Capitulo Cuatro

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A la mañana siguiente Harry estaba desayunando, había pasado una muy mala noche, casi no había dormido por los malditos truenos.

Tomaba con cuidado sus cereales cuando miro bajar a Louis lentamente, al parecer el no había dormido bien, ambos se miraron y se dedicaron una tierna sonrisa.

-¿Qué tal dormiste Harry?- pregunto el castaño sirviéndose un vaso de jugo.

-Mal- Gruño- La lluvia no paraba y los truenos me ponen nervioso- suspiro- ¿Y tú que tal tu noche?- dijo mientras se llevaba una gran cucharada de cereales a su boca.

-Pues digamos que bien- sonrío el castaño haciendo una mueca- No fue mi mejor noche- rodo los ojos.

- ¡Vaya! ¿También te dan miedo los truenos?- pregunto curioso el rizado.

-No- rio un poco- solamente a la oscuridad- era estúpido que a su edad le tuviera pavor a la noche, pero desde pequeño siempre había sido así, recordaba a su madre comprándole una lámpara de noche para que pudiera dormir bien.

Louis se sentó justo enfrente de Harry mirándolo comer, su pequeño y delicado rostro, sus labios rosados y sus ojos verdes que brillaban demasiado, el menor lo miraba de forma tímida mientras seguía comiendo, el castaño no podía despegar la mirada del rizado era realmente hermoso.

-¿Qué harás hoy pequeño?- pregunto recargándose en su mano sin quitarle la mirada de encima.

-No lo sé- se encogió de hombros- tal vez seguir jugando- sonrío un poco moviendo su cuchara dentro de su tazón, esa mirada azulada lo ponía nervioso.

-Vaya que divertido- rodo los ojos el castaño, aun no entienda como a su edad prefería quedarse en casa que salir a jugar fut bol o alguna otra cosa.- Pronto entraras a la escuela ¿Emocionado?- el rizado achino los ojos y lo miro negando con la cabeza.

-Triste, no disfrute mis vacaciones- suspiro, el quería seguir durmiendo, no quería despertarse temprano.

-¿Sabes? Estaba mirando el mapa, tu escuela queda cerca de mi universidad- sonrío un poco- Yo podría llevarte y traerte sin ningún problema- se ofreció amablemente, la única verdad era que no quería despegarse de Harry ni un solo momento.

-Eso sería de gran ayuda- respondió el rizado- Me da pereza caminar- suspiro bajando la cabeza.

-¡Que flojo eres!- comenzó a reír el mayor mirándolo divertido.

-No es que sea flojo, solamente me canso- rodo los ojos sonriendo un poco, Louis siempre era demasiado divertido lo hacia reír por cualquier cosa, su vida tenia mas vida y color gracias a su primo.

-¿No es lo mismo?- pregunto el castaño elevando una ceja, Harry era un caso perdido.

-No- respondió rápidamente.- Son cosas diferentes-.

-Está bien- movió la cabeza de forma negativa y se levanto- Estaré en mi cuarto si me necesitas- Louis dejo su vaso en el fregadero y se dirigió hacia su habitación, el rizado sonrío un poco sintiendo su corazón a mil por hora. Le quería.

Después de un buen rato el rizado por fin termino de desayunar, llevo su tazón al fregadero y comenzó a lavarlo, aprovecho para lavar el vaso de Louis, se seco las manos con la toallita y subió las escaleras de forma pesada, escucho algunos sonidos en la habitación de Louis y se acerco un poco para lograr escuchar mejor.

-¡ESPIAR ES DE LA EDUCACION!- Grito Louis mientras la puerta se abría de forma rápida, el rizado abrió demasiado los ojos, Louis lo jalo dentro de la habitación y lo arrojo sobre la cama, aun no entienda como alguien tan pequeño podía tener tanta fuerza.

Hands- Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora