Capítulo 30.

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Valentina.

—Estas preciosa, mi vida.—Dice mi madre con emoción al momento en que la maquilladora da un paso al costado.—De tan solo verte así vestida me recuerda a cuando me case con tu padre.

—Gracias mamá.—Me gire para mirarme en el espejo de cuerpo completo, la maquilladora se despide de nosotras y se va, decidí dejarme el cabello suelto y me coloque un cintillo con perlas.

Mi madre se para a mi lado con mi hijo en sus brazos, le doy un beso dulce en su frente y vuelvo a mirarme en el espejo.

El vestido que escogí es maravilloso, el vestido era largo. Con mucho vuelo y algo escotado en el pecho, tenía flores bordadas en la falda, las mangas son cortas.

Me gire un poco para mirar mi espalda y el diseño con perlas eran hermosos. Miro a mi madre y noto como sus ojos se cristalizan.

—Estoy lista.—Sonreí con nerviosismo.

—Iré a decirle a Patrick que...—En ese momento alguien toca la puerta y madre dice adelante, la sonrisa que tenía en mi rostro desapareció al ver a Cameron entrar a la habitación.—Cameron.

El castaño se acerca mi madre y luego le da un beso en la mejilla a nuestro bebé.—¿Me podría dejar a solas con su hija?

Mi madre me mira y yo asiento, sale de la habitación dejándome a solas con Cameron. Lo mire por el espejo y vestía con traje formal, su cabello estaba un tanto desordenado y sus manos estaban guardadas en los bolsillos a delanteros de su pantalón de tela.

—¿Qué haces aquí?—Le pregunto.

—Déjame decirte que te ves hermosa vestida de blanco.—Confiesa, Cameron se detiene detrás de mi llevando sus manos a mis hombros.—Quiero que me escuches.

Alejo sus manos y me giro esta vez para mirarlo a la cara y me fije que tenía algo colorada su mejilla derecha.—Cameron, no hagas esto más difícil por favor...—El sonríe pero su sonrisa es triste.

—Te amo, te amo y sé que debí habértelo dicho hace mucho tiempo.—Bajó la voz, siento como mis ojos se llenan de lágrimas.—No haré nada para impedir que te cases, solo quería confesarte lo que siento por ti.

—Es demasiado tarde, ¿no crees?—Mi voz se quebró.

—Lo sé.—Cierra sus ojos por unos cortos segundos y suspira.—En serio deseo que seas feliz pero no tengo duda que con Jonathan lo vas a ser.

Estaba tan enamorada de ti, no te imaginas cuanto te amé y poco a poco fuiste apagando esa llama...

"No es cierto..."

—Cameron...—Fui interrumpida al sentir sus labios posarse en mi frente, dejando allí un profundo beso. Cameron se aleja de mí y sin decir nada más se va dejándome al borde de la desesperación.

Un Papá Rebelde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora