¿Pruebas? ¿Dónde?

9 2 1
                                    

La noticia del hombre asesinado trascendió fronteras.
Nunca se supo quién fue el autor del asesinato.

"¿Por qué, si en esos 100 metros que abarca uno de los costados del colegio -en cuya vereda se encontró el cadáver- hay dos cámaras, una en cada esquina?". Es la pregunta que todos se hacen.
Sin darme cuenta, el hombre al que maté (luego se descubrió que formaba parte de una red de trata) cayó en un punto de la vereda el cual ninguna cámara pudo ver, ya que como todos los vecinos saben, esa vereda se encuentra plagada de árboles: uno de ellos obstruía la vista a las cámaras.

"¿Y qué pasó con el domo?".
Quiso la suerte que en el preciso momento en el que yo desenfundaba mi pistola un auto cruzara la calle con exceso de velocidad y el semáforo en rojo. La cámara, que se encuentra -muy lógicamente- al lado del domo, emitió un flash para capturar una foto de la infracción, ya que a las 03:00 la luz es insuficiente, lo que cegó momentáneamente la visión del domo. Tiempo suficiente para que yo disparara y guardara el arma sin ser visto.
Estoy pensando en presentarme como autor del crimen ya que así la gente sabría que yo fui quien abrió las puertas para que se desmantelara la red de trata.
Basándome en esto, creo que me dejé el traje por vanidad.

Casual y perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora