{ Annabeth Chase }
Ya por fin había llegado a casa con Percy, Mi padre había hablado con Sally, acordando que Percy y yo viviríamos bajo el mismo techo, pero por su puesto en diferentes habitaciones. Resulta que mi padre sabía desde hace dos semanas sobre la visita de Percy ¡Y no me dijo nada!
Percy estaba en la ducha, y yo sabía que tardaría mucho allí adentro. Después de todo es el hijo de Poseidón, que se puede hacer. Percy adora permanecer bajo el agua.
Decidí que iría a comprar colorante para comida. Mañana intentaría cocinar para el sus famosas galletas azules. De antemano ya le había pedido a Sally la receta. Lo único que necesitaría era harina ya preparada para galletas, colorante azul, azúcar y chispas de chocolate.
Tomé mi pequeño bolso y le dije rápidamente a mi padre que no tardaría mucho, pues la tienda estaba muy cerca y podría llegar en cinco minutos si iba caminando.
-•-•-
Caminé por el pasillo donde colocaban todas las cosas dulces, galletas, cereales y demás.
Tomé de un estante la harina preparada para galletas y caminé por el pasillo hasta encontrar el frasco que contenía el colorante.El colorante se encontraba más arriba y yo no era precisamente una jirafa, tendría que ponerme de puntillas para alcanzarlo.
Y...
Oops.
{ Lauren Smith }
Caminé hacia la cocina de mi casa, tomando una manzana del refrigerador e inmediatamente dándole un mordisco. Ya tenía hambre y aún no estaba lista la cena. Por fin su esposo estaría a la hora de la cena y mi mamá quería hacer algo "delicioso"
No todos los días su esposo llegaba tan temprano del trabajo, ya que él trabajaba de noche. Y era por eso que la cena que estaba preparando estaba tardando más de tres horas.
Y digo "su esposo" porque... Pues no es el mío.
Eso no fue divertido, Lauren.
Está bien. Es solo que me niego a ponerle el titulo de "padre" Aún cuando ya ha estado casado con mi mamá por más de un año.
Al parecer mamá había agotado toda la sal (la escuché gritando, sumamente estresada porque no tenía tiempo de ir por ella) así que yo tendría que ir al super y conseguir más. Aunque ella ni si quiera me lo había pedido, nunca me habla. Es como si yo no existiera. Da igual, hace tiempo que yo igual dejé de hablarle, nunca me escucha.
Quince minutos ya estaba en el pasillo de las cosas dulces (al que siempre iba, nunca me voy de la tienda sin comprar dulces) con una bolsa de sal en mis manos mientras buscaba que comprar. Me incliné al ver unas barras de chocolate y rápidamente las tomé.
Fui al otro extremo del pasillo para tomar lo que siempre compraba cuando iba allí. Mis gomitas de ositos que yo amaba tanto. Vi como una rubia intentaba alcanzar un frasco de colorante y se ponía de puntillas.
Finalmente pareció lograr tomarlo, pero este se le resbaló de las manos cayendo justamente en mi cabeza, ya que yo estaba tomando mis gomitas. Gomitas que estaban en el estante justo al lado del colorante.
La rubia se giró hacia mi alarmada y llevó su mano hacia su boca. Ahora que podía ver su cara me di cuenta que era Annabeth e inconscientemente retrocedí un paso.
—¡Lo siento! —prácticamente gritó ella —No era mi intención atacar a nadie con un colorante, créeme— dijo ella sumamente apenada. Aunque no se por qué, no era para tanto. Ni si quiera había sentido el frasco impactar con mi cabeza.
—Solo fue un accidente tranquila, no te demandaré ni nada —respondí bromeando y ganándome una leve sonrisa de su parte. Ella ladeó su cabeza, examinándome como si fuera algún tipo de examen. Su ceño se frunció por unos milisegundos, esa expresión se fue tan rápido que me hizo preguntarme si en verdad la había visto o estaba imaginando cosas.
—Tu eres... Disculpa, no se tu nombre. Pero conoces a Percy, ¿no es cierto? —comentó ella inclinándose para tomar el colorante que se había caído.
Asentí aunque no pudiera verme. —Si.
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percabeth; vitamin sea
FanfictionDespués de la guerra contra Gea todos están seguros de que los siete semidioses de la profecía merecen un descanso. A este punto debes saber que de descanso no habrá nada. Si, es probable que no haya tantos monstruos como de costumbre, ni la ma...