El Taxista // H.S. y Tú // REEDITANDO

Capítulo 11

Narra _____:

Sus labios encajaban a la perfección como un rompecabezas. Lleve la palma de mi mano a su cuello y el posó sus manos en mi cintura y acariciaba ellas. Mi corazón palpitaba cada vez más rápido al saber que estaba tan cerca de Harry, parecía que este iba a salir de mi pecho. Quería saber más cosas de él pero no me animaba a separarme, quería que este momento fuera eterno. Por fin nos separamos, el beso con Harry había sido cálido y profundo, deseaba amarlo para toda la vida. Nunca había sentido algo similar por alguien. Harry observaba mis ojos con ternura, deseaba abrazarlo y volverlo a besar pero contení mis ganas de hacerlo otra vez. Sus ojos verdes esmeralda, se veían más claros de lo normal, quizás eran dos tonos más altos, pero esta vez se notaba algo distinto en Harry. Su mirada se posó en mis labios y no aguanté e imité su acción, sus labios se habían tornado rojos, a causa del beso reciente. Pero era irresistible. Volví a llevar mi mirada hacia sus ojos y el ya me estaba mirando a los ojos, había notado mi inspección a sus hermosos labios. Sentí un calor en mis mejillas y la vergüenza se apoderó de mi.

-Eres hermosa _____.-Confesó acariciando suavemente mi rostro.

-Harry, dios mio - suspire, los nervios invadían mis venas- Te quiero. - Largué las dos palabras que describían todo lo que sentía dentro mio.

-Yo también. - Mi corazón latía de una manera inhumana, mis manos estaban temblorosas y mi respiración era fuente y profunda. -Eres preciosa. Si te hubiera conocido hace más tiempo estaríamos casados - No podía seguir escuchándolo o mi corazón explotaría. Esos jodidos labios que me derretían. - Te iré a preparar algo para comer vamos a salir luego. -

-¿A donde?- cuestioné con una sonrisa tonta en mi rostro.

-Es sorpresa. - beso mi frente y comenzó a alejarse de mi para luego salir de mi habitación.

-¡Espera Harry!- Corrí hacia donde estaba él y bese sus labios tomando su mentón con la yema de mis dedos. - Debía hacerlo, son irresistibles. - Guiñe el ojo y deje que siga su camino.

Sabía complemente que Harry no sabía preparar casi nada en la cocina, nada más el desayuno, creo que básicamente pedíamos comida todos los dias. Mordí suavemente mi labio al ver que todavía se sentía el calor del cuerpo de Harry en una parte de la cama, donde estábamos sentados, lo tibio en la tela. Tomé una liga que tenía sobre la mesa de luz y me amarré el cabello. Froté mis manos sobre mi rostro y suspire. Una sonrisa estúpida se había formado en mi rostro. Me levanté de la cama, y bajé para ver que estaba haciendo Harry y si necesitaba de mi ayuda o la cocina explotaría. Me apoyé detrás de la columna de la cocina, intentaba que Harry no me viera, pude ver a Harry con las manos todas ocupadas, y el lugar repleto de cosas sucias. Estaba en problemas, si no me acercaba a ayudarlo no la cocina explotaría.

-¿Todo esta bien? - tapé mi boca con la palma de mi mano y reí.

-No, no, ve a la mesa que ya esta todo listo.- Dijo sin quitar la mirada de su intento de desayuno.

-Bueno, si tu lo dices.- Elevé ligeramente mis cejas y salí del lugar para luego irme a la mesa.

Esta estaba decorada con un bello mantel con flores rojas. «Bastante producción para un desayuno, espero que la comida sea igual de bonita que todo mi alrededor» pensé mientras agradecía que me tratara de esa forma. Me acomodé en la silla y al momento apareció Harry con una bandeja, en ella llevaba un tortilla con chocolate, a su costado un jugo de naranja y una flor. Quede impresionada.

-Wow Harry, te has esforzado mucho, gracias. - Me levante de asiento y le di un cálido abrazo. Sus musculosos brazos me envolvían.

-Es todo para ti princesa. - Beso mis labios.

Harry apoyó la bandeja sobre la meza y comencé a comer, con el desastre que estaba hecha la cocina no había pensado que saldría este resultado, estaba delicioso.
Terminé de comer y me dijo que subiera y me pusiera algo cómodo que saldríamos de paseo, por segunda vez intenté convencerlo de que me dijera a donde iríamos pero fue imposible. Subí a mi habitación y me puse unos vaqueros de mezclillas y una sudadera blanca estampada con el logotipo de Nirvana. Una de mis bandas favoritas. Salí de la casa y afuera me esperaba Harry con un auto distinto, un auto negro. El llevaba unos jeans negros como de costumbre, una camisa a cuadros azules y verdes. Llevaba una cinta en su cabello.

-Sube, hermosa. -Abrió la puerta del auto y me indicó con su mano que podía entrar.

-¿Por qué haces todo esto para mi? - Pregunté acomodando un mechón de cabello que salia de la cinta.

-Porque te lo mereces y porque me importas. -Con sus enormes y largos dedos tomó mi barbilla y llevó mis labios a los suyos.

Luego del apasionado beso, él sonrió y se formaron unos bellos hoyuelos en sus mejillas. Era tan bello. Entré al vehículo, me acomode al lado de Harry en la parte delantera. Estuvimos un buen rato dentro de carro, hasta que llegamos a un lugar que por lo menos yo no conocía, cuando bajamos del auto, el suelo estaba repleto de arena y pequeñas piedras. Al rededor se podía ver una gran cantidad de césped muy alto, Harry me tomo de la mano y me llevo hacia este, luego con sus manos corrió el césped y empezó a cruzar hacia el otro lado. Su mano se soltó de la mía con brusquedad y no pude ver donde se encontraba, se había caído.

-¿¡Harry!? -Comencé a reír por ver la reacción de Harry al caer, pero ese momento de carcajadas, se fue rápidamente porque no recibía ninguna respuesta de Harry, comencé a ponerme nerviosa.

Di unos pasos mas adelante y pude ver un lago, el agua se movía suavemente, lo primero que pensé fue en que se había caído al lago y se había ahogado. Entonces me metí desesperadamente en el agua.

-Harry... ¿por favor donde estas?- Estaba asustada.

De repente unas manos chocan contra mi espalda y me asustan. Nadé rápidamente y ví a Harry riéndose a carcajadas.

-Que gracioso. -dije sarcástica.

Comencé a tirarle agua y él a mi, luego apoyó sus manos contra mi cadera y me saco del agua dejándonos caer suavemente en la cálida arena. Sacó algo de una mochila que tenia cerca, era una cámara. La colocó apuntando hacia nosotros y nos besamos. No tenia los ojos abiertos pero había escuchado el flash de la cámara.

-Para cuando seamos ancianos. -

Nos veíamos en la imagen los dos besándonos y yo abrazándolo. Un rayo de sol cruzaba la fotografía.

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