Me encontraba en alcohólicos anónimos, aunque no sólo abordaban el tema del alcohol. También otras sustancias. Y aquí obviamente nadie era anónimo, nos conocíamos todos o al menos, de vista. Lo que me sorprendió es no ver por ninguna parte a Akira. Sonreí al pensarlo. Lo había llamado por su nombre, esto me iba a resultar bastante duro. Aun así no quería emocionarme, seguramente ahora estaría con otro tío... Follándole el culo.
-La última vez que tuve la magnífica sensación del caballo en mis venas fue hace dos dí..Cinco años.- Dijo Takashima, corrigiéndose mientras sonreía nervioso.
Uno de los encargados le prestó atención, mirándolo con sospecha. Todos fingimos que no habíamos escuchado aquello y celebramos sus años en "abstinencia".
-Fue muy bizarro, me desperté dentro de un granero alejado de la mano de Dios completamente desnudo. Por manta tenía la hierba seca y un montón más sobre mi pelo enmarañado. En cuanto mis ojos se acostumbraron a los rayos del sol descubrí a dos tíos a mis lados también desnudos.- Takashima sonrió, rascándose la cabeza.
-¡Que crack!- Gritó Amano.
-No, eso es lo que tenía en las venas.- Acabó por descojonarse Takashima.
Todos lo imitaron, inclusive yo sonriendo de medio lado. Todos eran una panda de locos. Me crucé de brazos y seguí escuchando la historia de Takashima.
-Bueno, total que no sabía que había sido de mi ropa, estaba perdido y con dos hombres desnudos a mi alrededor.- Añadió dramatismo a la historia, llevándose su mano al mentón.- Me los volví a follar.-
Me llevé la mano a la cabeza mientras todos comenzaron a reírse por la hazaña de su compañero, exceptuando a algunos que por como apretaban la mandíbula daban a entender que estaban en contra de la homosexualidad. Los miré con recelo, hasta que escuché mi nombre salir de los gruesos y carnosos labios de Takashima.
-Ahora que nos cuente alguna aventurilla Matsumoto.-
Todos me miraron impaciente, realmente no sabía que decir. Me encogí de hombros y a duras penas me levanté, yendo hacia una especie de estrado improvisado que habían hecho. Tal como se veía la sala desde mi nuevo punto de vista, estaban todos colocados haciendo un círculo. Mirándome fijamente. Tragué saliva y me aclaré la garganta.
-Pues... No sé qué decir.-
Silencio. Me miraban impacientes, esperando oír una buena historia o algo similar. Acabé por suspirar, pasé mi lengua por el labio inferior, mordiéndomelo con nerviosismo y hablé.
-Bueno... Me llamo Matsumoto y llevo una semana sin consumir ninguna droga.- Creo que era el único sincero de esta falsa reunión.
Todos abrieron la boca como si fuese la cosa más extraordinaria del mundo. No daban crédito a mis palabras. Sin más seguí mi discurso.
-Me gustaba la cocaína, mucho. Aunque tampoco era una especie de adicto empedernido. Si no podía consumir cocaína un día, con un par de porros de marihuana o chocolate estaba más que servido.- Se miraron unos a otros, encogiéndose de hombros.- Y bueno, soy conocido por las exclusivas fiestas que celebro en diferentes puntos de la ciudad de Tokio. Drogas, mujeres, música, artistas conocidos... Ya sabéis. Un día se me fue todo de las manos, había más cocaína de la que podía abarcar... A día de hoy no recuerdo ni un 10% de lo que ocurrió. -Cerré los ojos un momento, me pesaban esos recuerdos.- En definitiva, acabé matando a mi mejor amigo para después abandonarlo en mi propia casa.-
Todos abrieron la boca todavía más atónicos que la vez anterior. Sin mirarles a los ojos me separé del estrado, volviendo a mi sitio pero parecía que los pies me pesaban. Arrastrándolos. Me senté de un golpe cruzándome de brazos. Hubo unos segundos en silencio hasta que la alarma volvió a atormentar nuestros oídos.
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Love Chained.
FanfictionEsta historia está inspirada gracias a la grandiosa serie de "Orange is the new black". Un amor carcelario.. ¿O debería ser llamado lujuria carcelaria? Drama, prohibiciones, cese de la libertad, sexo, corrupción... ¿Estás dispuesto a encadenarte a e...