Parte 3

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La mirada glacial de Yaicón no se apartaba de Karen, él podía ver como ella se disgustaba al mirarlo y dentro de él nació un deseo de dominar ese carácter, más que nunca esa mujer tenía que ser de él, y para él. Y haría lo que estuviera a su alcance para lograr que esa mujer le diera lo que él deseaba, un hijo.

Margot, ¿tu amiga es novia del mesero del restaurante?__ la mujer sorprendida por la pregunta se confundió.

¿De Fede? __ No entendía porque el interés__ la verdad no sé, él siempre ha estado enamorado de ella, pero la verdad que no lo se __ levantó los hombres confundida.__ A lo mejor ya se emparejaron __ dijo al verlos abrazados

Por favor búscame un apartamento que quede cerca de la oficina con todas las comodidades__ dijo a la mujer.

Si señor__ contestaba mientras anotaba en la agenda.

Llegaron al restaurante y almorzaron, pero a Yaicón no podía apartar de su mente la sonrisa de Karen le daba al mesero, y por un momento deseo que es sonrisa fuera para él.

Al regresar del almuerzo no la encontró en su puesto, y espero ahí, hasta que ella llegó, salía de la pequeña cocina, preparaba café para la visita, ella al verlo frunció las cejas. Él recostado en el gran mesón de la recepción, la miraba con fijeza pero no le decía nada, lo cual a ella le molesto mucho.

¿Desea algo señor?__ dijo de mala gana. Quería que se quitara de su lugar de trabajo.

Si quiero un tinto__ fue y se sentó en una de las butacas, que quedaba frente al escritorio de Karen. Margot confundida lo miraba y miraba Karen que le preguntaba con señas que pasaba, al igual esta le respondía que no sabía__ Margot, venga vamos a trabajar, esperemos acá a Mendoza. __ con la mano señala la butaca que estaba al lado de él.

Si señor__ dijo ella y sacando la agenda se acomodó a un lado de la gran sala de estar. Mirando confundida a su jefe, él jamás se sentaba en la sala de recepción, era algo muy inusual.

Karen llevo los tintos y se acomodó en su lugar de trabajo de soslayo lo miraba, pero solo lo veía concentrado en lo que hacía, y sin darse cuenta se quedó admirando a el hombre canoso que estaba ahí sentado. Era realmente muy atractivo. Sus ojos reposaron en la boca de él que era bien delineada, mostraba dureza y se veían a la vez tan dulce y porque no decirlo deliciosos al contacto, tanto que ella por un momento deseo tocarlos, acariciarlo, perderse en ellos.

Tonta, que estas pensando__ murmuró para sí misma __ recuerda es un monstruo. Al escuchar a un hombre saludarlo la saco de sus tormentosos pensamientos.

¡Hola hombre!__ saludo Mendoza, un ejecutivo__ ¿Nos vamos?

Se levantaron y se marcharon de la empresa pero antes de marcharse Yaicón miro a Karen y ella le sostuvo la mirada, con la barbilla levantada, no se iba a dejar acobardar por ese hombre, en fin ese sería el último día que lo vería.

Al día siguiente, don Pedro al ver a su hija que no salía a trabajar se preocupó.

Hija, ¿No vas a trabajar? __ indagaba y la miraba __ ¿Estas enferma?

No papá, tuve un percance y me despidieron __ dijo despreocupada mientras se arreglaba __ pero ya salgo para una entrevista en otro lugar, así que no se preocupe mi papito lindo__ lo besaba.

Vistió una falda estilo A con abertura en la parte de atrás, una blusa blanca que marcaba disimuladamente el busto, no quería ser muy provocativa. Colocó unos tacones muy altos. Peino su corto cabello que acaba de recórtalo, para tenerlo mejor presentado, maquilló sin exageraciones y salió con una sonrisa.

Ella estaba segura que conseguiría el trabajo, tenía los estudios y la experiencia que solicitaba, además venia de una buena empresa, que era una escuela de negocios, si ella conseguiría ese trabajo.

¡Dame un hijo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora