[Yaoi] Muros y Abismos

Décimo Cuarto Muro [Allen / Tania]

POV : TANIA

Me sorprendo cuando escucho un llanto provenir de la habitación de mi hermano. Rápidamente me acerqué a la puerta cerrada y me quedé de pie frente a ella.

— ¡Lo siento! —se escucha a través—Allen... en serio... lo siento —el que lloraba era David.

¿Por qué llora? ¿Por qué se disculpa? ¿Qué sucedió?

—¡Lo siento! —repitió, esta vez bastante más alto.

Puedo escuchar las vacilaciones de Allen, pero no entiendo lo que dice. Toqué con mi mano tres veces seguidas y me detuve.

— ¡¿T-T-Ta-Tania?! —esta vez fue Allen el que gritó, bastante alarmado.

— ¿A-Allen, sucedió algo? —me siento bien, a pesar de que David está llorando. Logró hacer que Allen hablara.

— ¡N-N-No entr-tres! —titubeó.

No quería que Allen perdiera el progreso que de repente había logrado gracias a David, así que me alejé de la puerta y me senté en el suelo, frente a ella, por lo que seguía notando los titubeos que Allen hacía para que David se calmara.

En verdad, estoy muy feliz por el progreso repentino de Allen. Yo no logré que dijera una sola frase sin llorar.

— Gracias —susurré— David, gracias.

POV : ALLEN

Me sobresalta el sonido de alguien tocando en la puerta. ¡No puede entrar nadie ahora!

— ¡¿T-T-Ta-Tania?! —pregunté exaltado. No puede entrar nadie, estamos desnudos.

— ¿A-Allen, sucedió algo? —pude notar un acento extraño en su voz.

Mierda, mierda, mierda. No puede entrar. No puede vernos así.

David sigue llorando. ¡No puede vernos así!

— ¡N-N-No entr-tres! —grité.

No puede entrar, no puede entrar.

Pasaron unos segundos y escuché unos pasos alejarse de la puerta y un leve golpe en una pared, creo que se sentó en el suelo.

— A-Allen —la voz de David seguía llorosa y sus brazos seguían rodeando mi cuerpo, mientras sus lágrimas mojaban mi hombro. Podía sentir mi pene en su estómago.

— H-h —gemí. Su respiración hace que su estómago frote mi miembro. Es excitante—D-David.

— Lo siento —insistió acercando su cuerpo más a mí.

—¿Po-Por qué te disculpas? —pregunté. Ahora puedo sentir su pene junto al mío. El suyo no está duro, pero el mío... Creo que me gustó. Creo que quiero repetirlo— H-h.

De repente siento que su miembro se apoya en el mío y empieza a crecer.

— Alex —susurró y me paralicé— Lo... dejé morir.

...

¿Qué?

POV : TANIA

Escuché un golpe bastante fuerte de la habitación de Allen.

— ¡¿Cómo es eso?! —la voz de mi hermano sonaba enfurecida.

— ¡Lo dejé morir! —lloró David con un tono adolorido.

— ¡¿A qué te refieres?! —volví a escuchar un golpe.

— ¡Lo siento! —repitió David.

Me levanté, fui hacia la puerta rápidamente y la abrí. La escena me sorprendió.

Ambos estaban completamente desnudos. Allen estaba aplastando con una mano la cabeza de David contra el suelo. Éste último sólo se disculpaba mientras recibía los golpes y patadas.

El rostro de mi hermano sólo era furia y David sólo lloraba sin quejarse de los golpes. Sin dudarlo me lancé sobre Allen para que se detuviera. Creo que entendí el por qué de su desnudez...

— ¡Allen! —le grité. Me ignoró tirándome hacia atrás para luego ir hacia David y golpearle nuevamente— ¡Allen! —volví a tirarlo.

— ¡Es su culpa! —gritó mi hermano con desprecio. Sus palabras eran odio puro.

— ¡Sólo detente! —le abofeteé. No sabía qué sucedía, pero esta no era forma de solucionarlo.

— ¡Mató a Alex! —volvió a ladrar con repulsión en sus palabras.

Me congelé. No podía creer lo que acababa de oír.

— ¿Qué? —pregunté. Debía ser una broma. David no podría haber sido uno de esos hijos de puta que abandonaron a Alex, ¿No?

Es nuestro amigo. No puede ser... No puede ser.

— ¡Lo dijo! —me devolvió la bofetada y caí al suelo mientras él se levantaba para volver a atacar a David.

— ¡Sólo para! —grité llorando— ¡Debe ser un error! ¡Es tu amigo! —pensé en la situación— ¡Tuviste sexo con él!

Se detuvo, como si recién notara que no tenía ninguna prenda encima.

— ¿T-Tania?—de repente su voz cambió a sólo vergüenza. Bajó su vista hacia su propio cuerpo y rápidamente cubrió su pene.

David seguía en el suelo, llorando.

— ¡N-No me veas! —gritó mi hermano, completamente sonrojado— P-P-Por favor... sal...

— ¡Allen! —le grité— ¡No puedo dejar a David así!

— ¿D-David? —miró al suelo, donde estaba llorando.

— ¡Le estabas golpeando! —me levanté y me interpuse entre ellos— ¡No te voy a dejar solo con él!

Debe ser una confusión. Allen estaba triste y debió escuchar mal lo que le dijo David, debió escuchar mal lo que le dijo su amigo. David no puede haber hecho eso.