Brooke, la chica problemática.
Adam, el capitán de fútbol.
Son dos polos opuestos que se cruzaran para dar un diferente significa al "amor".
"-No creo, ni creeré en el amor."
"-No te estoy diciendo que creas en él, estoy diciendo que creas en mí."
Estaba en el aeropuerto con mis dos grandes maletas. Estaban cargadas de ropa y alguna que otra pertenencia. Las lágrimas estaban a punto de salirse. Mis exámenes finales los tuve que hacer el lunes y el martes. Fue algo agobiante para mí pero logré graduarme. Era una pena que podré ir a mi graduación.
Estaba mi padre, Sam y la familia de Jake. Sentí una enorme felicidad cuando vi a Jessie y a Carl ahi pero sabía perfectamente que ellos no sabían lo que sucedia entre Jake y yo. Me dolía no ver a Adam. Me dolía bastante. Al rato vi como Daphne aparecía entre todas las personas. Se notaba más calmada y más sonriente que las últimas veces.
Escuche la llamada a mi vuelo.
- Bien... Creo que ya debo despedirme. - suspire.
Dereck se acercó a mi y me abrazo.
- Disfrutalo. Pocas personas logran esto. - me dijo y yo asenti.
Jessie y Carl se acercaron a despedirme.
- Estoy muy feliz por ti, querida. - me abrazó, Jessie.
- Eres un orgullo para mí, Brooke. Mis hijos nunca le gustaron los deportescomo a ti. - bromeó Carl. Logró sacarme una sonrisa.
- Gracias por la oportunidad que me dieron de quedarme en su casa.
- Las puertas siempre estarán abiertas. - Jessie sonrió.
Jake se acercó a mi y me abrazo.
- Por lo menos finge que te agrado. - me susurró.
Hice lo que él dijo. Tal vez el tuvo razón todo este tiempo pero no era para venir y disculparme con él.
Después de Jake se acercó Daphne.
- Primero quiero disculparme. - susurró. - y quiero agradecerte por no dejarme sola... Esa noche. - se mordió el labio. - Te traté muy mal y solo... Solo quiero decirte gracias. - me abrazó.
¿Quien lo pensaría? Mi enemiga y yo abrazandonos.
Y de último... Sam. Maldita sea, ahora si voy a llorar.
Mis ojos estaban a punto de estallar entre lágrimas. Sam también. Nos vimos mutuamente y nos abrazamos. Comencé a llorar, ella si me dolía dejarla.
- Yo se que vas a poder hacer la cosas sola. No vas a necesitar de mi todo el tiempo y lograrás tus metas. Yo confío en ti, yo se que lo lograrás. - le dije.
- Yo... - ella respiro profundamente. - No. Tu no me necesitas. Tu puedes hacer todo sola y a tu manera. - dijo entre sollozos.
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- Tranquila. - la tomé de las mejillas. - ¿Recuerdas lo qie dijimos? Seré famosa y tendré dinero para pagarte tu vuelo a España, y viviremos juntas. ¿Lo recuerdas? - dije con lágrimas en los ojos.
Sam asintió.
- Eso si va a suceder. - afirme. - Esto no se acaba aún. Yo regresare por ti. - bese su frente.
