Mi Quarterback y Mi Chica Mala

Capitulo 8: No es fácil

Estaba con Adam en su habitación mientras que el trataba de desquitar su enojo golpeando cada parte de la habitación. Yo solo me quedaba viendo mientras trataba de aguantar ese dolor que tenía en mi espalda. Dereck había vuelto a golpearme.

- ¡Cada vez se comporta peor! ¡Solo quiere controlar mi vida! – empezó a golpear todo a su paso.

El dolor se intensificaba más.

- Adam... - gemí de dolor.

- ¡Trato de hacer todo lo que él dice! ¡Pero él se aprovecha y quiere que haga más! – volvió a gritar.

- Adam... - susurre.

- ¡¿Qué más quieres?! ¡¿Qué me case con ella?! – golpeo un mueble.

Toque mi espalda con dificultad.

- Adam. Adam... - dije con la voz ahogada.

- ¡Esta loco! ¡Yo no hare eso! – grito con más fuerza.

Y ya no pude aguantar más. Me había desmayado.

Narra Adam:

Estaba gritando por toda la habitación cuando escuche un golpe en seco. Me voltee a y vi a Brooke en el suelo. Me acerque a ella y sostuve su cabeza con mis manos.

- ¿Brooke? – agite su cuerpo.

Ella no respondía, se miraba débil y un poco pálida. Corrí en busca de mi teléfono y marque al número de emergencia.

- Necesito una ambulancia. En la calle 34 de California, casa 345. Deprisa. – fue lo que dije y una señora al otro lado de la línea lo único que dijo fue "Enseguida." Colgué la llamada.

Unos 5 minutos después mi padre subió las escaleras alarmado.

- ¿Por qué hay una ambulancia afuera? – dijo abriendo la puerta de mi habitación.

El volteo a ver a Brooke y se preocupó.

- La llevare ahora mismo. – tome a Brooke en mis brazos y baje las escaleras.

Tenía miedo de que le pasara algo, no quería que ella tuviera que pasar por esto. Brooke era una chica muy valiosa para mí, si ella se va, yo no sería absolutamente nada.

Me subí a la ambulancia con ella. La colocaron en una camilla, y los enfermeros empezaron a inyectarle cosas a Brooke y revisarla con sus herramientas. Estaba nervioso de que algo muy grave le haya pasado.

- ¿Se encuentra bien? – pregunte.

Una señorita me hizo señas de que esperáramos a llegar al hospital.

Después de tres minutos habíamos llegado al hospital. Ellos sí que manejaban rápido, ni había sentido toda mi preocupación por el ruido de las sirenas.

Un doctor nos atendió rápidamente y yo los seguí, pero al llegar a una puerta una enfermera me detuvo diciéndome que no podía pasar. A regañadientes me quede afuera y coloque mis manos en la cabeza por desesperación.

Llame a Jake y a Sam, no sabía porque lo había hecho, tal vez pensaba que Brooke necesitaba apoyo... o era yo la persona que lo necesitaba. Después de unos 8 minutos cabales, entro Jake al borde de la desesperación.

- ¿Dónde está ella? – me pregunto.

- La están atendiendo. – le respondí-

- ¿Qué le sucedió?

- No sé, solo me di cuenta cuando estaba en el suelo. – pase mis manos en mi cara.

- ¿Por qué te comportas así? – me pregunto de sorpresa.