El amor más allá de la vida

Capítulo 8

Capítulo 8

Ya he entendido porque no decían nada de cómo se abría. Es un secreto que se ha guardado desde hace mucho tiempo y yo no sería quién lo diría. Aunque diciéndolo ahora no pasara nada, quiero que siga siendo un secreto. Que otra persona lo diga, porque yo no lo diré. Mi antepasada tenía un amor secreto, increíble. Quisiera saber quién era, así sabríamos algo más de su vida que no sabemos.

Las clases han sido interminables pero, yo estaba metida en mi cabeza, pensando en el colgante. Fue su primer amor y tal vez el último. Era muy triste. Pensar que había muerto tan joven y con un amor secreto. Siempre que alguien quiere a una persona hace lo imposible por ella, sea lo que sea. Yo lo hice, por Nick pero él me demostró que no le importa nada más que él y nadie más. Cuando le veo; siento desprecio, dolor y furia combinados. Pero veo que Meison está cerca, mirándome con sus ojazos haciendo que me sienta extrañamente enamorada. Haciendo que la combinación vaya desapareciendo rápidamente.

El grupo está preocupado por mí, se preocupan demasiado. Sólo porque me haya caído un par de veces y casi desmayado, vamos nada. Pero, Meison me ha estado mirando de una forma distinta hasta se ha ofrecido a ayudarnos con el grupo cosa que nunca pensé que haría. Cuando tocaba mi canción favorita miraba por la ventana nostálgicamente. Se notaba mucho que echaba de menos a alguien, pero me daba cosa preguntarle por quién. Creo que era su ex novia porque la canción habla de lo que se echa de menos a una persona. Cuando la escribí estaba pensando en lo que le ocurrió a mi antepasada, a lo que pensaría su amigo al marcharse de allí.

Cuando termino el ensayo Meison me invitó a tomar algo aunque me negué me llevó a un sitio precioso. Allí me mostró su colgante y señaló mi collar.

-Es el mismo-dijo él.

-No creo seguro que el tuyo es una imitación, porque este es de…

-De  tu antepasada, Sara.

-¿Cómo lo sabes?

No contestó pero me miró con mucha tristeza y luego miró al horizonte como si le fuera a decir que hacer.

-Estoy harta. Sabes muchas cosas que yo no sé y encima te haces el misterioso. Pues si quieres conquistar a alguien de esa forma, inténtalo con otra persona- en ese momento se abalanzó sobre mí dándome un abrazo.

-Aún no lo puedes saber. Lo sabrás a su tiempo, Sandra.

-Pero…

-Dale tiempo, al tiempo. Sino las respuestas no serán las correctas.

En ese instante, apareció Juan. No nos vio pero, vi como hablaba con unos licántropos. No me enteré muy bien de lo que decían pero, de lo que me enteré fue que, había un enemigo por la zona y había que librarse de él. ¿Quién es el enemigo? Nunca he oído un “enemigo” entre licántropos. Pero, había que huir rápidamente de allí para que no nos vieran. Asique le hice una señal a Meison para que nos fuéramos.

-¿Puedes llevarme rápido a mi casa, por favor?

-No puedo. ¿Cómo voy a poder correr muy rápido?

-Me salvaste de una bala y me llevaste cerca de la puerta de mi casa en menos de cinco segundos, mientras que se tarda una hora aproximadamente.

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