Vuelve a mi. (2temporada de ECDG.)

Capitulo 14.

-Vestido no, sudadera no, blusa tanpoco.- Dije mientras tiraba la ropa de mi armario por los aires.

-Oh si, los pantoles y la camiseta que me regalo la tía Marisa.- Recordé en voz alta.

Corrí hasta la pequeña maleta de viaje que es donde metía las cosas para poder ir a visitar a mis padres.

En aproximadamente 2 horas ya estaba lista, mi pelo liso y largo quedaba perfectamente con los jeans ajustados y el top-camiseta que me regaló mi tía por mi 18 cumpleaños.

Eran las 3, las 3 de la tarde y aun seguía esperando a Alex en la puerta de la UNI, como siempre lo de ser impuntual no había cambiado en el.
Una gran moto se hizo paso entre los pocos coches que había en la carretera, era el, mi mirada se llevo de alegría al verlo en mi campo de visión.

-Hola.- Dijo mostrando su perfecta dentadura una vez que se quito el casco.

Le sonreí y señale mi reloj de muñeca. -Llegas un poquitin tarde.- Dije divertida. Eran las 3 y cuarto.

-Oh, Lo siento- Se puso nervioso.
-Lo de la puntualidad...- Le corte terminando su frase.

-No es lo tuyo.- Sonreí.

Alex volvió a reír. Og amaba el sonido de su risa.

-Exactamente.- Me tendió un casco de color negro al igual que el suyo.

Lo cogí y me lo coloqué, después de estoy me monte en su gran moto y ahora estaba en mitad de un puro dilema, donde me agarro ¿cintura o parte trasera de la moto? No me matéis, pero me agarre a la parte trasera.

-¿Lista?- Se giró hacia mi.

Asentí y empecé a escuchar como la moto empezaba a rugir.

El olor de Alex llegaba hasta mis fosas nasales, un cálido y puro olor a el, a todo su ser, me encantaba, cada uno de sus olores se impregnaban en mis poros.

Si Alex se llegara a dar la vuelta estaba segura de que me vería boquiabierta como un pececillo para aspirar su olor.

-Llegamos.- Bajo de la moto y se quitó el casco al igual que yo.

-Lemol- susurré leyendo el nombre del restaurante al que me había traído.

El chico estaba tras mía guardando los cascos cuando un susurro masculino se poso en mi oreja.

-Así es- Me susurró.
-Te gustará.- sonrió de medio lado y se encaminó hacia la puerta.

Al entrar por las grandes puertas todo ese lugar me dejo fascinada, montones de puestos de comida, camareros corriendo de allí para allá, pero era un lugar bonito y relajante.

-Esta es.- Dijo Alex mientras leía el papelito que le dio el recepcionista con el número de mesa.

Una vez sentados y con dos filetes de ternera sobre la meda empezamos a hablar.

-Bueno, hace mucho tiempo que no nos veíamos.- Auch, dio donde mas duele.

-Sí, fue, fue algo extraño.- Pude decir mientras que mis dedos se entrelazaban una y otra vez por mi nerviosismo.

-Solo lo siento, no debería no haberte llamado o escrito.- Sus ojos se clavaron en mi nerviosas manos.

-Vicky, por favor, no quiero que estés nerviosa hablando de esto, eso ya pasó, si quieres hablamos de otra cosa.- Dijo preocupado.

-No es eso...- Me fijé en sus verdes ojos.

-No me diste ni una explicación, tu y yo sabemos muy bien como acabamos aquella noche en ese hospital tras la pelea con Shark.- Mierda, ese nombre me daba asco.

-Losé.- Tomó un poco de agua.

-Solo una explicación, Alex. No quería mas que eso ¿Sabes cuantas veces te llamé? ¿Pregunte por ti o te mande mensajes?- Mis ojos empezaron a aguarse pero sin derramar lágrimas.

-Tube que irme por temas difíciles.-

-¿Que temas difíciles? ¿Tan difíciles eran para no decirme ni un "Hola estoy bien"?

-Vicky no lo entiendes, te prometo que me tube que ir, despejarme, pero nunca quise dejarte sola.

-Pero lo hiciste.- Mi voz se quebró.

-Pero estoy aquí de nuevo.

-Es diferente, todo es diferente, tu eres diferente.

-No soy yo el diferente, Vicky.
Mirate, has logrado en 1 año lo que no he logrado yo en 5, tienes un lugar donde vivir sola, trabajo que te gusta y sigues estudiando. Todo eso es genial.

-Exacto, todo es diferente.-

-No, yo sigo siendo el mismo.

-Tu tienes novia.- Dije fría.