¡Eso es un delito!

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Foto de Lauren en multimedia :D

[ Annabeth Chase ]

Salí con Percy hacia el patio delantero de la escuela, muchos de los estudiantes ya se habían ido a sus casas pero aún así quedaban unos pocos esperando a que llegara el autobús que los llevaría a su destino. Apreté la mano de Percy, que estaba entrelazada con la mía.

Segundos antes el estaba viendo como el agua caía de la fuente que adornaba gran parte del patio, pero luego el giró su cabeza hacía mi y me sonrió. Fue como en una de esas escenas de película donde los protagonistas se miran y al instante caen profundamente enamorados el uno del otro.

Pero claro eso no dura mucho tiempo.

Amber llegó hasta nosotros arrastrando sus pies por el suelo y haciendo un extraño sonido que parecía ser un "Ahhhhhh" Todo casual. Ella era una de las últimas personas que abandonaba la escuela. Ella se negaba a subir a un autobús, pensaba que las personas allí (en especial los chicos) eran más insoportables de lo normal. También se negaba a caminar (Su excusa es que no quiere gastar sus zapatos, porque no los regalan)

Así que su hermano tenía que venir a recogerla en su auto cada día después de salir de clases, el no estudiaba con nosotros y tardaba aproximadamente quince minutos en llegar desde su universidad hasta aquí. Pobre chico.

-¿Qué te pasa? -dije riendo por lo bajo. Amber siempre tenía una expresión graciosa adornando su rostro, no importa que. Ahora mismo se veía muy graciosa levantando tanto sus cejas que parecía que se irían volando y con toda su boca abierta, aún venía arrastrando sus pies, como si de repente fuera incapaz de dar otro paso.

-Que estoy en mis últimos minutos de vida -dijo ella haciendo una mueca, oí a Percy reír a mi lado, Amber se veía totalmente... ¿lamentable? -Y.. Parece que un elefante vive en mi mochila. Tengo tanta tarea que tuve que sacar todos los libros de mi casillero y tengo que llevarlos a casa para estudiar. Nadie tiene piedad de mi -dijo haciendo un puchero.

-Pobre de ti. Sería genial que existieran un tipo robots o algo que fueran capaces de cargar tu mochila. Facilitaría mucho tu vida -dije bromeando mientras Amber dejaba caer su mochila hacia el piso, haciendo un gesto de rendimiento.

-Yo puedo ser tu robot -La voz de Percy me impidió burlarme de la expresión de Amber, había algo en esa chica que me hacía reír todo el tiempo.

Sonreí tan ampliamente que pensé que las comisuras de mi boca dolerían más tarde.Negué con la cabeza, riéndome por lo bajo y me acerqué más a él para darle un beso en la mejilla -No lo decía en serio, solo estaba bromeando, pero gracias por ofrecerte, lo tomaré en cuenta -dije, dedicándole una última sonrisa, ahora descansando mi cabeza en sus hombros mientras mi mirada iba de vuelta hacia Amber.

-Creo que iré a llamar a la policía -dijo de repente ella totalmente seria mientras me miraba a mi y sus ojos volaban hacia Percy y luego otra vez a mí y así sucesivamente.

-¿Por qué? ¿Qué pasó? -dije, había una expresión de desconcierto en mi rostro. ¿Por qué quería llamar ella a la policía? Sinceramente no lo entendía.

-Estoy segura de que es un delito que sean tan lindos! -exclamó ella borrando esa expresión seria de su cara que tenía hace unos momentos. Me sorprendió que incluso pudiera hacerlo, el estar tan seria si ella quería. Amber no es precisamente muy buena fingiendo. Ahora ella sonreía, con un singular brillo en sus ojos. Amber también era una fiel creyente del amor verdadero y los cuentos de hadas. Esta obsesionada con eso.

Reí por su comentario y Percy hizo lo mismo, giré mi cabeza para verlo y sus mejillas estaban un poco rojas, lo que me pareció extremadamente lindo. Llevé uno de mis dedos hasta su mejilla, picandola mientras sonreía tontamente.

Escuché un AWWW (Cortesía de Amber, obviamente) y de repente escuché como alguien gritaba el nombre de Percy a lo lejos. Los dos nos giramos, era una chica a la que Percy le sonrió amigablemente. Si no me equivocaba era la misma chica que se sentaba al lado de Percy en clase.

Ella se acercó, venía corriendo. Al parecer tenía prisa.

-Tenemos que hablar después -dijo ella con una sonrisa. Y ahora que estaba más cerca, me di cuenta de algo...

Conocía esa voz.





percabeth; vitamin seaWhere stories live. Discover now