Ginna camino agitando sus coletas al ritmo de las manecillas del reloj, su caminata hasta la parada era la misma de siempre y aunque el verano había acabado ella estaba feliz podría ir a la sala de música y tocar su piano hasta que sus dedos doliesen.
Aunque aquello no sonara genial para G sí que lo era.
Espero a que el autobús escolar llegará. El autobús era tan cliché amarillo y franjas negras.
Un grupo de chicos sentados en los puestos de al último la miraron apenas G entro y sus botas militares hicieron ruido aclamando atención, solo sus botas ya que la pobre Ginna se sentó apresuradamente en el penúltimo asiento desocupado.
- O Dios que vergüenza - susurro la chica para ella misma mientras ponía abrazaba su mochila.
Trevor la miro y trago saliva ¿cómo carajos el metería la carta? Sí la muchacha la tenía abrazada.
Unos minutos después G estaba durmiendo pacíficamente en su asiento. Todos comenzaron a bajar y Trevor actuó rápido.
Metió la carta con delicadeza en sus partituras de piano.
Querida G:
Al parecer no saliste mucho este verano.
Tu piel está más pálida.
Sabes G no importa, lo genial es que estas devuelta en Heilandville y por supuesto cerca de mí.
No te asuste honey.
Atte: T
El muchacho esperaba que no se asustara, le beso la frente y salió corriendo.
Ginna despertó gracias al grito burlón del conductor.
- Chiken Little baja o perderás tú primera clase - El hombre de barba larga le advirtió usando uno de los apodos de la muchacha.
G se sonrojó avergonzada.
- Gracias Frankie - se despidió del hombre y corrió hacia a secretaría.
Sin saber que sus partituras la llevarían más que un dolor de dedos.
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Cartas a G
Kısa HikayeCinco chicos escriben cursis cartas. Cinco chicos que son mejores amigos. Cinco chicos detrás de una sola chica. Ginna Finns. Dispuestos a mediar en esta guerra. Trevor... Alan... Andrë... Cameron... Y Cody... Estarán dispuestos a romper su corazón...