Capítulo 8.

91.6K 5.3K 609
                                        

Desperté y me fui corriendo al baño, me pongo de rodillas frente al inodoro terminando vomitando todo lo que comí anoche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Desperté y me fui corriendo al baño, me pongo de rodillas frente al inodoro terminando vomitando todo lo que comí anoche.

Esto es realmente asqueroso.

Cuando logre sentirme un poco mejor, cepille mis dientes para quitar el mal olor y me di una ducha.

Cuando termine salí y vuelvo a mi habitación para buscar ropa que aún me dignaba sacar de mi maleta. Me pongo ropa interior limpia, encontré unos jeans blancos, un crop top rosado y unos tacones bajos.

Salí de la habitación y me detengo en la habitación de Cameron cual se encontraba frente a la mía. La curiosidad me estaba matando así que sin hacer mucho ruido abro la puerta y entre.

No estaba, su cama seguía intacta y estaba claro que no llego a dormir.

No debe importarme ¿cierto?

"Pero si te importa."

Salgo de ahí y escucho la puerta principal cerrarse, baje para ir a prepararme algo de desayunar aunque no tenía mucho deseo de hacerlo pero no debo pensar sólo por mí, sino que por mi bebé.

Vi a Cameron hablando por celular caminando de un lado a otro con un tono de voz algo molesto. Pase por frente de él sin siquiera saludarlo y me dirigí a la cocina.

Acabo de una media hora termine preparándome un jugo de naranja sin azúcar y pancakes con mermelada, sin olvidarme de mi fruta favorita, trozos pequeños de manzana.

Me senté en la mesa y comencé a comer mi desayuno en silencio, mire la hora en mi celular y recién son las nueve con quince minutos de la mañana.

Siempre suelo despertar a las ocho con quince, esto ya es tarde para mí.

Alcé la mirada unos segundos al momento en que Cameron se sienta frente a mí.

—¿Dormiste bien?―Preguntó.

—Si, bien.―Contesté sin mucha importancia.

—Cómo ya sabes mis padres se encargaran de los gastos médicos tanto para ti como para el bebé.―Habló, ganándose mi completa atención.―Luego tú y yo nos encargaremos de eso.

¿Acabo de oír bien?

Woh, vamos por buen camino al parecer.

Bien Wells.

Cameron me arrebata mi bol de frutas y lo fulmino con la mirada, este se encoge de hombros y se levanta con una de esas sonrisas que tanto detesto pero que a la vez...ugh, no Valentina contrólate.

Al terminar de desayunar me dispongo a lavar los platos y guardar todo en su lugar correspondiente. A penas doy la vuelta veo a Cameron quitarse la camiseta y estaba a punto de hacer lo mismo con su pantalón.

¡¿Cree que estoy pintada o qué!?

Estoy intentando mantener mi autocontrol, lo juro.

Por Dios este hombre...

Un Papá Rebelde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora