Entrar a la habitación de ZiTao probablemente haya requerido todo el valor que ambos pudieran tener.
El joven de ojeras pronunciadas tenía una fuerte aura que desprendía fuerza por los poros. Pareciera que cualquier cosa que lo molestara lo arreglaria a golpes y digamos que Baekhyun y KyungSoo no eran muy buenos peleando. Dada esa circunstancia, era normal sentir que sus piernas temblaran un poco después de haber tocado la puerta de aquella habitación. Un gruñido se escucho detrás de la puerta e inmediatamente esta se abrió dejándonos ver un poco de lo que se escondía dentro. KyungSoo dio el primer paso, como se suponía que tenía que hacerlo aun cuando era el menor, siendo seguido de Baekhyun. La habitación no era muy diferente de cualquier otra, tenia una cama en el centro y muebles como un armario, escritorio y una pequeña mesa con una lampara sobre ella.
ZiTao se encontraba parado, dándoles la espada, en una esquina de la habitación. Cuando el sonido de la puerta cerrándose llego a sus oídos, giró encarandolos.
- ¿Qué es lo que buscan? - pregunto de forma cortante y con una mirada amenazadora. KyungSoo sintió todo el valor abandonándolo hasta que Baekhyun comenzó a caminar hasta el otro.
-Queríamos hablar contigo - Baekhyun hablo con voz firme aunque por dentro estuviera temblando como gelatina.
-Ya lo están haciendo. Digan lo que necesiten y váyanse. - la mirada de Tao no cambio ni un segundo.
Esta vez KyungSoo tomo la palabra no sin antes acercarse a ambos.
-Venimos por YiFan.
Y ahí frente a ellos, la mascara que mostró ZiTao desde que tocaron la puerta cayo. Sus ojos mostraron algo que ambos no sabían identificar como dolor o nostalgia. Tal vez algo de ambos. El joven frente a ellos solo atino a dejarse caer sobre su cama no sin antes susurrar un pequeño "Continúen". KyungSoo miro a Baekhyun quien con una sonrisa trato de transmitirle que todo estaba bien, que podían continuar con aquello que se les habia encomendado hace años.
💙💙💙
La vida de Tao, como el chico les habia pedido que lo llamasen, habia sido un infierno después de que dejara de saber de YiFan.
La familia Huang se habia ido de Pocheon justo semanas después de que Yifan muriera debido a que el patriarca de la familia habia sido arrestado por maltrato familiar. La madre de Tao por fin habia tenido el valor de denunciar a su esposo aquella noche en la que el hombre golpeaba incesantemente a su hijo mayor. Tao habia dejado de saber de Yifan por semanas por lo que supuso que el chico simplemente se habia hartado de cargar con él y todo sus problemas. Luego de llegar a Seúl todo fue peor. Tao entro a una escuela pública y luego a la secundaria. Su vida escolar habia estado llena de golpes y abusos por parte de sus compañeros de clase. Todo eso hasta que tuvo la valentía para revelarse y poder defenderse después de tomar clases de Wushu. Eso lo llevo a entrar a una pandilla por lo que ni bien acabo la secundaria comenzó a juntarse más con aquellos chicos y a seguirlos en algunas de sus actividades como el robo. Su madre siempre trataba de estar detrás de él pidiéndole que por favor dejara a esa pandilla y estudiara, pero él era muy terco y seguía empeñado en esa vida que la pandilla le ofrecía. De esa manera se obligó a si mismo a dejar todos los recuerdos que tenía de Yifan.
Ahora, después de haber hablado con Baekhyun y KyungSoo, todo habia cambiado nuevamente.
Tao se mostró tan afectado por la noticia de la muerte de Yifan que dejo de lado su máscara de hostilidad para regresar a aquella apariencia de niño solitario que poseía hace años. Siendo testigos del gran cambio en el joven, Baekhyun y KyungSoo solo atinaron a abrazarlo y tratar de reconfortarlo. Ambos sabían lo que sentía Tao, ellos mismos lo habían sentido también.
Después de contarle todo sobre al accidente, Baekhyun espero algún reproche de parte de Tao porque sentía que se lo merecía, pero nada llego. Tao lo miró con dolor y solo lo abrazo como tratando de reconfortarlo por tal experiencia.
Después de lo que parecieron horas ambos chicos se habían despedido de Tao prometiéndole que estarían en contacto y que por favor, por Yifan, dejara a aquella pandilla.
Tao los miro alejarse desde su ventana. La muerte de Yifan le habia caído como un baldazo de agua fría. Él hubiera esperado cualquier cosa menos aquello. Podía vivir sabiendo que Yifan se habia dejado de interesar en él pero no sabiendo que este estaba muerto. Un mundo sin Yifan.
Su celular comenzó a sonar pero él no hizo ningún movimiento para tratar de contestar la llamada. Sabía que solo unas personas lo llamaban y estaba dispuesto a dejarlas si con eso podía hacer un poco feliz a Yifan donde sea que él este. Por fin habia conocido a los donsaengs de los que tanto hablaba el otro dándose cuenta de que aquellos chicos eran tal y como Yifan los describía. Por ellos y por el recuerdo de Yifan habia decidido cambiar.
Salió de su habitación en dirección a la cocina donde encontró a su mamá sirviendo la cena mientras trataba de que su pequeño hermano Junhui no la hiciera tropezar en el transcurso. Por lo general, él no comía con ellos y su madre habia dejado de insistir hace bastante tiempo pero ahora, con todos los pensamientos que tenía en su cabeza decidió darse una oportunidad no solo a él sino a su familia.
- Siéntate, yo terminare de servir la comida - dijo mientras entraba a la cocina. Su madre de inmediato dejó de hacer lo que hacía al igual que el pequeño Junhui. Ambos lo miraban como si aun no pudieran creer que Tao estuviera ahí. - Mamá - llamó otra vez
-¿Cenaras con nosotros, gege? - preguntó su pequeño hermano. Tao sonrió acercándose al pequeño para después cargarlo y dejarlo sentado en una de las sillas frente a la mesa. Su madre, quien aun seguía sosteniendo los cuencos de arroz, lo miró aún sin creer que su hijo estuviera queriendo cenar con ellos cuando lo había dejado de hacer hace años por salir con sus amigos de la pandilla.
Tao se acercó a su madre para quitarle los cuencos de arroz y ponerlos sobre la mesa, luego la tomó del brazo y la arrastró hasta la silla del centro. Junhui los miraba a ambos con una sonrisa enorme en el rostro.
Después de aquello, Tao termino de servir los platillos para seguidamente sentarse a la mesa y con un pequeño "Provecho" empezar a comer.
En el fondo sabía que este pequeño cambio sería el inicio de todo. El inicio de su nueva vida en nombre de Yifan.💙💙💙
La noche pasada después de regresar de la casa de la familia Huang, JongIn lo llamó para invitarlo a él y a sus amigos a su casa a pasar la tarde y si querían podían quedarse a dormir. KyungSoo no lo pensó dos veces antes de aceptar la oferta. Los últimos días habían sido muy agotadores mentalmente. El chico al cual Yifan les había mandado a buscar tenía bastantes problemas. Probablemente Tao había sido el más afectado después de aquel accidente. Baekhyun le había dicho que hablaría con su padre para ver la manera de que Tao regresara a estudiar sin tener que preocuparse por nada. Tao ya tenía 21 años por lo que tenía que estar en la universidad. Era irónico que ellos, siendo menores, se ocuparan del mayor.
Dejando esos pensamientos de lado, tocó el timbre de los Byun mientras miraba a su alrededor por alguna señal de Chanyeol. Le había dicho a Baekhyun que sólo irían ellos dos sin Chanyeol pero la verdad es que estaba harto de la situación incómoda en la que se había metido Baekhyun. Chanyeol siempre trataba de hablar con él, no sólo en clases sino fuera de estas pero su tonto amigo no le cogía las llamadas y hacia que sus empleadas le dijeran que no se encontraba cuando el otro iba a buscarlo. A lo lejos vio como el gigante se acercaba corriendo a la vez que escuchaba la puerta abrirse.
Chanyeol y Baekhyun se vieron el uno al otro sin entender nada.
-Los espero en el auto - dijo tomando las llaves del auto de la mano de Baekhyun.
Ignoró la mirada de auxilio que este le daba y siguió su camino.
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[KaiSoo] Everything's gonna be alright
AcakKim JongIn es el "nerd" del salón. Do KyungSoo es el chico de los ojos grandes conocido como el "Búho que todo lo sabe". Byun Baekhyun es el chico de carácter exquisito pero apuesto. Park Chanyeol es el chico hiperactivo al que nadie se quiere acerc...