ONE GIRL, FOUR DIRECTIONS

Capítulo 43: Bajo la tormenta

Capítulo 43 

Bajo la tormenta

Era el día en el que iremos a ver a los padres de Zayn. Seguramente son encantadores porque nos invitaron incluso a las chicas. La noche anterior, junto a Harry, no dejaba de dar vueltas en mi cabeza. Y pensando en eso, caí en un sueño profundo, y no desperté hasta que unos golpes en mi puerta abrieron mis ojos.

- ¡Cris! -escuché la voz de Niall- ¡Rápido, nos vamos!

La puerta se abrió y me encontré con un preocupado Niall.

- ¿Qué te pasa? -me quejé incorporándome.

- ¿No estás lista? -se asombró el rubio.

- Me he quedado dormida -le expliqué.

- Qué pena, nos vamos -se despidió.

- No, esperarme -le detuve.

- Te irás con Harry -me avisó-, él también es perezoso y se quedó durmiendo la siesta.

Todos se marcharon, tuve tiempo de cambiarme, maquillarme y entonces toqué la puerta de Harry.

- ¿Estás listo? -le grité- ¡Por favor, no quiero llegar tarde!

Apareció rápidamente- Relájate, ya estoy.

Al salir de casa, había empezado a llover, así que nos dimos prisa para subirnos a su coche y arrancó de una vez. Estuvimos varios minutos conduciendo, y a cada segundo la lluvia caía más fuerte. Aproveché el asiento del copiloto para bajar el espejo y ponerme brillo labial. Sentía la mirada de Harry sobre mí todo el tiempo, hasta que mi teléfono sonó: Era Niall.

- ¿Qué pasa? -contesté.

- ¿Estáis cerca? -preguntó.

- No tengo ni idea -admití-. Harry, ¿estamos cerca?

- Eh... No... estoy seguro -tragó saliva.

- ¿Cómo que no estás seguro? -me asusté.

- Dile que teneis que coger la ruta 47 -me dijo Niall.

- Niall dice que cojas la ruta 47 -le informé.

- Dile que ya sé cómo llegar -contestó Harry.

- Pondré el altavoz -oprimí el botón de altavoz.

- La ruta 47 está bloqueada, por si no lo sabías hay una tormenta -le corrigió Harry.

- Entonces coje la ruta alternativa.

- ¿Sabes qué, Niall? He ido a esa casa millones de veces, sé cómo llegar.

- ¿Qué? No te escucho bien -se entrecortó su voz.

- Hay mala señal -comenté-. Ya llegaremos, ¿Vale?

Corté la llamada. Despues de varios minutos más, seguíamos en la carretera desierta, algo que debería haber sido un viaje de 10 minutos, se había alargado a unos 40 minutos.

- Harry... ¿Estás seguro de que has ido por la carretera correcta? -lo interrogué.

- Sí, esta es la correcta -asintió.

- No he visto ningúna señalización a la alternativa.

- Es por que no cogí la alternativa -lo miré de golpe.

- Niall dijo que tenías que coger esa ruta -le recordé.

- Es obvio que esa iba a estar cerrada, tiene muchos desvíos -me aseguró.

- ¿No has podído ni siquiera mirar si estaba abierta? Probablemente lo está.

- Hubiera sido una pérdida de tiempo -insistió-. Por aquí es más rápido.

- Llevamos casi una hora, no es más rápido -corregí.

- Eso no es cierto -negó-. Escucha, tenemos que coger el desvío 8 y llegaremos enseguida.

Abrí mucho los ojos- ¡Hemos pasado esa señal hace media hora!

Tragó saliva sin quitar la vista de la carretera. Lo miré fijamente hasta que se desesperó.

- ¡Está bien, lo siento! -se disculpó- Cogeré el siguiente desvío y veré lo qué  hago.

- ¿Qué verás qué haces? -me salí de mis casillas- ¿Es enserio?

- No podemos volver, ¿Vale? Le prometimos a Zayn estar ahí.

- ¡Eso fue antes de que nos perdieramos! -repliqué.

- ¡He dicho que lo sentía! -repitió Harry.

- ¡¿Qué mierda estabas haciendo para no ver la señal?!

- ¡Viendo tu puta maravillosa cara! -contestó cabreado.

Bufé mientras me recostaba en el asiento. Miré por la ventana, por medio no había nada, y en el resto había letreros, carteles, señalizaciones.

- No me vengas con tu... Patético y extraño intento de conquista por que, mierda, funciona -me quejé.

Harry suspiró- No es un intento de conquista.

- Mientes otra vez -le espeté sin mirarlo.

- ¿Cuando te he mentido?

- Cuando te disculpaste y fingiste no ser un idiota. Sigues siendo el mismo cretino de siempre.

- ¡No soy un cretino! ¡Y la disculpa fue sincera! -me aseguró.

- Entonces demuéstralo -lo reté-. Demuestra que no eres un idiota y haz algo al respecto.

- ¡No puedo! ¿Vale? ¡No sé cómo actuar cuando estoy contigo, me pongo nervioso y soy un idiota! -me explicó- ¡Pero no puedo fingir que no me enloqueces!

- Basta de tonterías -bufé.

- ¡No son tonterías! ¡Me importas de verdad, pero no puedo...! No sé... -no supo terminar la frase.

- Para el coche -me obedeció, pero las puertas tenían seguro-. Abre la puerta.

- ¿Qué? -se extrañó.

- Abre la puerta -le rogué- ¡Me quiero bajar, ábreme!

- Cris, está lloviendo...

- ¡No me importa, me quiero bajar! -insistí- Si quieres seguir tu camino, está bien. ¡Yo me quiero bajar!

Harry resopló y se rindió. Abrió el seguro de la puerta y me bajé. Vi cómo el coche se alejaba mientras la lluvia caía sobre mi. En pocos segundos, toda mi ropa y mi piel estaban empapadas. No pude evitar empenzar a llorar, pero mi cara estaba tan mojada que no sentía caer las lágrimas.

De pronto, el coche de Harry dio la vuelta y no se detuvo hasta llegar a mi lado. Su puerta se abrió, y de ahí descendió Harry, para llegar hasta mi rápidamente.

- Harry... -intenté que no sonara como un sollozo.

- No hables -sujetó mi cara con ambas manos-. Sólo... Cada vez que abro la boca lo arruino todo, así que... Déjame arruinarlo sólo.

- Está bien -asentí.

- Te quiero, ¿Vale? Te necesito, quiero... Pasar toda una noche contigo sin aprovecharme para demostrarte que jamás te usaré. Quiero que me prefieras a mí sobre Zayn y Louis, pero que sea tú desición, no la mía. Quiero... que me quieras para yo aprender a, algún día, amarte.

Sus labios estaban tan cerca de los míos que tuve que entreabrir la boca, y él me consumió con la suya. Apenas nos separamos para recuperar la respiración.

- No lo has arruinado esta vez -admití respirando agitadamente.

- ¿Segura? -sonrió; yo asentí- Eso es una... Buena señal. Creo.

- ¿Buena señal de qué? -me extrañé.

- De que podemos funcionar, juntos.

Esa palabra, "juntos", revolvió mi estómago. Le quería.