CAPÍTULO 16, parte 1

301 26 7
                                    

*Inés te añadió*

Inés.

Hola chiquitines.

Inés.

¿Qué mejor manera de terminar el verano que haciendo una fiesta en mi casa?

Inés.

El 24 de Agosto mi hermana se queda a dormir en casa de una amiga y mis padres tienen el turno de noche en el hospital. ¿Os apetece?

Dani.

¡Jesús y yo nos apuntamos!

Jesús.

Exacto broow.

Ángela.

Vale, así recordare esa fiesta como la mejor... Será una pequeña despedida para mi.

Pedro.

Yo me apunto.

Yo.

¡Venga! Una fiesta... ¡Mola!

Inés.

Va chicos. Pues pasado mañana a las 20:00 en mi casa.

**

Ángela, Inés y yo nos fuimos de compras al día siguiente.
Nos compramos las tres unos vestidos iguales, pero de distinto color.
Yo en violeta (mi color preferido), Inés en rosa fucsia y Ángela en azul celeste.
Luego nos compramos unos tacones iguales las tres, blancos.

Ya llegó el gran día; 24 de Agosto.

A las 18:00 me vinieron Daniel y Jesús a buscar a casa.
Quedamos nosotros tres unas dos horas antes para arreglarnos.

Eran las 19:45 así que decidimos marchar ya.
Estábamos los tres guapísimos.

Llegamos ahí y ya estábamos todos. No faltaba nadie.

Después de cenar, sacaron alcohol, que lo habían comprado.
Habían cogido Whisky, Ron, Vodka, Tequila...
Y yo me negué rotundamente a probarlo.

Pero luego pensé...

A ver, tengo casi quince años, y no he bebido en mi vida un sólo cubata. ¿Algún día lo tendré que probar, no? ¿Por qué no hoy?

Por lo que me ofrecieron un cubata y me lo bebí. No estaba malo.

Me preparé otro. Me gusto más.

Y así con los siguientes seis cubatas.

Yo estaba descontrolada, cuanto más quería, más bebía.

Yo ya pasé a beber directamente de la botella.
Jesús se enfadó en varias ocasiones conmigo...
Cuando yo cogía una botella él me la quitaba.
Y así todo el rato... Pero había momentos que se descuidaba y yo bebía.

Todos habían bebido tres o cuatro de cubatas y algunos chupitos de tequila.
Yo no. Yo me había bebido unos diez cubatas, y varios tragos de las demás botellas.

Me decían que parase, me quitaban las botellas, pero yo no hacía caso, las recuperaba, y así...

De repente caí al suelo.
Indefensa.
Entré en coma.

...

Jesús al ver que me caía vino corriendo hacia mi.
Me cogió en brazos y me puso en el sofá.
Estaban todos muy asustados, llorando, lamentándose.

Jesús desde el primer momento decía que fuésemos al hospital.
Los demás dijeron que no, porque el hospital que nos pillaba más cerca era el de los padres de Inés... Y como se enterasen nos caería buena bronca...

Pasó una hora, no despertaba, todos estaban llorando, tristes, sentados en un sofá, en cambio Jesús estaba tumbado al lado mío, acariciándome el pelo, la cara, dándome besos, y llorando. Sus lágrimas caían sobre mi rostro.
Jesús seguía insistiendo con llevarme al hospital, porque yo, seguía en coma.

-¡Hay que llevarla al hospital!-insiste por vigésima vez.

-¿Pero estás tonto? ¿Cómo la vamos a llevar al hospital? El que más cerca nos pilla es en el que trabajan los padres de Inés...-suelta Pedro.

-Y como comprenderéis-le interrumpe Inés-no quiero que me castigen...

-Pues yo estoy de acuerdo con Jesús-coincide Ángela-hay que llevarla al hospital...

-¡CHICOS! ¿Vosotros os estáis oyendo? Del coma etílico a la muerte hay un paso. ¿Me estáis diciendo que preferís que se muera Laura a que os castigen? Pues lo siento mucho. Pero ha pasado una hora y si sigue con pulso es por pura suerte. Voy a llamar ahora mismo a su hermano para que nos lleve al hospital. Prefiero estar toda una vida castigado que perder a Laura. Sinceramente... ¿No os dais cuenta que somos unos críos? ¿Qué no somos nada responsables? ¡Una vida de una gran amiga esta en juego! Yo no sé vosotros. Pero yo no quiero perderla-suelta Dani de sopetón.

En ese momento todos recapacitaron.
Y Dani llamó a Alejandro, mi hermano.

-¡Alejandro!-dice nada más descolgar.

-¿Jesús que pasa? ¿Estas llorando? ¡Me has despertado!-comenta mi hermano.

-Soy Daniel, pero eso no importa-le corrige.

-Lo siento. Bueno, ¿Y qué pasa? Porqué tu me llamas por algo. No por darme las buenas noches-suelta con ironía.

-Verás... Estábamos en la fiesta, pasándonoslo genial, y...-lo deja caer.

-¿Y...?-insiste.

-Y a tu hermana le ha dado un coma etílico, o eso creemos-se echa a llorar.

-¿QUÉ? ¿CÓMO? ¿DÓNDE ESTÁIS QUE VOY CON EL COCHE? ¡HAY QUE LLEVARLA AL HOSPITAL PERO YA!-grita mi hermano muy alterado.

-Estamos en casa de Inés, ven rápido por favor y no se lo digas a nadie-le dice Dani.

Desde siempre y para siempre {jdom}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora