Literalmente me había desaparecido por 3 días, no daba señales de vida por ningún lado ¿Por qué? Por el simple hecho de tener miedo ¿De qué? Del amor. No puedo creer que algo tan insignificante sea algo que me daña, que me atormenta. Dereck creo que también se desapareció, no me ha molestado por estos tres días. Creo que es un milagro.
Estaba sentada en mi balcón con mi caja de cigarros a mi derecha, esta caja tiene todos los cigarros que me sobran en mi vida. Debe de haber como unos 50 o más. Mi teléfono volvió a sonar como siempre lo había hecho, y lo ignorare como lo he estado haciendo. Me levante de ahí ya que me estaba doliendo mi espalda por la posición que tenía. Cerré mi caja de cigarros y me adentre a la habitación, deje mi caja encima de mi escritorio y gracias a mi torpeza bote mis lapiceros que mágicamente cayeron encima de mi celular, el cual se activaron todos mis mensajes de voz que aún no escuchaba.
*Mensajes de voz*
- Oye, Brooke. He tratado de hablarte pero no contestas el celular... - hablo Sam. - Me estas poniendo algo preocupada. He querido irte a visitar pero un hombre con cara de inútil me mira bien feo y descarto la idea. Si necesitas algo, llamarte. - Se cortó.
- Hola, Brooke. - saludo Jake. - Sam me ha dicho que no ha sabido nada de ti y bueno me di cuenta que estabas desaparecida. - Reí a su estupidez. - De verdad que la estas preocupando y a mí también, por favor danos señales de vida. Cuídate. - se cortó.
- Brooke... - hablo Adam.
Sentí mi garganta hacerse un nudo al escuchar esa voz.
- ... Te he estado llamando, llevo 54 llamadas y 137 mensajes, si, las conté. Estoy realmente angustiado. Cuando una persona como yo logra decirte "te amo" es porque has tocado esa sensibilidad y de verdad importas, tú me importas...
Ese miedo volvía a recorrerme y coloque mis manos con frustración en mi cabello. Estaba asustada. No entendía porque, simplemente tenía miedo.
- ... Desde que me gritaste esa noche, siento que te perdí, pero talvez no te perdí. Tal vez nunca te tuve como yo creía, pero antes de rendirme me di cuenta de algo, Brooke. Tienes miedo. - me acerque al celular para apagarlo y no seguir escuchando. Me había destruido.
*Mensaje de voz terminado.*
Estaba llorando como una loca, era un loca ¿Por qué hacía tanto drama a un simple sentimiento? O como dijo Adam, no es el amor, es el miedo a enamorarme. Mis lágrimas caían con desesperación. ¡Diablos! ¡Soy una estúpida! Actuó como una retrasada. Necesitaba demostrarle que no tenía miedo, voy a darle la oportunidad de tratar de enamorarme. Aunque no lo lograra.
Me metí a la ducha, me cambie y arregle el desorden de persona que soy. Salí de mi casa y pase enfrente de Dereck, el no noto mi presencia. Qué raro. Seguí caminando para dirigirme a la casa de Adam, estaba a ocho cuadras de la mía, estaba algo lejos pero no tanto. Al llegar a su puerta un escalofrió me recorrió. Estaba tremendamente asustada. Toque el timbre dos veces con mis dedos temblorosos.
Espere y espere...
°°Bueno, lo intente.°°
Me encogí de hombros y me di media vuelta.
- ¿Quién? - grito esa reconocida voz por la ventana.
Me gire lentamente y cuando Adam me vio, se sorprendió.
- ¡No te vayas! ¡Ya voy! - grito.
El con ansiedad se adentró y a al minuto salió a la puerta.
- Hola... - me vio aun sorprendido.
Se notaba que acababa de despertarse.
°°Se miraba muy estúpido con esa cara.°°
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Mi Quarterback y Mi Chica Mala
Historia CortaBrooke, la chica problemática. Adam, el capitán de fútbol. Son dos polos opuestos que se cruzaran para dar un diferente significa al "amor". "-No creo, ni creeré en el amor." "-No te estoy diciendo que creas en él, estoy diciendo que creas en mí."