Antisocial

Capitulo 3: No todo lo que sube, tiene que bajar

Jessica miró a la entrada de su habitación cuando escuchó pisadas desde el pasillo "Unnie, Tiffany unnie vino a visitarte" Jessica se levantó de su cama "Dile que suba" "No es necesario" Tiffany entró detrás de Krystal "Es extraño verte... ¿se aburrió de ti, la antisocial?" Tiffany bufó y se acostó sobre la cama de Jessica "Soojung, déjanos solas por favor" Jessica pidió y una vez que salió de su habitación se recostó a un lado de la joven invasora "¿Sucedió algo realmente?" "No sé porque siento ésta necesidad de querer conocerla" Confesó Tiffany, Jessica levantó una ceja "¿Te digo algo? Creo que estás actuando de la misma manera que lo hiciste con ese pobre muchacho en San Francisco" "¿Hablas de Frank?" Jessica asintió "Pero Frank era un chico normal que hablaba con la gente y no sentía miedo cuando yo estaba cerca" La castaña iba a decir algo pero calló al escuchar aquello "Es algo nuevo" "¿Qué cosa?" Jessica sonrió "Produces miedo a la gente, eres un monstruo terrible" Tiffany le empujó escuchándola reír "No empieces, es solo que ella... no lo sé, hay algo que me esconde" "Es lógico, llegaste como una demoledora a su vida y en menos de dos días, estás intentando averiguar todo de ella. Eres una psicópata amiga" Señaló Jessica sonriendo "Si no fueras mi amiga, te odiaría" "Sabes que me amas" Tiffany rodo los ojos.

La bajita cada mañana que salía de su hogar observaba hacia todos lados, no importaba cuanto se esforzara por escapar, siempre la encontraban, y esa mañana, no era diferente "¿Dónde habías estado Taeyeon? Mis puños extrañaron la sensación de golpearte ayer" "Po-por f-f-favor... no me gol-golpees" Taeyeon tartamudeó, sus ojos se llenaban de lágrimas "¿Qué razón tendría para no pegarte?" Una sonrisa recorrió los labios de su agresor "¡Taeyeon unnie!" Taeyeon dirigió su mirada a quien le había llamado "Tienes suerte" Su agresor se alejó, Taeyeon sintió como su corazón se desaceleraba "Pensé que no te alcanzaría unnie" Taeyeon la miró "So-Sooyoung ¿verdad?" Tartamudeó la bajita y ella asintió sonriente "Todavía no recuerdo con claridad por donde queda la escuela y menos mal te vi pero... ¿Quién era la persona con la que conversabas?" Sooyoung miró expectante "N-nadie en verdad" Taeyeon bajó la vista "Entonces ¿puedo acompañarte a la escuela?" la bajita asintió moviendo su cabeza, Sooyoung la siguió.

Jessica entró al salón de clases y miró a su amiga con su cabeza apoyada sobre la mesa "Hola monstruo" Tiffany levantó la vista "Deja de llamarme monstruo" Jessica sonrió y se sentó en su puesto "¿Te llamo invasora?" "Jess... no pude dormir en toda la noche" Tiffany suspiró mirándola "Vaya, es por la anti" "Te dije que tiene nombre" Reclamó la joven de ojos bonitos "Bueno, bueno, pero ¿no me digas que estuviste pensando en ella toda la noche?" Tiffany arrugó el ceño "Oh por dios" Jessica exclamó en inglés, Tiffany se acomodó y tapó su boca "No digas nada, es solo que estoy realmente preocupada ¿por qué después de que compartiéramos dos días seguidos me pediría algo así?" Jessica alzó una ceja "Porque compartieron solo dos días y la que seguro habló durante los dos días fuiste tú, anda deja de ser tan entrometida, ella tendrá sus asuntos" "¿Tú crees?" Preguntó Tiffany, tenía sus ojos llorosos "Claro, si quieres averiguarlo, ella viene entrando" la joven dirigió su mirada a la muchacha, quien acomodaba sus cosas seriamente "¿Te gusta Taeyeon?" Miró a su amiga con los ojos bien abiertos y la chica comenzó a reír "¡Era solo una broma!" "¿Por qué haces eso?" Tiffany dejó caer su cabeza nuevamente sobre la mesa, sus mejillas estaban ardiendo y en parte no quería desviar la vista de la bajita.

Taeyeon observó el salón de clases, tenía miedo de las miradas que diversos compañeros le otorgaban, pero existía una que la incomodaba mucho más y en ese preciso momento, ni siquiera se dignaba a girarse "Quizás haga caso de lo que le dije" Pensó la bajita, observó debajo de su banco que había una nota sobresaliendo y la tomó, sus nervios se pusieron de punta "Esto no va a acabar nunca" La bajita había recibido otra amenaza por parte de su agresor y estaba segura que no se podría librar de la golpiza camino a casa. Pero lo que ahora le aterraba mucho más, era que la joven entrometida que se sentaba en los bancos delanteros del salón, le siguiese y descubriera lo que estaba pasándole en realidad "No dejaré que me veas tan débil"