[Yaoi] Muros y Abismos

Abismo Cero [Ψ]

Capítulo corto nuevamente. Pues eso. Que lo lean :3

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— ¡Ah! ¡Lo siento! —exclamó el chico ayudando a levantar a la mujer— no quería asustarla. Es que me mudé el jueves y quería saludar a-

— ¡Sólo déjame! —la mujer apenas se levantó le acertó una bofetada.

El joven cayó al suelo y se golpeó fuertemente. Pasaron unos segundos y no se movió.

— ¡Eh! ¡Levanta! —la mujer le pateaba en el estómago mientras le gruñía.

No se movía y la mujer empezó a preocuparse.

— ¡Eh! ¡Chico! —su voz sonaba alterada— ¡Kyle, hijo, alguien!

Otro joven salió de la casa que la mujer tenía a sus espaldas.

— ¿Má? ¿Qué pasa? —al ver el cuerpo se tropezó consigo mismo y casi cae— ¡¿Qué pasó?!

— ¡Él cayó... y no se levanta!

Un señor de unos cincuenta salió tras el chico rascándose la barbilla.

— ¿Qué sucede, Juliet? —preguntó despreocupado, hasta que vio al joven del suelo— ¡Juliet! ¿Qué has hecho?

— ¡Cariño! ¡Fue su culpa! ¡Me tiró al suelo! —gritaba a la defensiva.

— ¡Cállate, idiota! —gruñó el hombre— ¡No llames la atención de los vecinos, estúpida!

(...)

— ¿Está muerto? —el joven sonaba alterado mientras ayudaba a su padre a sujetar el cuerpo inconsciente del otro chico— ¿Por qué estamos cargándolo? ¿Qué hacemos en este lugar?

— Hijo, fue su culpa, ¿Me crees no? —la mujer caminaba a un lado de ellos.

— Juliet, sólo cállate de una puta vez —exclamó su marido, molesto.

— Pero cariño, no es mi cu-

— ¡CÁLLATE, IMBÉCIL! —el hombre dejó de sostener el cuerpo y le dio una bofetada a su esposa. Como nadie sostenía el cuerpo en el otro extremo, el chico que lo cargaba tropezó y ambos jóvenes cayeron al suelo— ¡SI NO FUERA POR TI, ESTÚPIDA, NO TENDRÍAMOS QUE HACER ESTO! —volvió a abofetearle.

La mujer empezó a llorar pero fue ignorada por el hombre, quien ayudaba a su hijo a cargar de nuevo el cuerpo.

— Estamos cerca —dijo el adulto recuperando el aliento— Sólo lo dejaremos un poco más adentro.

— Papá, ¿Él...?—preguntó el chico de quince años.

— Sólo calla y no seas como tu madre.

— S-Sí...

De repente el hijo tropezó, lo que hizo que el padre también cayera al suelo, justo al borde de unas escaleras. El cuerpo del joven cargado cayó por ellas y bajó un piso completo. Sonó horrible.

— ¡Agh! —gruñó el hombre— Está bien. Ahí está bien. Vayámonos.

— Pero... debemos llevarlo a un hospital —insistió el hijo.

— ¡Sólo levántate y te subes al auto! —gritó el hombre pateando su estómago.

(...)

— ¿Dónde vamos? —preguntó la madre exaltada— ¿Por qué estamos en la carretera?

— ¿Crees que nos vamos a quedar junto a la casa de un muerto por tu culpa, Juliet?

— ¿Muerto? —el joven se alteró.

— ¡SÓLO CÁLLENSE AMBOS! —gruñó el hombre frenando de golpe y volviendo a avanzar rápidamente.

— ¿Cariño? —insistió la mujer, a quien le había empezado a resaltar la zona de las bofetadas.

— ¡Papá! —gritó el chico— ¿Ese chico estaba muerto?

— ¡CÁLLATE DE UNA PUTA VEZ, DAVID!