Se escuchaba el relajante sonido del mar, y la brisa salina corría con fuerza. Tenía mis pies descalzos en la arena, húmedos por el agua que se acercaba.
Traía la misma ropa. No me molesté en cambiarla. No podía conciliar el sueño, ni siquiera lo intenté. Eran cerca de las tres de la mañana. Tenía la luna de frente, en todo su esplendor, iluminando más que siempre.
¿Qué iba a hacer con la carta? ¿Con esa excusa tan ilógica de mi madre? Bueno, por ahora sólo se me ocurría una cosa.
Saqué mis manos de los bolsillos de mi pantalón. En una de ellas estaba la carta, en la otra, un encendedor.
Traté de regresar el papel a su forma original, a continuación acerqué la llama del encendedor a la parte superior de la hoja y esta se empezó a consumir. Las partes de aquella carta volaban, encendidas aún. Yo sólo veía como el viento se llevaba las palabras, literalmente. Solté la última parte antes de que pudiera quemarme. Ni siquiera el humo quedó.
La carta no había hecho que pensara diferente de mi madre. Simplemente me había dado una explicación, demasiado sosa. Al menos la duda se había ido, ahora sabía el por qué. Pero el dolor seguía, al igual que la ira. No podía perdonarla.
Tomé mis zapatos, no me los puse, y empecé a subir hacia mi casa.
Unos diez minutos después llegué. Justamente allí, en la sala, estaba Elizabeth, esperándome. Nuevamente con su libro. Parece que quiere terminarlo hoy. Dejé mis zapatos en el suelo, y Elizabeth se levantó para acercarse a mí. Me observó un momento, y después habló.
-Espero que te sientas mejor.
-Nada ha cambiado Elizabeth.-la observé.-Todo está igual.
-Vamos arriba, tienes que dormir.-me tomó de la mano.
-Elizabeth.-la atraje hacia mí.-Perdóname por mi actitud de esta tarde.-tomó mi rostro con sus manos.
-No importa Tony.-me besó en los labios.
Me tomó de la mano nuevamente y subimos las escaleras.
Desperté desconcertado. No tenía ni idea de la hora. Me levanté y bajé hacia la cocina. Elizabeth estaba allí, y estaba preparando algo. Olía muy bien.
-Hasta que despiertas.-me dijo.
-¿Qué hora es?.- me senté en un taburete de la barra.
-Cerca de las dos de la tarde.-me respondió concentrada en la cocina.
-Tenía una reunión.-
Allison va a matarme.
-Quizás por eso tu celular no ha dejado de sonar.
-¿Y dónde está?.-colocó un plato con su exquisita comida.
-Primero come y después te digo.-me respondió sonriendo.
-Sí señora.
Salí de mi casa hacia la oficina. Allison me había llamado varias veces, pero no había dejado ningún mensaje.
Le pregunté a una recepcionista, nueva, dónde estaba mi asistente. Ella, tartamudeando un par de veces, me respondió que estaba en la sala de juntas, a punto de empezar una reunión. Así que subí y entré directamente a la sala de conferencias. Por suerte nada había iniciado.
Allí estaba Allison de pie con su celular, en la mesa sólo había dos personas. Un hombre bien vestido, y el otro parecía ser su secretario. Saludé a ambos y me senté en mi puesto para empezar con la reunión.
Al salir de la sala de juntas, el hombre bien vestido se acercó.
-Señor Steele, creo que no nos han presentado.-extendió su mano.-Soy Elliot Williams.
-Y creo que usted ya me conoce.-le estreché la mano.-Soy Tony Steele.
El rostro de aquel hombre, se me hacía familiar, mucho en realidad. Incluso su nombre, me parecía haberlo oído antes.
-Me parece que la reunión estuvo bien, pero podríamos negociar mejor con un par de copas.-me dijo sonriendo.
-Estoy de acuerdo con usted.
Ambos fuimos a mi oficina y le pedí a Allison que trajera una botella del mejor licor que teníamos. Me senté en mi sillón, y Elliot se sentó en frente. En cuanto teníamos la botella serví un vaso para mí y otro para mi nuevo socio.
-¿Nos hemos visto antes, señor Williams? Su rostro me es muy familiar.
-No lo creo señor Steele, recuerdo verlo en la televisión, pero no creo que usted pudiera verme.
Esta vez él se encargó de rellenar el vaso de ambos.
-Ese mismo día lo vi junto a una hermosa mujer, los rumores dicen que es su novia.-bebió de su vaso.
-Pues esta vez los rumores dicen la verdad, Elizabeth es mi novia, quizás muy pronto mi esposa.-yo también bebí.
-Elizabeth.-repitió él.-Es una mujer muy atractiva, tiene mucha suerte señor Steele.-me dijo sonriendo.
He odio eso más veces de las que debería.
Nota del autor: Hola chicas y chicos, como están? Espero que bien 😄 Aquí les vengo a dejar este capítulo al que ha llegado un nuevo personaje 😏 Ya estamos muy cerca del final 😭
No olviden dejar sus comentarios y votar, ambas cosas son importantes para mi :)
Nos leemos ❤️❄️
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Corazón Desarmado (CA #2) (Editando)
RomantizmTony y Elizabeth al fin están juntos después de tantas adversidades. Sin embargo antes de empezar una vida nueva descubren que los fantasmas del pasado han estado seguiendolos y ahora se hacen presentes en el camino. Ambos tendrán que atravesar por...