CAPÍTULO 6

495 35 4
                                    

Pasaban los días, e incluso los meses, y claro está; cada vez quería más a mi niño.
Éramos la pareja perfecta, lo juro.
Teníamos nuestros más y nuestros menos, pero siempre superando todos y cada uno de los baches que existían en nuestra relación.

Yo, seguía sin creérmelo.
Las Gemeliers, pensaba que les iba a caer mal. Pero no, yo intentaba ser todo lo maja que podía con ellas. Nos llevábamos bastante bien, aunque siempre había alguna que me insultaba, o inventaba falsos rumores.

Una vez quedamos por la tarde, pero no me enteré muy bien de la hora... Así qué aparecí en la casa de los Oviedo-Morilla media hora antes.

Llamé al timbre, y me abrió Daniel.

-¿Qué haces aquí Laura?-me pregunta desconcertado.

-He quedado con Jesús ahora-le respondo.

-Laura tesoro... Habéis quedado en media hora. Jesús se está duchando-dice echando a reír al ver que mi cabeza no se entera de nada.

-JAJAJA. Entonces me voy a casa, Dani. Hasta luego-le digo.

-¡No! Por favor, pasa-añade.

-Vamos-digo.

Nos sentamos en el sofá y empezamos a hablar junto a dos zumos de melocotón (la cual es mi fruta favorita).
Pero antes de que pudiésemos terminar la conversación, nos interrumpió Jesús.

-Laura... Eh... Mmm... A ver-empieza diciendo.

-Dani–me asusto–¿Qué pasa?

-No me lo puedo callar más... He de decirte una cosa...-dice mientras su nivel de nerviosismo aumenta.

-Claro, dime-le digo.

-Llevo tres meses colado por Inés María... Tu amiga-suelta.

-¿QUÉ?-pregunto sorprendida.

-Lo que oyes...-dice cabizbajo.

-¡ESO ES ESTUPENDO!-grito a voces.

-¿Ah si? ¿Por qué?-pregunta perdido.

-Tío, ¿tú no sabes como te mira cuando pasa por al lado tuyo? Lo sabrías si no agacharas la cabeza...-digo arqueando la ceja izquierda.

-Pf... ¿Y tu podrías conseguirme el teléfono?–pregunta–osea, pasármelo, porque sois muy amigas y seguro que os pasáis la vida hablando por whatsapp.

-¿El teléfono de quien?-dice Jesús apareciendo por ahí de una forma inesperada.

-Emmm–balbuceo–Jesús cariño, me he adelantado un poco porque no me había enterado a que hora habíamos quedado... Estábamos hablando con Dani de que le consiguiese el teléfono de...

-¡Valentina!–me interrumpe Dani–No me he apuntado los deberes de biología.

-Tranquilo hermano, yo te lo doy. Que yo lo tengo...–le dice dándole una palmadita en la nuca–cariño ¿nos vamos?

-Sí, vamos-asiento.

Le doy un abrazo a Dani y le susurro 'Cuando llegue a casa te mando un WhatsApp'.

Y nos vamos con Jesús de la mano.

Desde siempre y para siempre {jdom}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora