Desde siempre y para siempre {jdom}

CAPÍTULO 12, parte 2

Subimos las escaleras y nos encerramos en mi cuarto.
Yo iba en pijama, pero como había confianza, no me cambié.

-Bueno-capto su atención-¿Y qué tal con Dani?

Sin darnos cuenta eran ya la 1.
Mi madre subió a mi cuarto para darme las buenas noches y vio a Inés ahí aún.
Pensaba que ya se había ido, entonces dijo que se quedase a dormir, que ya era muy tarde para irse a casa.
Inés llamó a su madre y se lo dijo, su madre obviamente le dejó.

Estuvimos toda la noche hablando, pero a Jesús y a Dani no les dijimos nada. Queríamos que fuese una noche únicamente de chicas.

Después de estar unas tres horas hablando, ya no teníamos nada que contarnos. Así qué Inés le mandó un whatsapp a Dani. Y yo otro a Jesús.

Jesús estaba dormido.
Dani respondió.

Inés.

Daniel cariño, estamos en casa de Laura

Dani.

¿En serio? Venirnos ya de ya para casa.

Inés.

Vale, baja para la puerta y nos abres

Inés y yo pasamos a su casa en pijama, le dejé yo uno mío ya que ella no había venido a mi casa con la intención de quedarse a dormir... No había ganas ganas de ponerse ropa de calle.

Bajamos con cuidado las escaleras, y salimos por la puerta. Llegamos a su casa, y estaba Dani en la puerta.

Se besaron y Dani me dijo que Jesús estaba dormido.

Entramos con cuidado a su casa y subimos las escaleras con más cuidado aún.
Entramos en el cuarto de Jesús.
Estaba dormido, parecía un ángel.
Le di un beso en la mejilla, y le susurré al oído 'Jesús, cariño, despiértate'
No se despertaba; lo quería hacer romántico y le seguía susurrando... Pero no se despertaba.
Hasta qué Dani llegó, le dio una colleja, y se despertó. Yo me empecé a reír a carcajadas, entonces Inés me dio otra colleja a mi, ya que me reía muy fuerte e iba a despertar a sus padres.
Su primera imagen al despertarse, fue vernos a los tres en pijama con un sueño alucinante.
Él también se empezó a reír a carcajadas, y fue cuando Dani le dio otra colleja.

-¡Oye! ¿Paramos ya de darnos collejas o que? ¿Qué es esto? ¿Un juego? ¿Un juego de ver quien da más collejas?-gritaba indignado.

Estuvimos juntos hasta las 8 de la mañana, que esa era la hora que Juan Carlos se iba a trabajar. Nos despedimos de los chicos y nos fuimos.
Llegamos a mi casa, voy a sacar la llave y... ¡No estaba! ¡No la tenía! ¡Me la había dejado en casa! No me había acordado de cogerla...

Me quería morir.
¿Qué hacíamos nosotras a las 8 de la mañana en la calle? Y encima en pijama...
Nos fuimos a la parte atrás de mi casa, porque Juan Carlos salía de la suya.
Cuando se fue en coche, llamé a Jesús. Me lo cogió de milagro, ya que estaba apunto de irse a dormir.

Le contamos que no podíamos entrar en casa, porque no teníamos las llaves. Nos dijo que fuésemos a su casa para que pudiéramos saltar de ventana a ventana.
Nos costó, nos costó mucho. Pero a las 08:30 ya estábamos en mi cuarto.
Nos echamos a dormir, y a las 13:30 entró mi madre a buscarnos, para que nos fuésemos despertando.

Después de comer acompañé a Inés a la joyería para que encargara la pulsera.
Le dijeron que a las 18:00 estaría lista.
A las ocho, Dani e Inés quedaron para celebrar su aniversario y se dieron los regalos, etc.

Jesús y yo quedamos con Pedro y Ángela.

A la 1 de la madrugada me llamó mi madre.

-Hija vente ya para casa-dice.

-¿Ya? ¡Mama es muy pronto!-bufo.

-No hija no, no es pronto. Son la 1. Vente ya, que además no llevas llaves y yo mañana trabajo-me insiste.

-Esta bien mamá. Ahora voy-accedo.

Se lo dije a los chicos, y me acompañaron a casa.
Al principio de la calle Ángela y Pedro se pararon, y nos dejaron solos para despedirnos.
Me di cuenta que se habían parado entonces me despedí de ellos. Le di a Pedro un abrazo, y a Ángela un besito en la mejilla.
Tras despedirme de estos últimos, fui corriendo con Jesús, me subí en sus brazos, y nos empezamos a besar.