHHHHHHHHHH NO QUIERO MORIR.-
Y antes de llegar al final empecé a dar patadas al aire de forma que sin querer, mi zapato tocó el agua y cayó.
-¡Mi zapato!- grité cuando me bajaron de la tirolina.
Alejandra y Raquel no se subieron a la tirolina por lo que le había ocurrido a mi zapato.
-Ok, ¿pasamos de el rocodromo y vamos a la piscina?- preguntó Alejandra.
-Oka, pero primero tengo que recuperar mi zapato.-
Los chicos, por otro lado se estaban partiendo de la risa.
-Soy capaz de tirarles sus zapatos al lago...- amenacé.
-Va, te acompañamos.- dijo Alex.
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Al llegar al lago pregunte a Mario que estaba allí:
-¿Puedo coger una tabla para ir a buscar mi zapato?-
-No, ahora estamos en horario de actividades.-respondió.
-¿Seguro que no podemos hacer nada?- le preguntó Álvaro.
-No.-
-A tomar por saco.- dije mientras iba a un perchero con chalecos salvavidas y me ponía uno.
-Celia, espera, no puedes hacer eso.- dijo Alex.
-Me da igual, quiero mi zapato.- dije segura colocándome en frente del puente del lago.
-Nooo- gritó
-Tarde.-
Corrí por todo el puente y me lancé al agua.
<<Está calentita>>
Empecé a nadar en busca de mi zapato y cuando lo vi, lo cogí, volví a la orilla.
-¿Eres consciente de que te acabas de tirar del puente con ropa?- preguntó Alejandro cuando llegué.
-No.-contesté.
-Yo quiero hacer lo mismo.- dijo Alex poniéndose un chaleco.
-Y yo.- dijo Álvaro.
-Yo también.-dijo Alejandro.
Cuando estábamos los cuatro con chalecos nos pusimos en cola.
-Ah, ni de coña, no voy a hacer cola para tirarme al lago.- comenté antes de correr por el puente hacia el lago.
Al caer al agua miro hacia arriba y veo a Alex tirarse al agua. Y al caer mirarme de la misma forma que lo hizo en el desayuno.
-Alex, ¿por qué me miras así?-
-¿Cómo te miro?-preguntó
-Ehhhhhh, no se, como si me estuvieses analizando o interrogando.- supuse.
-Eso es justo lo que hago. Tienes algo especial, algo distinto a todas las chicas que he conocido. Todo te da igual. Eres fuerte. Celia, tienes algo especial que a mi me gusta.-
<<LOL>>
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Amores del verano
RomanceCelia no quiere irse a un campamento familiar, odia viajar en aviones... Lo que no sabe es que si no hubiera ido al campamento, no hubiese aprendido una importante lección y se hubiera arrepentido no haber subido al avión.