Capítulo 18

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-Oh por Dios!- dice Zea.

Un gran silencio se apodera de la pequeña estancia. Trago saliva y con cautela meto la mano dentro de la pequeña caja metálica. 

-¿Qué hay adentro?- pregunta mi amiga.

Extraigo una carpeta negra en la cual hay muchos papeles y se los entrego a Zack y a Danny, tan rápido se colocan en la mesa y comienzan a leer los papeles.

Suspiro y miro la caja fijamente pero me doy cuenta de que hay algo mas a dentro. Meto mi mano y saco lo que parece ser unas hojas dobladas, parecieran que llevan mucho tiempo ahí.

Las desdoblo con cuidado y cuando comienzo a leer mis ojos se llenan de lagrimas.

-Chicos...- susurro pero ellos no me responden.

-¡Chicos!- grito y todos en la habitación se giran para verme -Esto es lo que buscan-

Zack se acerca a mi y toma los documentos de mis temblorosas manos. Me insta a sentarme al verme así. Lo veo que comienza a leerlos a toda prisa. Hace muecas, gestos y caras que no puedo interpretar.

-¿Qué es?- pregunta Zea y agradezco en silencio que hiciera la pregunta que no me atrevía a hacer.

-Esto- dice alzando una hoja - Es nada mas y nada menos que... un testamento modificado-

-¿Como?- pregunta Danny.

-Si, al parecer alguien trato de hacer pasar este documento como legitimo, pero se percataron de que era falso. Lo que no entiendo es porque Ricardo lo tenia-

Nos quedamos en silencio, tratando de analizar la información dicha.

-¿Qué dice el testamento?- pregunto en un susurro.

-El documento dice que el señor MacCaa deja la mayor parte de las propiedad y de su dinero a su hijo mayor Bruce MacCaa, dejando una casa a Chad y dinero para Ricardo-

-¿Dice algo de Freesia?-

-No, solo menciona a los tres hombres- Nos quedamos en silencio y ahora es cuando todo lo veo mas claro.

-Es mas que obvio que fue Bruce quien falsifico ese documento, Ricardo me había comentado que él no reconocía a Freesia como su hermana, hija de su padre, al ver que Charlie la había incluido en su testamento hizo este con tal de quedarse con todo-

-¿Crees que por eso lo secuestro?- pregunto Danny.

-Es lo mas probable, tenemos que salir de aquí e ir directamente a levantar una orden de aprehensión en su contra-

Asentí y me puse de pie, estaba tan cansada que lo único que quería era estar en mi casa, pero necesitaba encontrar a Ricardo, lo quería junto a mi de nuevo. Zea se acerco a mi, mientras los hombres reunían papeles y demás cosas.

-Todo saldrá bien- me dijo mi amiga mientras me abrazaba. Asentí tratando de que las lagrimas traicionaras no bajaran.

Salimos del lugar con todo lo necesario y subimos al coche, en el trayecto Danny y Zack iban planeando una estrategia.

Cuando llegamos a la delegación, entramos directo en el despacho de uno de los jefes.

-Bienvenidos ¿Traes el documento?- pregunto un señor Gañel, ya que lo leí en su placa. 

Zack le entrego los documentos y comenzó a leerlos mientras se sentaba -Tomen asiento- dijo y así hicimos, después de unos minutos dejo los papeles sobre su escritorio y nos miro -La falsificación de documentos es un delito muy grave-

-Y no solo eso, estamos seguros de que Bruce MacCaa es el actor intelectual del secuestro de su propio hermano Ricardo MacCaa- dijo Danny.

-Y no solo eso...- dije ya tarde cuando mi cerebro registro que había dicho algo.

-¿Qué mas señora?- pregunto Gañel. Trague saliva, estaba nerviosa y cansada. Zea tomo mi mano y me dio ánimos para decir la verdad.

-Hace unos meses la media hermana de mi esposo Freesia MacCaa sufrió un atentado en su contra. El edificio en donde tenia su negocio quedo en completa ruina y los peritos revelaron que el incendio no fue accidente, fue provocado-

El hombre de traje asintió y comenzó a usar su computadora. Nos quedamos en silencio, solo se oía el ruido de las personas que estaba afuera y las teclas de la computadora en la que estaba escribiendo.

-De acuerdo...- comenzó a decir pero un policía entro e interrumpió.

-Señor tenemos un ocho siete (87 tiroteo) sobre una calle que da directo al banco municipal-

-¿Y porque no han ido?-

-Señor al parecer hay un cinco uno (51 muerto)-

-Podrían dejar de hablar en clave y decir que demonios pasa- Zea se levanto indignada al ver que nos mantenían al margen.

-Señor todo parece indicar que el siete dos (72 rehen) estaba en ese tiroteo-

No me gusto el cambio en el semblante de Gañel, se levanto y abrocho su saco.

-Manda a las unidades que puedas- el policía asintió y salio corriendo.

-Iré al lugar de los hechos...-

-¿Qué pasa? ¿Porque tiene que irse?- pregunte desesperada al ver que nos abandonaba.

-Señora por favor...-

-¡No!- grite -Le exijo que me diga que demonios esta pasando-

El hombre no tenia escapatoria, o me decía o me decía.

-Mire señora me informan que probablemente su esposo estuvo en ese tiroteo que indico el policía-

-¿Qué?- me quede muda y la sangre se me heló, caí sobre la silla y las lagrimas que había logrado retener, comenzaron a salir libremente.

-Tengo que ir y asegurarme de que es un error, ahora si me disculpan-

-¿Podemos ir?- pregunto Danny, alzando su chaleco que ocultaba su arma. 

Gañel asintió y salio por la puerta, Danny y Zack me miraron.

-Iremos al lugar, tienes que estar tranquila ¿De acuerdo? Probablemente todo sea una confusión- dijo Zack dándome un fuerte apretón de manos -Volveremos pronto- le dijo a Zea y le dio un beso en la frente antes de irse.

Me sentía cansada y muy agotada. Fue un día muy largo y aun no terminaba. Me levante de la silla y pregunte en donde estaba el baño.

Zea me acompaño en todo momento y juntas entramos al baño. Estaba lavándome la cara cuando sentí una fuerte presión en el pecho.

-¿Que te pasa?- pregunto mi amiga. Me incline hacia atrás y tope con la puerta de uno de los baños -Estas muy pálida ¿Te duele algo?-

Negué con la cabeza y cuando sentí que ya estaba mucho mejor me incorpore, no di ni dos pasos cuando sentí un liquido recorrer mis piernas.

-oh por dios- susurre.

-Nathaly...- dijo Zea y ambas miramos hacia el piso en donde estaba un liquido amarillo rojizo.

-Los bebes...-

-Vamos tenemos que ir al hospital- Caminamos hacia el coche de Zack y Zea piso el acelerador a fondo.

-Ahhh-

-¡Que pasa! Dios ¿Te duele?- pregunto sin apartar la vista del camino.

-Tengo contracciones- dije en un susurro.

-¿Qué?-

-¡Que los bebes van a nacer!-

-¡Santo dios!-



Desastre... A Largo Plazo (Libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora