Desde siempre y para siempre {jdom}

CAPÍTULO 10, parte 1

Me parece que faltaba una semana para ese examen tan importante que tenían Dani e Inés.

Me dieron la nota del examen de biología. Había sacado un 9'5 y Jesús un diez.
Se puso a dar saltos de alegría, y yo en verdad también, ya que en lo único que tenía fallo era en la ortografía.
Del subidón que le dio, me vino corriendo, me cogió en brazos y nos besamos.
En ese momento hasta la profe de biología sabía que éramos novios.

Llegaba justo del instituto, le di la nota a mis padres, y me reducieron algo el castigo, me senté en la mesa y recibí una llamada.
Era Jesús.
Lo cogí.

-¡¡¡LAURA!!!-grita-Se están llevando a mi hermano en ambulancia, le ha dado un ataque de ansiedad bastante grave. No puede respirar, ¡va con una mascarilla con oxígeno! Me voy para el hospital con él. Luego te cuento. Inés viene para aquí. Le vamos a llevar al hospital en coche.

-Jesús espérame que salgo-digo levantándome de sobresalto- Espérame que voy con vosotros.

-Vale cielo-suspira-Gracias. Te quiero mucho.

Colgé el teléfono y le dije a mi madre que me iba, que a Dani le había dado un ataque de ansiedad y que tenía que ir. También le dije que ya les llamaría cuando supiese algo.

Me dejó por el simple echo de que era Dani, de que era mi AMIGO... Porque yo seguía estando castigada.

Salí corriendo, sin comer ni nada y estaban ahí en la puerta.
Me metí en el coche y estaba Jesús en la parte de atrás llorando.

-Jesús mi niño no llores-le beso-Se va a poner bien te lo prometo.

-Si le pasa algo me muero, ¿sabes?-dice muy seguro.

Justo entró Inés en el coche, llorando.
Como no.

-Venga, ya estamos todos. Nos vamos chicos-dice Juan Carlos.

-Gracias Juan Carlos por llevarnos-le agradezco.

-De nada chicas, esto demuestra que queréis mucho a Dani-suelta.

-Demasiado...-susurra Inés.

Jesús e Inés se pasaron todo el camino llorando, yo no, pero alguna que otra lagrimilla me caía.

Llegamos al hospital. Juan Carlos aparcó el coche, entramos dentro, y preguntamos en recepción en que habitación estaba Daniel Oviedo Morilla.

Nos respondieron en la 364.

Fuimos en el ascensor, para llegar más rápido.

Al entrar por la puerta, y ver a Dani con una máscara de oxígeno, porque no respiraba bien, se nos partió el alma.
Inés fue corriendo a la camilla, para estar a su lado.
Nos fuimos los cuatro a la cafetería y dejamos a Inés y a Dani solos para que hablasen, para que estuviesen juntos básicamente.

Pasó una media hora y subimos a la habitación otra vez.
Inés ya estaba más tranquila.

Luego me quedé yo un rato sola con Dani, y hablamos...