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Bianca.

Hoy era domingo y la felicidad nadie me la iba a arruinar, papá y mamá salieron con Gonzalo y eso era una de las cosas que más agradecía en el día, hoy tendría la pelea más importante ya que me iba a enfrentar con la famosa, Flor Vigna.

Era una luchadora muy conocida y hasta ahora nadie le ha ganado por esa razón estos últimos días he estado entrenando y gracias a Pablo, he aprendido nuevos trucos ya que van 2 veces que nos ponen a luchar juntos, aunque mamá me haya dicho que no fuera a boxeo lo seguiría haciéndo porque era mi vida.

Até mi pelo en una coleta y arreglé mi remera, salí al ring y me puse a entrenar con el entrenador. El he ma dicho que últimamente voy mejorando muchísimo y que si sigo así ganaré la pelea contra Florencia cosa que espero hacerla porque de esa forma podría mantener seguro el campeonato contra Pablo.

En cuanto terminamos de entrenar me senté en una de las bancas a tomar agua mientras respiraba, esto era agotador pero todo valdrá la pena a final de cuentas sentí como alguien se sentaba a mi lado y sabía perfectamente quien era y también sabía para que venía.

— Sabes, en mi opinión personal yo creo que ni siquiera llegaras a pegarle a Flor, ella ha ganado millones de campeonatos y tu hasta ahora a lo único que puedes golpear es a la bolsa porque ni siquiera a mi. —Susurró Paio en mi oído en forma soberbia, odiaba a la gente que se creía más que los demás por el simple hecho de haberte ganado.

— Voy a callarles la boca a todos, demostraré que las mujeres podemos hacer lo mismo que los chicos y que el ser menor de edad no se significa ser débil. —Lo aleje de mi y subi nuevamente al ring a entrenar, el tenerlo mirandome me ponía más furiosa y mi lado salvaje salía sin yo querer que lo haga.

— Muy bien Bianca si sigues así llegarás lejos. —Dijo mi entrenador de unos 40 años saliendo del ring cosa que yo hice lo mismo.

Estaba lista.

[.....] 

Até mis cordones y podía escuchar todos los gritos del público en el ring, respiré profundamente y vi mi rostro en el espejo, lo tenía que lograr cueste lo que me cueste de lo contrario tendría que dejar el boxeo porque hasta ahora no le he ganado a nadie y quizás Pablo tenía razón.

Salí y ambas chocamos los puños, empezamos con la pelea normal y ella estaba llevando el control de la pelea.

Escuché la voz de Pablo y Florencia miro hacía atrás así que aproveché para dar el paso final, y lo había logrado.

Había ganado.

Todo había sido gracias a Pablo aunque de todas formas me seguía cayendo mal, salí del ring y fui a vestirme para ir directo a casa cosa que Pablo me llevo, en cuanto llegamos le dije que pasará a mi casa por un ratito, odiaba estar sola.

— Tu casa es linda. —Se sento en el sillón sin que yo le diera permiso.

— Lo sé. —Me encogí de hombros y subí a mi habitación, el también lo hizo y entro revisando todos mis cajones.

— Deja de revisar mis cosas. —Agarré el sostén que tenía en su mano y lo guarde donde iba.

— Me llevaré algo de recuerdo. —Agarró una de mis remeras y se la guardo dentro del pantalón.

— Eres un asco. —Lo empujé fuera de mi habitación y lo saqué de mi casa.

Era extraño pero me encantaba estar con él, aunque por otro lado lo seguía odiando tanto como el primer día.

...

Muchísimas gracias por las 110 lecturas y por leer mi historia, espero que esta historia tenga éxito y mañana o tal vez luego siga con el siguiente capítulo, gracias y los quiero.



Blank Space || biancaio | TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora