Capítulo 14

3.7K 14 2
                                    

Capítulo 14

Hoy es lunes. El día de la verdad. Estoy contando los segundos para que llegue Júpiter. Tengo que hablar con él. La mala noticia me da igual porque ya lo sé, pero me aun así me preocupa. Hoy ha sucedido algo increíble, algo que pensaba que no sucedería. Mientras que era intercambio de clase, Meison se acercó a mí. Estaba inmersa en mi lectura, para poder perder los nervios y ponerme a llorar. Sus ojos mirándome fijamente y cuando me iba a decir algo llegó Aire para hablar conmigo:

-Tengo que hablar contigo. Es una cosa urgente que tengo que decirte ya. Nosotros solos.

-Bueno, aprovechemos que hay gimnasia y me dices eso que tienes que decirme.

La siguiente hora, gimnasia. Entonces Aire y yo nos fuimos a un lugar apartado donde no había nadie para que me lo dijera. Empezó con una sola frase impactante, solo dos palabras:

-Te quiero.

-¿Qué?-dije sorprendida.

-No lo puedo ocultar más, te quiero y no puedo esconderlo más

-Pues, no me has dicho nada. Eres mi mejor amigo y sólo mi mejor amigo. Nada más-me fui nada más decirlo.

Corrí para cambiarme y hacer gimnasia con autorización falsificada del médico para no tener problema.

Acaba de llegar Júpiter a casa, lo que significa que vamos a pasar llorando un buen rato. Júpiter tenía la camiseta arrugada como si hubiera hecho… algo para tardar más. Mis padres aún no se han dado cuenta de que ha llegado. Corrí hasta mi cuarto para poder escribir antes de ponerme a llorar y no pueda parar. Me acaban de llamar para decirme la mala noticia. Bajé y empezaron a hablarnos. Un discurso sobre la vida y todo lo que sucedería si algo pasa mal y nos soltaron la bomba:

-Nos vamos a trasladar a Sevilla.

-¿Qué?- dijimos Júpiter y yo a la vez.

-Bueno como os hemos dicho antes, la vida es algo que no sabemos que nos va a deparar. Pero, podemos hacer que algo para que no suceda algo que no podemos consentir por eso nos vamos a Sevilla.

-Y la empresa que papá tiene aquí-dijo Júpiter.

-Nos hemos separado- con esas palabras entendí lo que escuchó Júpiter.

-Podríais habernos dicho algo poco a poco, porque menudo susto nos habéis dado-dije yo.

-¿Cómo? –Preguntaron mis padres a la vez.

-Papá, mamá, os escuchamos varias veces hablando de separaros y pensábamos que os ibais a separar-dijo Júpiter rápidamente.

-Bueno pues era de la empresa-dijo mi madre-. Prepararos porque este viernes empezamos a empaquetar las cosas el miércoles vamos a irnos definitivamente a Sevilla.

Cuando dijeron que nos trasladábamos me entró la alegría en el cuerpo, pero pronto la tristeza. Ahora que todo estaba cobrando su sentido, nos trasladábamos a otro lugar. Me fui a mi habitación, quería pensar. Pensar es lo único que quiero hacer en muchos casos, creo que se nota mucho. Bueno, cuando llegué a mi habitación vi los cuadernos que encontré en la buhardilla y decidí, coger otro muy antiguo y ponerme a leerlo. Según decía en el cuaderno, su hermano era un artista. Había un dibujo hecho a mano, que según decía el cuaderno era exactamente igual, era yo. Eran mis ojos, mi nariz, mi pelo, mi boca,… era yo definitivamente. Pero para más sorpresas le había pasado lo mismo que a las anteriores. Parece casualidad pero, no lo creo. Algo no encaja, soy igual que esas chicas que han desparecido o muerto de forma extraña. Llevamos varias generaciones siendo siempre una chica nacida, siempre la gran mayoría rubias excepto estas chicas que ahora mismo tengo sus pertenencias en mis manos. Según parece eso es normal, no me lo creo.

Acaban de llamar a la puerta de mi habitación. Fui a abrir la puerta. Una sola persona estaba allí, Meison. Le dejé pasar y nos pusimos a hablar. Para mis padres, estábamos hablando de los deberes, pero, no voy a mentir, estábamos hablando de lo "nuestro". Comencé con un beso romántico y largo en su boca, y después nos pusimos a hablar:

-Te he echado de menos-empezó él.

-Yo a ti más-respondí.

-Te quiero

-Yo a ti más. Pero, ¿Qué haces aquí?

-Para tu madre, un trabajo. Para ti, compañía.

-Tú has venido por algo más, ¿verdad?

-Bueno, cualquier excusa es buena para verte- me dijo mientras me cogía la mano dándole un beso, algo que me parece algo cursi pero, me gustaba.

-Ah… Eres estupendo- le dije mientras le miraba fijamente a sus preciosos ojos-, me has tratado mejor que nadie. Pero, aunque no se hayan separado, aún tengo malas noticias que darte.

-Lo sé- dijo mirándome a los ojos-te vas a Sevilla- creo que noto mi sorpresa porque contestó a la pregunta que iba a hacerle. ¿Cómo lo sabía?-. Lo sé gracias a Susana y a Marina. Ya te lo dijimos, juntas ven el futuro.

-Pero, ¿cómo lo ven?

-Es una larga historia que no creo que sea el momento de contar, además de que no es el lugar indicado para decirlo.

-Pues, como ya tengo hecho los deberes-dije mientras me levantaba-, vámonos a otro sitio donde podremos hablar más tranquilos sin estar por qué "alguien" se entere, ¿me entiendes?

-Sí… Pero,… ¿a dónde vamos?

No se lo quise decir, pero nos fuimos al bosque. Me cogió de la mano para que me soltara de él. Cerré sus ojos, su piel era fría como la nieve. Quise que no supiera cómo llegar hasta allí. Desde siempre había ido allí, era mi lugar secreto. Allí es donde aprendí a controlar mi don, Por lo que le tengo mucho cariño. Era una cueva a los acantilados a la que me gusta ir cada vez que tengo algo que no me encaja o simplemente quiero estar sola, aunque el sonido del mar me relaja para ordenar mis pensamientos. Meison se ponía cada vez más impaciente por llegar y saber a dónde le llevaba. Mi sorpresa fue aún mayor cuando vi su cara de haber estado allí alguna vez. Entonces le dije:

-¿Qué pasa? Ya habías estado aquí, ¿verdad?

-No, ¿por qué dices eso?

-Tú cara no dice lo mismo, pero cuéntame la historia de Susana y Marina.

-Bueno, es largo de contar pero si quieres… Marina y Susana son primas en realidad. Susana, en realidad se llama Laura pero, no lo sabe porque perdió la memoria hace mucho tiempo. Marina le ayuda recordar pero, a causa de que perdiera la memoria, ahora ven el futuro. De una forma extraña, que ni siquiera yo sé explicar, están unidas. Pero esto ocurre sólo desde que la perdió.

-Entonces, ¿por qué lleva ese colgante que pone Laura?

-Porque admira a esa persona, a ella misma. Pero, sólo que se conoce de ella. Siempre se ha intentado que se diera cuenta de que era ella pero, nunca funciona. Así sólo admira más a Laura.

-Aún no me explico cómo me pudiste salvar de la fiesta. Cómo pudiste correr tan rápido. Fue increíble.

-Pues, sólo te puedo decir que hay cosas inexplicables que existen pero, otras que se quedan sin explicación.

No quiso decirme nada más. Me acercó a él y me dio un beso. Le llevé fuera de la cueva, nuestras manos se separaron poco a poco. Nos fuimos cada uno a nuestra casa.

___________________________________________________________________________

Espero que os aya gusrado. Animaos a votar y comentar.

El amor más allá de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora