Blank Space || biancaio | TERMINADA.

13.

Bianca's Pov.

Meses después.

Sentía las miradas por mí a cada paso que daba en el pasillo del instituto, no sabía porque era pero mi mirada estaba agachada. Quizás era porque hoy venía más fea de lo común, si, seguro era por eso pero las miradas eran de asco.

Llegué a mi casillero y lo abrí agarrando algunos libros y dejando mi mochila allí, Micaela ya no se juntaba más conmigo, Paio ya no me molestaba ni iba a entrenar, no se sabía casi nada de él pero hoy si había venído. Quizás me estaba quedando sola y apenas me daba cuenta.

Entré a clases y todo paso rápido, no estaba tan atenta, tenía sueño y mis días no han sido uno de los mejores ya que he entrenado hasta en las noches antes de dormir. Salí al campus de gimnasia y el maestro empezo a decir las parejas para empezar a correr.

  — Quiero a Pablo y a Bianca juntos, ambos son buenos en la educación física. No sé que les está pasando a ambos. —Dijo el profesor tocando su silvato para que todos empezaramos.

Lo hice, iba corriendo y Pablo iba conmigo, por lo general el campus se dividia en dos partes y nosotros estabamos yendo a una solos sin nadie. Sentí como alguien me agarraba de la cintura y pude ver como mi pie se estaba a punto de hundir, iba a caer en un jodido pozo o lo que sea que sea eso.

Respiré agotadamente y abrí mis ojos como platos alejándome del patio de juegos hasta que caí en el suelo ya que había tropezado con una piedra. Estaba a punto de morir por mi estupidez y Pablo me había salvado.

— G-gracias. —Dije como pude mordiendo mi labio inferior para aguantar las ganas de llorar, era exagerada pero era impresionante como te podías distraer y estar a punto de caer a algo que quizás no tenga fin.

— De nada. —Se sentó a mi lado y acercó su mano a la mía, siempre que estabamos solos el era tierno. ¿Raro? ew, no. Súper raro.

Agarró mi mandíbula y unió sus labios a los míos, en ningún momento alguno de nosotros movió sus labios, era solamente tacto entre ellos.  

— Eres muy bonita, no creas lo que te digan o a esas personas que te miran. Te envidían. —Dijo empezando a correr nuevamente, eso había sido extraño pero en parte me hizo sentir bien.

Empecé a correr yo también y cuando llegamos a la meta nos habíamos abrazado.

Sí, Pablo el gran Pablo me había abrazado. 

Fui por mi mochila y mis cosas y fui a casa con Gonzalo, comí algo y fui con Gonzalo a mi habitación a entrenar, me había ido bien. Estaba feliz y eso me ayudaba a concentrar, y todo era por Pablo, el había alegrado mi día.

Si, Pablo me gustaba.

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Si hago los capítulos cortos es porque el final de la novela está llegando, gracias por los lectores y por  esperarme tanto, prometo subir más seguido.