Capítulo 17

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Capítulo 17

Ha pasado un año sin poder escribir aquí. Mi cuaderno se quedó en el coche, asique no lo pude escribir. Mis padres se dieron cuenta muy tarde y lo acabo de recibir. Este instituto es más raro de lo que pensaba. No sólo son unos "frikis" de las cruces y el agua bendita, ¡también lo son de los vampiros! Mi habitación está pintada, sin exagerar, con agua bendita. Hay una clase llamada anti-vampirismo, en la que atacas a un muñeco de gomaespuma estacas de madera bañadas en agua benditas intentando clavársela bien, una completa estupidez. A todos los alumnos les enseñan a tenerles miedo a las oscuridad y a estar con la luz encendida como niños de tres o cuatro años. Todas mis amigas que están aquí han tenido serios problemas con vampiros: a Lucía uno le persiguió hasta la iglesia del pueblo, a Marianne le mordieron a ella y a su padre (sólo ella siguió siendo normal o eso creo), y a Salamandra le persiguieron hasta llegar aquí porque los mejores amigos de sus padres le intentaron morder.

Sinceramente y sin exagerar, ¿QUÉ HE HECHO MAL PARA MERECER ESTO? ¡ESTO ES UN INTERNADO DE LOCOS! ¿Mis padres están tan locos como los que hay aquí o se han equivocado de lugar? Porque esto es una locura de internado. Aunque al menos he conseguido amigas, están locas pero son amigas. Son las más normalitas del internado.

Mi habitación es la más luminosa de todo el internado Ad creaturis noctis(Contra los seres de la noche) asique todos los alumnos están celosos de que me haya tocado esa habitación. Soy una chica muy afortunada porque la luminosidad es la prioridad para ser popular en este maldito internado. Todos me miran como si fuera una heroína que recibe más protección de la necesita, pero yo sigo sin entender nada de esto. Seguramente mis padres no sabrían nada de esto porque de haberlo sabido seguro que no me hubieran metido aquí.

Mis amigas me han hablado de las cosas que están sucediendo allí. Mis padres han desempaquetado las cosas y siguen viviendo allí (me mintieron de trasladarnos y el lugar del internado, me enteré hace unos días de que no estábamos en Sevilla), mi exnovio Nick le pidió a mis amigas salir pero no cayeron en sus trampas, y Meison ha desaparecido, bueno no lo ha desaparecido pero se comporta como si no estuviera allí. A lo mejor siempre ha sido así pero desde que llego me fijé en él.

Han pasado los peores días de mi vida. ¿Por qué? Por echar tanto de menos a Meison. Lo extraño de una forma que no puedo explicar. He decidido salir de aquí, esto no es para mí hoy mismo me iré. No convino bien con los alumnos de este lugar. Todos están obsesionados con los vampiros y no quiero volver a ver este lugar más. Son todos unos locos, sí la vida sin un poco de locura no es divertida pero, esto es pasarse. Que estoy clavando estacas a un muñeco de goma espuma, eso es raro.

He conseguido escapar. De día es más fácil escapar que de noche. Hay menos vigilancia de día que de noche, según me han explicado es porque los "vampiros" de día se notan más que de noche, no atendí bien por lo que no os fieis mucho de esto.

Estoy viajando a mi pueblo, ya he llamado a mi querida amiga Agua para que me vaya a recoger. Desde que he entrado en el tren, he notado que alguien me mira y me he dado cuenta de que es una chica rubia, me suena de algo pero, no sé de qué. Quiero volver a mi casa y que mi vida vuelva a ser normal, bueno como era antes. Con Nick y su abrazos, cantar con Agua, Floral, Tierra y Aire ,y estar con mi comprensivo hermano. ¿Pero cómo podía haber cambiado todo tan rápido? Todo había cambiado desde que conocí a Meison. Pero, aún así mi corazón me grita que esté con él. Nunca había sentido esto por nadie, nadie es nadie. Es extraño pero lo quiero tanto que no sé qué hacer. No puedo para de pensar en él, por mucho que lo intente no puedo, no puedo.

Por fin he llegado, Agua está allí con todos los demás. Corrí hacia ellos cuando llegue, pero los más increíble de todo fue que nadie se había dado cuenta de que Meison estaba allí. Nadie miraba hacia donde estaba él sólo él y yo nos mirábamos tanto que nos consumíamos en aquella mirada. Irene corrió hacia mí, pero todos los demás la siguieron. Cuando llegaron adonde yo estaba, de su rapidez nos caímos. Todos en la estación nos miraban, mientras nosotros nos reíamos por lo sucedido. Mire un momento más hacia donde se encontraba Meison. Él no apartaba su mirada de mí, hasta que esa rubia bajo del tren. La mire un segundo y cuando volví a mirar en la dirección de Meison, él ya había desaparecido.

Todos me preguntaban cosas pero la mejor de todas ellas fue la de Will: ¿Qué si tengo novio? Yo le respondí que no pero, pensé en él chico que me pidió salir. Antes no lo puse porque no haya la forma de incluirlo. Él era moreno, alto y mucho músculo. Su pelo era corto, rizado y rubio. Sus preciosos ojos eran azul cielo. Siempre que los mirabas te perdías en ellos. Le dije que no por el lugar en el que estaba. ¿Quién quiere salir con uno que cree que los vampiros existen y quiere perseguirlos con una estaca? No sé qué pensaran las demás pero yo no.

Nos dirigimos a la casa del bosque de Irene. Era pequeña, espaciosa y en un lugar muy bueno. Irene y su familia ya no iban a esa casa porque era demasiado pequeña pero, como era una herencia familiar, les daba pena venderla. Tenía tres habitaciones: una es la de los padres, otra para sus hermanos y otra para ella. Yo me quedaré en la de Irene y como ya he terminado el instituto, mis padres no me podrían tener retenida en ese internado.

Cuando mis amigos se marcharon decidí dar una vuelta por el bosque, intenté no toparme con Juan. Pero, aunque no me topé con él me encontré con Meison y Marina, hablando sobre Susana. Un rato después Marina se fue pero, antes le susurró algo al oído y se marchó. Decidí lárgame de allí, para que Meison no me viera. Me gusta mucho pero quería pensar aún en lo que mis padres querían para mí. Volvía la casa en la que viviré durante un tiempo y alguien me abrazó por detrás. Me dio tal susto que grité pero pronto caí en la cuenta de quién era y de forma inesperada (o al menos eso espero) para él, me agarré a su cuello y le susurré en su oído:

-¿Por qué no te acercaste cuando llegué a la estación?

En ese instante nuestros labios se fundieron en tierno beso.

-Porque no quería llamar su atención- dijo preocupado mirándome a los ojos.

-¿De quién?-le pregunté preocupada.

-Del demonio.

Quise quedarme con él pero era tarde y tenía que irme. Cuando me alejaba de él noté que alguien me seguía pero, ¿quién? Intenté no ser presa del pánico e intenté despistarlo. Al cabo de unas horas dando vueltas pensaría que me habría perdido y se fue. Cuando llegué había un jarrón con un montón de flores encima de la mesa y una nota que me daba la bienvenida a mi nuevo hogar temporal. Hogar, mi nuevo y temporal hogar.

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Espero que os aya gustado y lo siento por no aber subido antes.

El amor más allá de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora