Capítulo 15

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Capítulo 15

Hoy ha sido un día movidito. Cada vez noto que le quiero más a Meison. ¿Qué tiene que ver? Pues que me ha regalado rosas. Cuando estaba más deprimida, me citó en el lugar menos romántico que te puedes imaginar, el cuarto de las escobas que nunca se utiliza porque tiene estanterías rotas. Pero, cuando entré, la había adornado las estanterías con unas cosas extrañas que tenían forma de corazón, algo que es raro en un chico pero, me gustó su detalle. Se acercó a mí con una sonrisa, me dio un fuerte abrazo, cuando nuestras se encontraron empezó a besarme como si nunca lo fuera a hacer más. Entonces, sonó la campana con la que teníamos que irnos a clase. Cuando me iba, me cogió la mano y me dijo:

-Fúgate conmigo.

-Fugarnos. ¿Por qué?

-Porque corres peligro y no quiero que suceda lo que pasó la última vez…- bajo la cabeza y luego susurró- y la anterior…

-No te refieres a la fiesta, ¿verdad? ¿Qué pasó la última vez?

-Deberíamos irnos a clase.

-No. Ahora me dices todo lo que no me quieres decir llevo… no sé… casi dos semanas queriendo saberlo. Parece que no te importa que yo también quiera saber qué es lo que pasa, pero quiero saberlo y sólo pones excusas para no decirlo. Me dijiste lo de Susana y Marina pero, no lo que te pasa a ti que… es lo que me importa.

Se acercó a mí, mientras mis lágrimas caían sobre mis mejillas. Me cogió la mano y susurró a mi oído:

-Todo no se puede decir hasta que llegue el momento ni antes ni después, sólo en ese momento.

Me abrazó, me seco mis lágrimas y nos fuimos a clase. Aire se quedó mirando cuando llegué a la clase. Aun se me notaba que había llorado. Cuando termino la clase, la última que había tenido, se acercó a mí y señalo a los demás. Entendí lo que quería decir, querían hablar todos conmigo. ¿Sobre qué? No lo sabía. Hasta que Agua se acercó a mí y me dio un fuerte abrazo. Entonces todos hicieron lo mismo excepto Aire, que se quedó quieto mirándome fijamente. Noté las lágrimas de Agua y Floral en mi hombro. Cada vez me abrazaban más fuerte hasta que no podía respirar pero, no decía nada porque no podía. Floral empezó a decir:

-Lo sabemos, hemos escuchado a la directora hablando de ello. Lo sentimos. Además de lo que va a pasar, sucede esto. ¡Es increíble!

-¿El qué?- pregunté indecisa.

-Lo de que te vas-dijo Agua separándose de mí aún con lágrimas rozando su cara.

-Ya… Bueno, al menos una cosa ha sustituido la otra- dije mirando a Agua.

-No pillo nada-dijo Floral, mientras Agua asentía, ella sí lo había pillado perfectamente.

-¿Tus padres no se…?- comenzó a decir Agua.

-No-respondí antes de que terminara su pregunta-. Lo que pasa, es que voy a echar de menos estar aquí y pasar a irme a Sevilla. De estar a un pueblo cercano al bosque a estar en la ciudad de Sevilla es un gran cambio. Voy a echar de menos a vosotros, mi casa, los acantilados, la… Bueno, a todo esto. Esperaba poder decíroslo en el ensayo que vamos a organizar esta tarde, así poder despedirme. Tengo que ir antes de lo previsto. Me lo acaban de decir.

Sólo, Agua y Tierra, me pusieron sus brazos en mis hombros y me llevaron a casa. Entendí que los ensayos estaban sobrevalorados cuando me iba a ir de Cantabria. Querían que estos días fueran los más importantes de mi vida aquí. Noté que querían que no hubiera ensayos. Me fui a mi habitación, para recoger mis cosas. No lo he puesto antes porque se me ha olvidado ponerlo pero, nos vamos antes de lo previsto, me quedan dos días. Quiero quedarme aquí pero, nada si mis padres quieren esto para mí, no tengo nada en mi poder para hacerles cambiar de opinión. Esto es estar en un profundo pozo del que no poder salir, quiero quedarme pero, el agua me lleva a otro lado. Lo más doloroso de todo es que siento que he encontrado mi amor escondido, mi media naranja, mi cariño,... he encontrado a Meison. Ahora que estoy con él pienso que durante mi vida lo he estado buscando y él a mí.

He decidido que tengo que hablar con él. Me voy el viernes y tengo que saber qué es lo que me oculta. Es posible que no nos volvamos a ver y necesito saber que no es nada serio su problema. He quedado con él para hablar, espero que no lo haya cogido como una indirecta lo de "hablar" porque ya se sabe como son los chicos, unos salidos que buscan cualquier oportunidad. He quedado en los acantilados, donde siempre se ha abierto a mí. Quería ir allí a ver si pudiera abrirse y contármelo sin ninguna excusa de no poder, ese lugar parece especial para él. Es el lugar perfecto. Más tarde, si todo va bien vamos a ir a la cueva asique me acercaré a preparar cosas como por ejemplo una cosa que me dijo que era especial para él, aunque fuera una antigualla, una imagen realizada a mano en un folio antiguo. Pensé en quién podría conseguírmela rápidamente, Júpiter. Es un artista tremendo. Quiero que me dibuje para que siempre lo tenga consigo. Le daré un folio antiguo un poco amarillento para que lo haga, bueno ahora mismo lo está haciendo, y con mi don quemaré los filos. Que parezca que haya permanecido años y años sólo para ahora dárselo a su a él, sequero que le gustará. Pero, tengo que preparar la cueva asique voy a irme allí.

He llegado y he puesto las cosas: la mesa, las sillas, la comida, los adornos que he puesto en las plantas,… Todo estaba puesto en su sitio, pero algo me extrañó. Vi un papel en uno de los árboles de la cueva, estaba amarillento como si tuviera varios años. Pero, me sorprendió aún más lo que ponía: "Meison, ahora eres mío y no serás de nadie más. No podrás estar con tu queridísima Sara, tu eternidad será conmigo y no hay forma de cambiarlo. Tu amor, Claire." Estuve parada durante un rato, ¡no me lo puedo creer! ¡Me está engañando con otra!

Me fui del lugar donde habíamos quedado dejé todo como estaba, en ese momento no quería estar con él ni con nadie. Me sentía como si el mundo estuviera contra mí, como si nada tuviera sentido. No sabía que pensar. Mis lágrimas caían sin cesar sobre mis mejillas, tanto que tuve que parar, sentarme y seguir llorando sin descanso. Mi dolor era tan fuerte como los luchadores de sumo, que tan gordos intentan ganar una competición.

Yendo hacia para mi casa, ya que mis padres están fuera durante todo el día y mi hermano está con su novia despidiéndose de ella, vi una silueta que estaba arrodillada en el suelo. Al lado había una placa enorme en la que decía: "Para la maravillosa Sara Marengo, la bruja que siempre daba alegrías y esperanzas. Que, aunque era una bruja, siempre estará en nuestro corazón. Por lo presente hoy 26 de Abril de 1235 en el lugar del hallazgo de su cadáver presentamos esta placa que se quedará durante siglos y siglos después de su existencia mostrando así nuestro afecto hacia ella." A mí, en mi sincera opinión, me encanta esa placa. Hace poco que se volvió a encontrar esa placa de oro, al parecer según las investigaciones cada diez años alguien la escondía enterrada en el mismo lugar de donde se hallaba y nadie la encontraba. Pero me fijé en quién estaba arrodillado delante de la placa, me sorprendí al saber quién era. Meison estaba allí, arrodillado, llorando delante de aquella placa. Entonces, llorando, le dije:

-¿Qué haces aquí?

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El amor más allá de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora