Capitulo O8.

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-¡¿Y LO SACASTE EN ROPA INTERIOR DE TU HABITACION!?- Dijo entre risas Margo mientras estaba tumbada comiendo galletas en mi cama.

-Yo no le veo la gracia...-Alze una ceja acercándome a mi cama.

Margo rió aún más. -Bueno, ese gilipollas de Ryder se lo tenia merecido.

Solo me limité a asentir.

-Tras la tormenta siempre brilla el sol tras las nubes.- Sonrió pícara.

-¿Que quieres decir?

-Aún no hemos hablado sobre lo que paso cuando me emborraché en la fiesta y ese "misterioso chico" me llevó a casa.- Sonrió.

-Margo, serian alucinaciones tuyas, estabas borracha.

-Pero era el, lo se Vicky, creeme.- padeció segura de lo que decía y noté como si me quisiera rogar con la mirada.

-Creeme que intento entenderte.

-Pues creeme.

-No es así de simple, si, me enamoré de Alex y aún sigo sintiendo algo por el, pero también me ha echo daño, es una contradicción muy rara.

-Estoy segura de que a el le sigues gustando también.

-¡Margo...! No saques conclusiones por si solas.

-No las saco, estoy segura de que sí.

(.....)

Tras 2 horas de peliculas ñoñas palomitas y chocolate mi mejor amiga se marchó dejándole sola con Lucho en mi pequeña habitación. Definitivamente necesitaba un novio.

26 horas después me encontraba nuevamente en mi clase de boxeo, todos los niños tenían unas ganas de aprender cosas increibles, notaba las miradas de los chicos de mi edad sobre el gran ring ¿Que es lo que me miraban hoy? ¿Que sucedia? Mi cabeza estos últimos 3 días daba vueltas sin parar ¿Que ME sucedia?

-Perdone señorita Vicky.- Dijo Rian, un niño de mi clase.

-¿Si?- Dije mientras ayudaba a un grupo de chicas a quitarse los guantes de boxeo.

-Ya son las 6:09p.m ¿Podemos volver a casa?- Inmediatamente miré mi pequeño reloj de muñeca. Exacto eran las 6p.m

-Ooh si, lo siento. ¡Podeis volver a casa! ¡Gracias por venir chicos!

Todos mis alumnos cogieron sus cosas y salieron del gym para ser recogidos por sus familias, mientras que yo metía las cosas en el pequeño armario.

-¡VICKY VICKY!- Dijo corriendo hacia mi la pequeña Emily.
Sorprendida por los pequeños grititos alzé la cabeza dándome con la pequeña estantería del armario.

-¡AUCH!- Grité.

-Wow, lo siento, yo...- Dijo la pequeña niña.

Sonreí levemente. -No, nada, estoy bien.

-Olvidé mi mochila...- Dijo cabizbaja.

-Oh, esta bien, vamos a buscarla.

(.........)
diez odiosos minutos y la mochila de Emily no aparecía por ningún lado de la zona por donde dábamos clase.

-¿Y ahora que haré? - Dijo Emily con lágrimas en los ojos.

-Ey no, no llores, seguro que la encontraremos.- Le Sonreí mientras que limpiaba sus lágrimas con mis pulgares.

-Pero... Yo...

-Las mochilas no tienen patas.- La interumpí haciendo que sonriera.

-Eres muy despistada pequeñaja.- una voz masculina resonó detrás de mi. Una voz muy familiar.
Subí mi mirada hasta los ojos de Emily miraban a este chico con cara de felicidad.

-¡Alex!-Gritó la niña apartando su mirada de mi y corriendo hacia el chico.

¿Alex? ¿Alex? Miles de imágenes aparecieron en mi cabeza como un corto vídeo. ¿Ese Alex era MI Alex? Solo había una forma de averiguarlo.

Me gire lentamente hacia ellos y fui levantando la mirada poco a poco hasta encontrarme esos ojos verdes que tanto me gustaban, ese pelo alborotado que me volvía loca, esa sonrisa blanca y ese torso tan bien definido. Era el. Era Alex.

Las palabras no me salían de la boca y por lo que ví a el tampoco, se le notaba nervioso, pero no tanto como a mi, parecía que me hubiera estado viendo todos los días, en cambio yo a el no.

-Estaba en la puerta de fuera.- Me sonrió y alzó con una mano la pequeña mochila rosa.

-Emmm... Ah... Sí, no hemos mirado allí.- dije dificultosamente.

Emily cogió su mochila y salio correteando de el gym dejándonos a Alex y a mi solos. Mala idea.

Me giré y empezé a recoger lo que me faltaba para poder irme a casa.

-Me alegro de verte- Dijo Alex haciendo una pausa.- Vicky.

-Y yo a ti Alex.- me giré e intenté sonreirle pero en el momento que lo haría sabia que mis ojos no aguantarían mas la presión de mis lágrimas al recordar tos los momentos vividos con el.

Una inquieta Emily y a su lado una chica de mi edad rubia teñida con mas pecho que cerebro aparecieron por la puerta.

-Alex cariño nos tenemos que ir.- Dijo la rubia.

-Voy cielo.- Respondió sin quitar la mirada de mi.

El corazón se me cayo al suelo, me quería morir.

-Espero verte pronto Vicky.- Susurro mientras se marchaba.

Vuelve a mi. (2temporada de ECDG.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora