12. Sasha

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Estaba sentado en el sofá con los pies sobre la mesa de cristal mientras bebía el whisky en mi vaso. Elizabeth no había bajado desde nuestra discusión.

No, discusión no, pelea es la palabra.

Obviamente no iba a pedirle disculpas ni nada parecido, después de todo ¿Quién es el culpable aquí?

Un par de minutos después oí sus tacones golpear contra la escalera. Bajó, caminó hasta la sala, dejó un pequeño bolso en uno de los muebles y siguió hasta la cocina. En un par de segundos regresó con unas llaves en la mano y tomó nuevamente el bolso.

-¿Te vas?.-le dije después de darle un trago a mi bebida.

-No me quieres aquí ¿Cierto?.-se sentó en el mismo mueble y empezó a quitarse sus tacones para cambiarlos por unos Converse que no me había fijado que traía.

No se sí lo hacía a propósito pero se quitaba los zapatos con tal sensualidad que me perdía por momentos.

Un momento, estoy molesto, no puedo sucumbir ante sus encantos.

Demuestra quien manda.

-Supongo que Alex viene a verte.

-No.-se levantó con sus zapatos en la mano.-¿Recuerdas el auto que me diste?

-Si, y también recuerdo que lo rechazaste.

-No lo rechacé, sólo dije que ahora no era necesario.

¿No es lo mismo?

-¿Y?.-le dije.

-Y pienso llevármelo.-levantó las llaves para mostrarmelas.

-Pues, que te vaya bien.-le dedique una rápida sonrisa, sarcástica por supuesto, antes de beber lo último de alcohol que había en mi vaso.

Tomó su bolso y se dirigió al garaje no sin antes dedicarme una mirada asesina con sus ojos verdes.

Debo admitir, nunca la había visto tan enojada.

Sin embargo la seguí hasta el garaje. Estaba debajo del umbral de la pequeña puerta que conecta esa parte de la casa, observando como entraba a uno de los cuatro autos que allí había. Claro, cuatro autos sin contar los de colección.

Obviamente, un multimillonario de fama mundial no se puede conformar con uno. Además lo mío no es presumir.

No siempre.

Elizabeth entró al deportivo rojo que, efectivamente, le había regalado pocos meses después de que se mudara conmigo.

Que ironía que justamente en ese auto se vaya de casa.

-Saluda a Alex de mi parte.-le grité.-Conduce con cuidado.

Haciendo caso omiso a mi "recomendación" aceleró tan rápido que los neumáticos chillaron.

Una vez que ya no podía ver el auto, regresé a la sala y me serví otro vaso de whisky. Ahora que tenía todo el tiempo libre del mundo, ¿qué podía hacer?

West no estaba en la ciudad, tenía una cena con los padres de su esposa. Quizás podía ponerme a trabajar. No, los domingos no se trabaja. Tomé mi celular, que estaba sobre la mesa, pensando en algún posible número al cual llamar. Alguien tenía que estar desocupado.

Tocaron la puerta de la casa. Ya que yo era el único en casa tuve que levantarme a abrir. Quizás Elizabeth se arrepintió y decidió volver, o quizás se había olvidado de algo. Me apresuré a abrir la puerta, pero en vez de encontrarme con Elizabeth, me encontré con una mujer desconocida. Era joven, baja, de cabello claro y estaba toda desarreglada. Al parecer no era más que una niñita universitaria.

-Hola Tony.-me rodeó con sus delgados brazos el cuello mientras yo aún sostenía la puerta desconcertado.

-Hola.-le dije mientras la apartaba un poco de mi.

Estaba muy bonita pero también necesitaba respirar.

-Tanto tiempo sin vernos, a puesto a que ni siquiera me recuerdas.-me sonrió.

-La verdad no.

-Soy Sasha Lincon, hija de uno de tus socios.

Como no recordar, si el señor Lincon no deja de hablar.

-Claro.-me hice a un lado.-Pasa.

Sin pensarlo dos veces entró, se sentó en mi sofá y tomó mi vaso con el poco licor que quedaba.

Cerré la puerta e inmediatamente me dirigí a ella para quitarle el vaso.

-Esto no es para ti.-le dije mientras agitaba el vaso.

-Por favor Tony.-me quitó el vaso y bebió lo poco que quedaba.-La otra vez nos llevaste a un bar.

-¿Las lleve?¿A quienes?.-me senté a su lado.

-A mis amigas y a mi, bueno es lógico que no lo recuerdes estabas muy ebrio.-caminó hacia el estéreo que estaba junto a la televisión y lo encendió.

-¿Y a que viniste?.-subió el volumen.

-Estaba aburrida en mi casa y creí que sería bueno ir de fiesta.-se subió al mueble y empezó a bailar.-Ven, vamos a bailar.

Un momento, es una universitaria, me pueden denunciar por acosador. Pero estaba muy bonita. Bueno pues sólo hay dos opciones: o la echo de la casa y me ahorro problemas, o me subo al mueble a bailar con ella y me emborracho hasta no saber de mi.

Pues la respuesta es fácil.

-¿Sabes qué Sarah? Llama a todos tus amigos, querías una fiesta, bien, haremos una fiesta.

-No te preocupes Tony, estarán aquí en un minuto.-me dijo con gran euforia.

Y ambos estábamos parados en el mueble bailando al ritmo de quien sabe que.

¿Qué? Nadie dijo que tenía que hacer lo correcto.


Nota de autor: Bueno... No diré nada 😐 Lo importante es que hay capítulo nuevo 😸

PD: les gusta la nueva portada? 😏

PD2: no se olviden de votar y dejar sus comentarios 😁

PD3: no me maten hago lo que puedo 😱🙈

Nos vemos en el cap 😘

(Rezen por que sea pronto XD)

Corazón Desarmado (CA #2) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora