hola, hola que tal como han estado? yo un poco desaparecida pero por fin con nuevo capitulo y por si no mal recuerdo les debo un maratón así que subiré capítulos hasta que duerma n.n
P.D ahora si cumplo
disfruten los siguientes capítulos =D
XOXOXOXOXO
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El camino a Ypres era largo y frío, frío y siniestro, siniestro y lúgubre, todo eso al mismo tiempo. Al tiempo que el tren iba dejando París detrás suyo, Candy pudo ver finalmente con sus propios ojos lo que solamente había escuchado a través de las narraciones de sus pacientes. Entre más se acercaban al Norte más desolado lucía el paisaje. Cultivos enteros abandonados o devastados, grandes áreas todavía ardiendo después de un ataque aéreo, silencio donde antes solía haber el laborioso ruido de los campesinos trabajando bajo el sol de Pas-de-Calais.
Mucha gente había sido evacuada hacia el Sur y centro del país, huyendo de la destrucción, corriendo desesperadamente para encontrar refugio; pero siempre a sabiendas de que la vida nunca podría ser la misma estando lejos del único hogar que algunos de ellos habían conocido en toda su vida. Mientras el tren marchaba Candy pudo reparar en las muchas casas abandonadas a lo largo de las vías. Su corazón se encogió frente al triste espectáculo de las cabañas abandonadas y las solitarias haciendas. Pero eso era solo el principio.
Cuando el tren llegó a Arras, la capital de Pas-de-Calais, el grupo tuvo que continuar el viaje en camión. Las trincheras aliadas se erguían a lo largo del campo no muy lejos de ahí. Al otro lado de "la tierra de nadie", los alemanes se esforzaban por mantener sus posiciones en la invadida región. Algunas vías habían sido parcialmente destruidas y las pocas líneas que permanecían intactas se reservaban para el transporte de los heridos desde el frente hasta París y otras grandes ciudades. El tren dejó al grupo y al equipo que habían traído consigo en las ruinas de algo que debió haber sido una estación. Se les había dicho que tendrían que esperar por tres horas antes de que los camiones llegasen para recogerlos. Luego entonces el grupo tuvo tiempo para digerir poco a poco la amarga vista de aquello que los estragos de la guerra habían hecho a aquella ciudad, alguna vez bella y llena de vida.
Candy decidió estirar las piernas un poco y le pidió a Julienne acompañarla. Por una razón que la rubia no comprendió Flammy se ofreció voluntariamente a ir con ellas. Una vez aventurados unos cuantos pasos fuera de la estación las jóvenes llegaron hasta una calle adoquinada que conducía a una plaza. Las ruinas de una iglesia podían verse a unos cuantos metros desde donde ellas estaban paradas. Una bala de cañón había destruido una de las paredes revelando los frescos de la cúpula interior. El techo del edificio se había caído sobre las bancas y algunas vigas de madera todavía colgaban al aire. Fuera de la iglesia un grupo de soldados escoceses, sentados en la acera, estaban charlando en voz baja, totalmente ajenos a la patética escena. Habían visto ya tantos de esos cuadros que habían llegado a acostumbrarse a ellos. Era la única manera de lidiar con los horrores de aquella pesadilla de la vida real.
Uno de los soldados dejó escapar un sofocado grito de asombro cuando se percató de la presencia de las tres jóvenes en uniformes blancos y largas capas negras. Las muchachas solamente hicieron una reverencia a manera de saludo con sus cabezas coronadas con sombreros de paja y continuaron su caminata mientras Candy se persignaba instintivamente al pasar frente al ruinoso santuario.
Arras había sido atacado furiosamente en tres ocasiones desde el inicio de la guerra. Lo que quedaba entonces del lugar no eran sino espantosas ruinas, negros y quemados edificios de madera, calles mudas donde solamente el lamento del viento otoñal podía oírse con el eco de los pasos de las tres mujeres.
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Reencuentro en el Vortice (Fanfic de Candy Candy)
FanfictionEsta obra fue escrita por Alys Avalos (Mercurio).