No recuerdo casi nada del último año vivido.
Logro recordar a todos los de la secundaria. De la preparatoria solo recuerdo a Joe, Katy, David y Jennifer. Hasta ahí.
Una semana después, Stephanie va a visitarme. Le pregunto muchas cosas que me parecen desconocidas pero que días antes, me eran familiares.
Cuando estaba en coma, uno de los primeros sueños que tuve, estaba con una persona, era muy diferente a Taylor, sin embargo, disfruté mucho estar con ella.
Al preguntarle a Fanny que había pasado con Taylor, me responde lo mismo que mis padres. Después, le cuento sobre uno de mis sueños.
-¿No recuerdas a Natalie?-
-¿Natalie?-
-Sí, ella es tu novia.-
-¿Tengo dos novias?-
-No, solo una, su nombre es Natalie. Antes del accidente, hablabas casi a diario sobre ella, decías que tan inseguro te hacía sentir pero aun así lograste hacer que se unieran, que pensaran cada quien en el otro, eso me dijiste.-
Estoy confundido. Tal vez es la chica que encontré tantas veces en mis sueños. Reviso mi celular y tengo un mensaje de Natalie, vendrá a mi casa para ver como estoy. Le pido a Stephanie que no se vaya, necesito que esté para cuando llegue ella.
He olvidado algunas emociones y sentimientos, no recuerdo que se siente estar triste, feliz, enojado, olvidé lo que es el amor, querer, sentir, y la verdad no sé cómo estoy porque a comparación de estar en coma, esto no es nada. Volteo constantemente al piso, desubicado.
Llega Natalie, la misma figura de mis sueños. Misma estatura, mismo cabello, mismos ojos, es solo que muy diferente a Taylor. Por mi mente solo pasa el hecho de que ella esté muerta, tan lejos de aquí, pero sintiéndola tan cerca.
Natalie camina rápidamente hacia mí, yo quedo estático, me abraza con gran fuerza. Sigo sin moverme, no la abrazo, ni siquiera dejo que se pegue mucho a mí.
-¿Tú, eres Natalie?-
-Sí.-
-¿Eso quiere decir que eres mi novia?-
-Sí, cariño. Soy tu novia.-
Stephanie nos interrumpe...
-Lo siento, me tengo que ir, hablamos luego.- Se marcha olvidando su bolso en el sillón.
-Natalie, estoy confundido. No sé qué realmente siento, ya no puedo identificar sentimientos.-
-¿Recuerdas que me prometiste cuidar mi corazón?-
-No entiendo por qué tendría que cuidar tan solo un órgano de tu cuerpo, en ese caso...-
-No, Alexander. Por cuidar a mi corazón me refiero a protegerme, no hacerme daño, tratar de que me sienta lo mejor posible.-
-¿Es una metáfora?-
-Sí, es una metáfora.-
-Ahora comprendo. Pero, estoy mal, no sé qué quiero, necesito recuperarme y lo siento, pero debemos...-
-¡Cállate!-
Se acercó aún más, esta vez se paró de puntas, con la agilidad y resistencia de una bailarina de ballet, sujetó mis dos mejillas con las yemas de sus dedos y logró unir sus labios a los míos.
-No quiero dejarte...- Se mantuvo abrazada a mí por más tiempo.
Una parte de mi cerebro vuelve a encenderse otra vez.
No puede ser. Ahora recuerdo algo, recuerdo cuando le pedí que fuera mi novia, estaba tan nervioso, tembloroso, no quería que se fuera, esperaba pasar más tiempo con ella pero tuvo que irse y fue ahí donde le dije. ¿La besé? No puede ser que no lo haya hecho antes.
Es tan hermoso el momento, aunque ella lo opaca. ¿Cómo no recordarla? Si ella logró mantenerme con esperanzas de seguir viviendo bien mi vida, me dio confianza, cariño, su amistad y ahora me está mostrando su parte más sincera. No sé cómo pude olvidarla. Espero que con el tiempo nos vayamos a unir nuevamente como solíamos estar. Ahora sé, que no quiero perderla nunca.
Sujeto su mano, caminamos juntos al parque mientras escucho con atención cada palabra que dice.
-Me preocupe mucho, entendí que a veces se tiene que dejar ir a las personas, o darle tiempo para reponerse, algo me dijo que tu ibas a estar bien, logré ganar suficiente confianza para creer que seguirías estable, pero me dolió mucho cuando no me recordabas, creí que nunca fui lo suficientemente importante para ti, no entendía cada palabra que decías y solo actué, con lo que mi corazón me dijo.-
-Cuando desperté, no recordaba casi nada de lo que pasó últimamente. Mis sueños eran bastante raros, si empezaba con castillos y dragones, culminaba con fantasmas y asesinos. Jamás tuve un sueño normal, a excepción del primero. Sentí que alguien sujetaba mi mano, me llevaba a un lugar donde no se veía la tristeza, abundaba la paz y solo había dos habitantes, ella y yo.-
-Alguien me aviso que estabas en el hospital y quise ir a verte.- Hizo una ligera pausa a su diálogo y continuo. -Fui yo quien sujetó tu mano, quien te invitó a formar parte de mi vida, quería que me conocieras un poco más.-
-¿Enserio fuiste tú?-
-Cariño, ¿quién más te seguiría queriendo aun estando cerca de la muerte?-
-¿Tú?-
-Acércate y te lo digo.-
*Esta parte, quedará a la imaginación de cada quien*
![](https://img.wattpad.com/cover/49465168-288-k74913.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Volver a comenzar. EMPH p.II
JugendliteraturSegunda parte de Entre mi propio huracán. ¿Imaginas querer mucho a una persona y que la muerte te la arrebate? ¿Cómo podrías sobrevivir a eso? La respuesta: buscando a otra persona por la cual sentir lo mismo. Esto no es fácil. Alexander, intenta l...