Desde siempre y para siempre {jdom}

CAPÍTULO 14

Hicimos una comida familiar.
Me levanté pronto para ayudar a mi madre con la comida, poner la mesa, etc. Mis abuelas también ayudaron.
Cuando terminé, hablé por whatsapp con Jesús.

Jesús.

Hola cielo, llevamos más de un año saliendo, ¿no crees que es hora de que tu familia sepa lo nuestro?

Yo.

Tienes razón...

Jesús.

Y he pensado que ya que están aquí en Mairena, pues podríamos decírselo hoy.

Yo.

¡Si! ¿Vienes a comer a casa?

Jesús.

No amor. Es una comida familiar, yo no pinto nada.

Yo.

Jesús, eres mi novio, si que puntas... Y mucho.

Jesús

No sé...

Yo.

Que si, que yo convenzo a mi madre. Luego te hablo.

Jesús.

Vale, adiós, te quiero.

Me guardé el móvil en el bolsillo, y bajé corriendo las escaleras, vi a mi madre sola, así que hablé con ella.

-¡Mamá! ¿Puede venir Jesús a comer a casa?-le pregunto.

-¿Por qué?-pregunta extrañada.

-Emm-balbuceo-Sus padres se han ido de compras con Dani, él no ha querido marchar.

-Hija, esque es una comida familiar...-dice.

-Mamá pero para que no coma solo-insisto.

-Bueno, pues yo le acerco en coche a la casa de sus abuelos, que está a apenas 15 kilómetros-plantea.

-Sus abuelos tampoco están-intervengo.

-¿Ah no? ¿Y dónde están pues?-sigue.

-¡Ay mama!-grito-¡Esque hay que decírtelo todo! ¡Estoy saliendo con Jesús! ¡Llevamos 13 meses saliendo! Se lo quería presentar as familia ya que están aquí...-suelto de sopetón.

-¡Laurita! ¡Eso es estupendo! ¡Claro que se puede quedar a comer! ¡Corre y pon un cubierto más!-accede.

Le miro mal.

Estábamos todos sentados en la mesa. Y se preguntaban confusos quien faltaba, siendo que estábamos todos.
De repente sonó el timbre, me levanté, fui, y abrí la puerta.
Era él.
Era Jesús.
Le di un abrazo, y nos acercamos a la mesa.
Antes de sentarnos a comer anunciamos la gran noticia...

-¡Hola familia!-capto su atención -Os preguntabais por qué sobraba un sitio en la mesa, ¡no? Bueno, pues era por Jesús. Se va a quedar a comer. Os tenemos que decir una cosa muy importante...

Se quedaron callados por completo.

-Jesús y yo somos novios... Llevamos 13 meses saliendo-suelto al fin.

Jesús se puso rojo.

-¡Anda que no se notaba ni na'!-gritan mis hermanos al unísono, para luego reír a carcajadas.

Mi madre me guiñó un ojo.

-¡Enhorabuena!-dicen cada uno de los componentes de mi familia.

-¡AH!-chilla Lydia-No me lo puedo creer... ¡Tengo de cuñado a un famoso! ¡Me muero! ¡Voy a ser la envidia de mi colegio!

Después del comentario de Lydia y de que toda mi familia nos diese la enhorabuena, nos sentamos a comer.

Jesús se entendió bastante bien con mi familia.
A estos les caía muy bien Jesús.
Todo salió perfecto.

De postre, aparte de la tarta que había comprado mi madre, Jesús trajo dos bizcochos que había echo su madre, nos los comimos súper pronto. Estaban riquísimos.

Después de estar toda la tarde hablando todos, Jesús dijo que se tenía que ir. Mi familia me dijo que me fuese con él, que no les importaba.
Y claro, Jesús encantado de que me fuese con el.
Fuimos al McDonalds a tomar un helado, y después de estar un rato solos, nos fuimos a cenar al Telepizza.

Al terminar de cenar nos fuimos a un parque, y ahí nos encontramos a Dani, Inés, Angela y Pedro.

Nos dijeron que había discoteca, y que a todos les dejaban ir.
Jesús y yo fuimos a nuestras respectivas casas a ponernos más arreglados y preguntarles si nos dejaban.
Obviamente nos dejaron, sin especificarnos hasta que hora.

Habíamos quedado en ese parque, y a las doce nos fuimos a la discoteca.

Después de 8 horas bailando, cantando y hablando, nos fuimos a casa.
Pedro e Inés vivían en la misma calle, así que se fueron juntos. Ángela se fue con nosotros -Jesús, Daniel y yo-ya que vivía en la calle de al lado.

Estábamos Jesús, Daniel y yo en la calle, en nuestra puerta, cuando me despido, y veo que sale su padre... Se iba a trabajar. Mientras unos entraban, otros salían. Yo me empecé a reír a carcajadas. Después, entré a mi casa.
Fue llegar a la habitación, quitarme los tacones y tirarme en modo plancha a la cama. Ni me puse el pijama ni nada. Estaba agotada...